La otra olimpiada


Despejeado el horizonte 2012, emerge la otra olimpiada: el mundo global surgido tras la caída del Muro de Berlín se tambalea ante la emergencia de un nuevo y terrible poder simbólico: NY 2001, Madrid, 2004, Londres 2005... Esos son sus trofeos. Ni los cambios en Afganistán o en Irak han acabado con esta amenaza, que nos recuerda la otra competición política abierta: la que enfrenta a los poderes económicos actuales con la resistencia cultural a la modernidad, representada en su forma más cruel. Blair, como Bush primero y Aznar después, sufrirá las consecuencias. Mientras, la competición prosigue, atravesada por el dolor de los que la contemplamos desde las gradas: la misma mano ejecutora, la misma sangre inocente, la misma inseguridad, la misma impotencia. Todos nos sentimos perdidos en esta amargura secular.


Eduardo Martínez
07/07/2005



Eduardo Martínez
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