La personalidad determina nuestra forma de usar los móviles

Las personas con baja autoestima o que se sienten infelices utilizan los móviles para entrar en contacto con otras personas


Un estudio realizado por la universidad australiana de Monash, en Melbourne, ha puesto de relieve los efectos de la personalidad a la hora de utilizar el móvil. Los malos hábitos pueden estar acentuados por una baja autoestima o por el exceso de extroversión. El estudio ha sido realizado con la intención de que las autoridades tengan en cuenta el efecto de estos aparatos en los usuarios, de manera que puedan controlar los mensajes publicitarios destinados a ellos. Por Marta Morales.


Marta Morales
20/03/2005

Las personas más dependientes de los móviles –aquellos que mandan mensajes hasta en el cine o que pagan facturas astronómicas de teléfono- suelen tener características de personalidad similares, acaba de descubrir un equipo de investigadores australianos.

Según el psicólogo James Phillips, de la universidad de Monash en Melbourne, se trata de un tipo de personas tendente a crearse cierta adicción con estos aparatos, e incluso a actitudes destructivas y peligrosas. En su mayor parte, afirma Phillips, son personas jóvenes, extrovertidas o con un nivel de autoestima bajo.

Daños físicos y psíquicos

El estudio, publicado en la revista CyberPsychology & Behavior, ha examinado los hábitos de uso de teléfonos móviles de 195 personas de más de 18 años. La universidad de Monash también se ha hecho eco de los resultados del estudio.

Entre las preguntas que los investigadores hicieron a este grupo estaban las referentes a la cantidad de dinero que pagaban por el uso de su móvil, las razones por las que llamaban a otras personas, así como sus achaques y dolores relacionados con el uso excesivo del teléfono inalámbrico (como los dolores en los pulgares por escribir demasiados mensajes de texto).

Los investigadores también preguntaron a los participantes en el estudio si sus familiares y amigos se quejaban de la utilización que hacían del móvil, si solían ser impuntuales por encontrarse hablando por teléfono, o si se enfadaban cuando alguien les pedía que apagaran los aparatos.

Personalidad y móvil

Phillip y su equipo no les preguntaron acerca del uso del móvil mientras conducían para evitar que mintieran para no incriminarse en actos delictivos, dado que hablar por el móvil mientras se conduce también es delito en Australia al igual que en nuestro país. Según Phillips, esto podría haber alterado los resultados del estudio.

Los participantes pasaron además una serie de tests psicológicos cuyos resultados mostraron una clara relación entre la forma de usar el teléfono y las características de la personalidad de cada uno.

Cada personalidad produce una forma diferente de usar el móvil, según estos resultados: las personas con baja autoestima tienden a buscar cierta reafirmación en el uso de los teléfonos o se sienten infelices y utilizan los móviles para entrar en contacto con otras personas.

Por el contrario, las personas extrovertidas tienden a usar el móvil para quedar o ponerse de acuerdo con gente del trabajo o con múltiples amigos.

La finalidad del estudio es la de ayudar a las autoridades australianas a desarrollar campañas publicitarias enfocadas a señalar a los usuarios los riesgos que entraña el uso del teléfono móvil cuando se conduce, en hospitales o en otros sitios públicos.

Tecnología y personalidad

El estudio de la universidad de Monash viene a abundar en las investigaciones sobre la influencia de la tecnología en la sociedad. Se sabe por ejemplo que para los adolescentes hablar por el móvil es una forma de sentirse integrados. También se ha detectado en determinados colectivos una cierta adicción al uso de los teléfonos móviles, si bien se desconoce por qué determinadas tecnologías despiertan adicción.

Por ejemplo, Internet es una tecnología potencialmente adictiva, ya que el uso del ordenador y de la red tienen un potencial adictivo mucho mayor que otras tecnologías parecidas. Otra variable que aumenta el potencial adictivo de estas herramientas es la aceptación social. Un ejemplo es el del teléfono móvil. La fácil disponibilidad determina otro aspecto a tener en cuenta, como es el caso de ordenadores, teléfonos, etc.

Pero no todas las personas que utilizan estas herramientas se «enganchan» a los móviles o a Internet. La persona que puede llegar a ser adicta es porque, probablemente, ya tiene unos elementos de su personalidad que son los que le conducen a un uso inadecuado de esta tecnología.



Marta Morales
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