Raúl Zurita en 2011. Imagen: Columna. Fuente: Wikimedia Commons.
Raúl Zurita (Santiago de Chile, 1950) es uno de los poetas vivos latinoamericanos con una obra y vida más significativas y relevantes. Estudió ingeniería civil y, allá por el año 1970, vivió la bohemía porteña con Juan Luis Martínez, Sergio Badilla y otros escritores.
Su pronta vocación poética se vio arrollada por la dictadura militar de Augusto Pinochet, que comenzó en 1973. A él y otros amigos del partido comunista los apresaron y torturaron. Superviviente de aquel infierno, toda su vida está orientada creativa y vitalmente a la memoria, la dignidad y la restitución de las víctimas del terror que asolara Chile hasta 1990; y que se enmarca, en lo geopolítico e histórico, en lo que Antonio Méndez Rubio llama la “historia del daño”.
Destacan sus intervenciones performativas a través del grupo CADA (Colectivo de Acciones de Arte), donde lo político, espacial, público y artístico se articulaban para denunciar la violencia asesina de Pinochet. Sobre el cielo de Nueva York (junio, 1982) unas avionetas escribieron el poema que comienza “Mi Dios es hambre” o en el Desierto de Atacama (Chile, 1993) donde unas retroexcavadoras socavaron la tierra para que fuera legible desde el cielo el lema: “Ni pena ni miedo”.
Estas acciones de arte efímero o de Land Art de Zurita, son un referente en la actualidad para todos los artistas de la conciencia. Léase “Disolviendo las fronteras. Land Art y Poesía en la obra de Raúl Zurita”, de Juan Soros, donde se da cuenta de la creación de un arte social de impacto mundial.
Desde 1979, van publicándose libros tan corajudos, necesarios y veraces como Purgatorio, Anteparaiso, Canto a su amor desaparecido, INRI, Cuadernos de guerra y el muy reciente ZURITA, en Editorial Delirio.
Su editor, Fabio de la Flor, ha realizado una labor impecable y a la altura de este libro de más de 741 páginas, Premio de la Crítica 2012 (Chile), que se suma a otros premios como el Nacional de Poesía año 2000 o el Premio José Lima en 2006.
Zurita en España
Aprovechando la invitación que el catedrático y vicerrector de la Universidad de Alicante, José Carlos Rovira, realizó a Raúl Zurita para el seminario “Un poeta nos introduce en su mundo”, Fabio de la Flor coordinó tres lecturas del poeta chileno en España.
Las ciudades escogidas fueron Madrid, Barcelona y Valencia. Para esta última, de la Flor contactó con el poeta Víktor Gómez Ferrer (Asociación Caudal) y el librero de la Liberaría Primado, Miguel Morata, al entender que ese punto de resistencia y agitación crítica en que se ha convertido en los últimos años dicha librería era idóneo receptor y acompañante de su singladura.
Un no-lugar, espacio libertario, cultural como Librería Primado se convirtió así, el pasado tres de mayo de 2013, en la encrucijada entre dos grandes poéticas, la de Raúl Zurita y la de Enrique Falcón, autor de La Marcha de los 150.000.000, de Trilogía de las Sombras y de Porción del enemigo, obra que acaba de salir esta primavera en Editorial Calambur.
Falcón fue la persona encargada de introducir al autor y su último libro, ZURITA ; así como de coordinar la posterior conversación entre el público y el poeta. Con un poema a su vez textual y visual que respiraba desde la misma angustia y temblor que moviera la caligrafía de Raúl, el poeta de El Barrio del Cristo (Aldaia-Valencia) activó en la librería un estado de atención y vulnerabilidad indescriptible. El amor y la ira. Sin pena ni miedo. Los muertos de Chile, de España, de la humanidad, los muertos cantados por la leal memoria de los supervivientes.
Su pronta vocación poética se vio arrollada por la dictadura militar de Augusto Pinochet, que comenzó en 1973. A él y otros amigos del partido comunista los apresaron y torturaron. Superviviente de aquel infierno, toda su vida está orientada creativa y vitalmente a la memoria, la dignidad y la restitución de las víctimas del terror que asolara Chile hasta 1990; y que se enmarca, en lo geopolítico e histórico, en lo que Antonio Méndez Rubio llama la “historia del daño”.
Destacan sus intervenciones performativas a través del grupo CADA (Colectivo de Acciones de Arte), donde lo político, espacial, público y artístico se articulaban para denunciar la violencia asesina de Pinochet. Sobre el cielo de Nueva York (junio, 1982) unas avionetas escribieron el poema que comienza “Mi Dios es hambre” o en el Desierto de Atacama (Chile, 1993) donde unas retroexcavadoras socavaron la tierra para que fuera legible desde el cielo el lema: “Ni pena ni miedo”.
Estas acciones de arte efímero o de Land Art de Zurita, son un referente en la actualidad para todos los artistas de la conciencia. Léase “Disolviendo las fronteras. Land Art y Poesía en la obra de Raúl Zurita”, de Juan Soros, donde se da cuenta de la creación de un arte social de impacto mundial.
