La onda milimétrica bate records de velocidad inalámbrica

Se consiguen velocidades de 20 Gb por segundo


Investigadores de Battelle han superado las dificultades habituales de la utilización de la onda milimétrica y han reducido los altos costes que caracterizan su implementación, cosiguiendo velocidades inalámbricas capaces de transportar grandes archivos y vídeo de alta calidad. Por César Gutierrez.


César Gutiérrez
08/10/2008

Componentes de telecomunicación avanzados y no comercializados aún, desarrollados en los laboratorios de investigación la empresa Bettelle, han permitido desarrollar una tecnología inalámbrica capaz de medirse en condiciones de igualdad con las altas velocidades alcanzadas por la fibra óptica, según informa Technology Review.

Los 20 Gb por segundo alcanzados en pruebas realizadas por dicha compañía suponen una capacidad suficiente para transportar, sin cables, vídeo de alta calidad no necesariamente comprimido de un ordenador o una consola a un proyector, grandes archivos a lo largo de los campus universitarios donde los resultados han sido testeados y la fundamentada idea de que en un próximo futuro puedan implementarse sobre dicha tecnología, con extrema rapidez, redes de comunicación que solventen o atenúen situaciones de emergencia o desastre.

Alta velocidad


De la complejidad, altos costes y otras dificultades inherentes a la onda milimétrica ya informó Tendencias21 en un anterior artículo donde se daba cuenta tanto de las dificultades atmosféricas que en forma de lluvia y otras precipitaciones pueden dificultar la transmisión de datos a través de las mismas más allá de una limitada distancia, como de los avances realizados para solventar dichas dificultades por ingenieros de la Universidad de Kansas en colaboración con investigadores de importantes compañías de telecomunicaciones.

“A cambio –se aclaraba allí en referencia a las dificultades implemtación de tecnologías basadas en la onda milimétrica–, ofrecen como ventaja su capacidad para la transmisión de datos a velocidades del orden de gigabites por segundo, de ahí su potencial para los servicios metropolitanos de alta velocidad y su interés para las nuevas generaciones de redes de telefonía móvil.”

Ahora, cuando dada la creciente demanda de tecnología inalámbrica emerge y queda subrayado cualquier avance que la ataña, el equipo de ingenieros e investigadores de Battelle anuncia haber superado la excesiva complejidad del proceso de codificación-decodificación habitual en las implementaciones de onda milimétrica y haber aumentado en un factor de 10 el rendimiento que ha venido resultando de su habitual sistemática.

Rayos láser


La modulación de un patrón de interferencia entre dos rayos láser de baja frecuencia cuya combinación da al parecer como resultado una señal de 100 gigahertz parece ser la clave –el paso de la excesiva fluctuación a la estabilidad y de la complejidad a la simpleza–, según explica Richard Ridgway, uno de los responsables de la compañía, de la confianza y estabilidad que ofrece el resulado de esta implementación frente a investigaciones anteriores que en los últimos años han llevado a cabo en el mismo campo ces[ntros de investigación como el MIT o compañías como Intel.

Precisamente el director del Laboratorio de Tecnología de las Comunicaciones en Intel, Alan Crouch, es uno de los expertos en hacer notar el fuerte interés industrial en las posibilidades del espectro de onda milimétrica y en destacar la importancia de las investigaciones y desarrollos de Batelle en este sentido.

Queda para un futuro no demasiado cercano la salida al mercado de dispositivos que aprovechen y funcionen basándose en esas posibilidades, y el mismo Ridgway no es demasiado optimista en lo que se refiere al corto plazo aunque confía el desarrollo y comercialización de aquéllos a unos pocos y futuros avances de ingeniería.

Frecuencias libres


La frecuencia de longitud de onda milimétria del espectro analámbrico, a pesar de los altos costes y la complejidad del equipamiento que hasta el momento ha requerido para traducirse en soluciones comercializables, ha demostrado en fase de investigación, en muy diversos ámbitos, una gran capacidad para la transmisión de datos a altas velocidades.

Las antenas punto-a-punto implementadas por los ingenieros de Battelle son el último y más reciente avance de investigación y desarrollo en un rango de frecuencias que –lejos de aquellas entre 2,4 y 5,0 gigahertz en que se mueven las redes celular y WiFi– operan en una región de entre 60 a 100 gigahertz que –cabe señalar más allá de los números– está en gran parte libre de licencias y abierta a todo tipo de uso.



César Gutiérrez
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