La música tiende a ser cada vez más homogénea y previsible

El CSIC publica los resultados de un análisis de medio millón de canciones compuestas entre 1955 y 2010


Las canciones de las últimas décadas se parecen más unas a otras que antes, ha revelado un estudio del CSIC en el que se analizaron 464.411 canciones compuestas entre 1955 y 2000. Las canciones nuevas presentan transiciones más pobres entre los grupos de notas, una menor diversidad de timbres y tienden a ser interpretadas siempre con los mismos instrumentos, por ejemplo. La causa de esta homogeneización musical parece ser la fuerza de las modas y la “tendencia a engancharse a la corriente dominante”, afirman los investigadores.


CSIC/T21
27/07/2012

Fuente: CSIC.
Las canciones compuestas en las décadas más recientes tienden a parecerse más entre ellas que las antiguas, según revela una nvestigación liderada por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). El trabajo, que ha analizado 464.411 canciones, ha sido publicado en el último número de la revista Scientific Reports.

Según los parámetros analizados, las transiciones entre los grupos de notas han disminuido de forma continua durante los últimos 55 años. El especialista del Instituto de Investigación en Inteligencia Artificial del CSIC Joan Serrà, que ha dirigido el trabajo, explica: “Estos parámetros musicales en las canciones son como las palabras de un texto y hemos observado que cada vez hay menos palabras diferentes”.

Así, dada una nota musical cualquiera, es relativamente más fácil predecir cuál será la siguiente en una canción actual que antaño. Del mismo modo, las composiciones musicales más recientes también presentan una menor diversidad de timbres y tienden a interpretarse con los mismos instrumentos.

Joan Serrà opina que “en la década de los 60, por ejemplo, grupos como Pink Floyd experimentaban mucho más con la sonoridad que ahora”. Otra de las tendencias es el aumento paulatino del volumen intrínseco al que se graban las canciones. Este volumen es independiente del que cada usuario puede seleccionar para reproducirlas posteriormente.

Según el investigador “hasta ahora, este efecto, largamente comentado, no se había podido comprobar empíricamente a gran escala.”

Receta para crear canciones actuales

Los resultados de la investigación ofrecen, por tanto, una receta teórica para crear canciones que suenen modernas y actuales. Serrà detalla: “Los cambios de acordes sencillos, los instrumentos comunes y el volumen fuerte son los ingredientes de la música actual, realizar estos cambios sobre canciones antiguas puede hacer que suenen a nuevas”.

En opinión del investigador, este proceso de homogeneización podría deberse a la fuerza de las modas, ya que “se observa una tendencia a engancharse a la corriente dominante”.

Las piezas analizadas por el equipo de investigación proceden de una base de datos pública de más de un millón de canciones elaborada por la Universidad de Columbia (Estados Unidas), que han sido publicadas entre 1955 y 2010. Las obras responden a un amplio número de estilos como rock, pop, hip hop, metal y electrónica.

Dado que una canción dura de media cuatro minutos y que un experto, para poder anotar los parámetros de interés para el estudio, necesita de un mínimo de cuatro escuchas, la investigación hubiera requerido 16 años de escucha, 365 días al año, 24 horas al día.

Para Serrà, “Los ordenadores nos permiten escuchar música de una manera que los humanos, simplemente, no podemos”. El trabajo ha contado con la colaboración de investigadores del Centro de Estudios Matemáticos de Bellaterra, y de las universidades de Barcelona y Pompeu Fabra.

Referencia bibliográfica:

Joan Serra, Álvaro Corral, Marían Boguña, Martín Haro y Josep Ll. Arcos. Measuring the Evolution of
Contemporary Western Popular Music
. Scientific Reports. DOI: 10.1038/srep00521.



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