Desde 1979, van publicándose libros tan corajudos, necesarios y veraces como Purgatorio, Anteparaiso, Canto a su amor desaparecido, INRI, Cuadernos de guerra y el muy reciente ZURITA, en Editorial Delirio.
Su editor, Fabio de la Flor, ha realizado una labor impecable y a la altura de este libro de más de 741 páginas, Premio de la Crítica 2012 (Chile), que se suma a otros premios como el Nacional de Poesía año 2000 o el Premio José Lima en 2006.
Zurita en España
Aprovechando la invitación que el catedrático y vicerrector de la Universidad de Alicante, José Carlos Rovira, realizó a Raúl Zurita para el seminario “Un poeta nos introduce en su mundo”, Fabio de la Flor coordinó tres lecturas del poeta chileno en España.
Las ciudades escogidas fueron Madrid, Barcelona y Valencia. Para esta última, de la Flor contactó con el poeta Víktor Gómez Ferrer (Asociación Caudal) y el librero de la Liberaría Primado, Miguel Morata, al entender que ese punto de resistencia y agitación crítica en que se ha convertido en los últimos años dicha librería era idóneo receptor y acompañante de su singladura.
Un no-lugar, espacio libertario, cultural como Librería Primado se convirtió así, el pasado tres de mayo de 2013, en la encrucijada entre dos grandes poéticas, la de Raúl Zurita y la de Enrique Falcón, autor de La Marcha de los 150.000.000, de Trilogía de las Sombras y de Porción del enemigo, obra que acaba de salir esta primavera en Editorial Calambur.
Falcón fue la persona encargada de introducir al autor y su último libro, ZURITA ; así como de coordinar la posterior conversación entre el público y el poeta. Con un poema a su vez textual y visual que respiraba desde la misma angustia y temblor que moviera la caligrafía de Raúl, el poeta de El Barrio del Cristo (Aldaia-Valencia) activó en la librería un estado de atención y vulnerabilidad indescriptible. El amor y la ira. Sin pena ni miedo. Los muertos de Chile, de España, de la humanidad, los muertos cantados por la leal memoria de los supervivientes.
Zurita en Valencia: el acontecimiento de la lectura
Resulta imposible trasladar “el acontecimiento” en sí. La fuerza de la vivencia, el impacto interpersonal. El encuentro de un público de más de 80 personas con Raúl Zurita, acompañado por Fabio De La Flor, Quique Falcón, Miguel Morata, Laura Giordani, Mar Benegas, Arturo Borra, Jesús Ge, David Moreno, Román Porras, Soledad Benegas, Miguel Iñiguez, Nuria Girona, Jaume García-Vilar, Bibiana Collado, Guillermo Cano, Javier GM, Luci Romero, Luis González, Pilar Verdú, Víktor Gómez , entre tanta gente querida del entorno de la librería de barrio Primado, que celebraba así el broche de oro de su 25 Aniversario, junto al Décimo Aniversario de la Asociación Caudal.
Lo más relevante de la lectura de Zurita fue el cuerpo como poema, incluyendo la voz, pero no solo. El cuerpo que cantó a su amor desaparecido, que nos aproximó a los momentos más duros, crueles e insufribles de la historia reciente de la humanidad, como fue la dictadura de Pinochet.
Pero que reconoce en la amistad y el amor de los abatidos y luchadores por la libertad una verdad incuestionable y perdurable. Y donde se supera el odio, se supera el miedo, se supera la pena, no se olvida, no se banaliza, antes bien, se sobrevive y se hermanan todos los seres humanos del mundo, frente a la fatídica realidad indeseable e imborrable. Los presentes comprendieron aquel verso de la gran poeta y amiga de Zurita, Valerie Mejer: “porque sufro, entiendo”.
Poesía del más alto voltaje lírico, de la mayor y torrencial fuerza expresiva, que abre a una consciencia dolorosa y sanadora, del presente colectivo y de la conciencia individual.
La detención del tiempo
En la conversación del poeta porteño con los asistentes se explicitó el porqué del título al libro, ZURITA, que lejos de ser una cuestión de vanidad y ego mal gestionado, es la exploración hasta el tuétano, hasta lo más hondo de uno mismo, para encontrarse con una realidad ontológica que nos iguala a los seres humanos ante la barbarie, la bondad, la muerte, el recuerdo, la lealtad, el sufrimiento.
De la intervención de Enrique Falcón destacaría este fragmento: "Que vaya mérito, Fabio (Editorial Delirio), el de querer publicar un libro como este en un país endecasílabo, de poemas breves como piedrecitas, y no vean, amigos, que un libro puede extenderse como monte y cordillera, para quizá ver más alto el mar de los muertos, y el cráneo de sus asesinos, libro cordillera y zurita en el que hay ríos como profetas y películas de cine como hay crímenes políticos; haya también desaparecidos enormes que se concentren o reúnan en la detención del tiempo, de todos los tiempos-zurita que se caen de los dedos-zurita cuando él escribe..."
La conmoción de los asistentes hizo que viéramos llorar a algunos de los presentes y que se produjera una ovación final de más de cinco minutos.
La poeta argentina afincada en Valencia, Laura Giordani, describió de la siguiente manera el sentir común de los asistentes al evento: “soñé toda la noche con las afueras de ciudades peligrosas, australes, también con cordilleras y un monte nevado; el más alto, blanquísimo y solitario, al que debía ascender. Zurita hundió ayer su mano en nuestros corazones y no los suelta... sí, aconteció "eso" poético...”
Acompañamos en cualquier caso un valioso documento audiovisual grabado por el poeta Miguel Iñiguez la tarde del tres de mayo de 2013 en Valencia. E invitamos a leer la obra de Raúl Zurita, su poesía o sus ensayos, entrevistas, arte performativo. Nada será igual, después.
Resulta imposible trasladar “el acontecimiento” en sí. La fuerza de la vivencia, el impacto interpersonal. El encuentro de un público de más de 80 personas con Raúl Zurita, acompañado por Fabio De La Flor, Quique Falcón, Miguel Morata, Laura Giordani, Mar Benegas, Arturo Borra, Jesús Ge, David Moreno, Román Porras, Soledad Benegas, Miguel Iñiguez, Nuria Girona, Jaume García-Vilar, Bibiana Collado, Guillermo Cano, Javier GM, Luci Romero, Luis González, Pilar Verdú, Víktor Gómez , entre tanta gente querida del entorno de la librería de barrio Primado, que celebraba así el broche de oro de su 25 Aniversario, junto al Décimo Aniversario de la Asociación Caudal.
Lo más relevante de la lectura de Zurita fue el cuerpo como poema, incluyendo la voz, pero no solo. El cuerpo que cantó a su amor desaparecido, que nos aproximó a los momentos más duros, crueles e insufribles de la historia reciente de la humanidad, como fue la dictadura de Pinochet.
Pero que reconoce en la amistad y el amor de los abatidos y luchadores por la libertad una verdad incuestionable y perdurable. Y donde se supera el odio, se supera el miedo, se supera la pena, no se olvida, no se banaliza, antes bien, se sobrevive y se hermanan todos los seres humanos del mundo, frente a la fatídica realidad indeseable e imborrable. Los presentes comprendieron aquel verso de la gran poeta y amiga de Zurita, Valerie Mejer: “porque sufro, entiendo”.
Poesía del más alto voltaje lírico, de la mayor y torrencial fuerza expresiva, que abre a una consciencia dolorosa y sanadora, del presente colectivo y de la conciencia individual.
La detención del tiempo
En la conversación del poeta porteño con los asistentes se explicitó el porqué del título al libro, ZURITA, que lejos de ser una cuestión de vanidad y ego mal gestionado, es la exploración hasta el tuétano, hasta lo más hondo de uno mismo, para encontrarse con una realidad ontológica que nos iguala a los seres humanos ante la barbarie, la bondad, la muerte, el recuerdo, la lealtad, el sufrimiento.
De la intervención de Enrique Falcón destacaría este fragmento: "Que vaya mérito, Fabio (Editorial Delirio), el de querer publicar un libro como este en un país endecasílabo, de poemas breves como piedrecitas, y no vean, amigos, que un libro puede extenderse como monte y cordillera, para quizá ver más alto el mar de los muertos, y el cráneo de sus asesinos, libro cordillera y zurita en el que hay ríos como profetas y películas de cine como hay crímenes políticos; haya también desaparecidos enormes que se concentren o reúnan en la detención del tiempo, de todos los tiempos-zurita que se caen de los dedos-zurita cuando él escribe..."
La conmoción de los asistentes hizo que viéramos llorar a algunos de los presentes y que se produjera una ovación final de más de cinco minutos.
La poeta argentina afincada en Valencia, Laura Giordani, describió de la siguiente manera el sentir común de los asistentes al evento: “soñé toda la noche con las afueras de ciudades peligrosas, australes, también con cordilleras y un monte nevado; el más alto, blanquísimo y solitario, al que debía ascender. Zurita hundió ayer su mano en nuestros corazones y no los suelta... sí, aconteció "eso" poético...”
Acompañamos en cualquier caso un valioso documento audiovisual grabado por el poeta Miguel Iñiguez la tarde del tres de mayo de 2013 en Valencia. E invitamos a leer la obra de Raúl Zurita, su poesía o sus ensayos, entrevistas, arte performativo. Nada será igual, después.
Víktor Gómez Ferrer es SOCIO DE TENDENCIAS21 y, por tanto, cuenta con su propio FORO DE DISCUSIÓN. En este caso, sobre la situación de la poesía española actual. Si lo deseas, puedes participar en él con tus opiniones y comentarios: Foro "Poesía española actual", de Víktor Gómez Ferrer. Hazte socio de Tendencias21 y disfruta de todas las ventajas de nuestra comunidad de conocimiento. ¡Participa!.