Fuente: The Pew Forum on Religion & Public Life.
Las afiliaciones religiosas de los estadounidenses son muy diversas y extremadamente cambiantes, señala la U.S. Religious Landscape Survey, realizada por la organización The Pew Forum on Religion & Public Life, dedicada a promover una mayor comprensión de las relaciones entre la religión y los asuntos públicos en Estados Unidos.
La propia organización ha hecho público un comunicado que recoge los datos clave generados por la encuesta, realizada a escala nacional entre mayo y agosto de 2007.
En total fueron encuestados más de 36.000 adultos norteamericanos, en una considerable labor de indagación en las creencias de la población que reveló, por ejemplo, que más de una cuarta parte de los norteamericanos adultos (el 28%) ha abandonado la religión en la que se ha criado para adscribirse a otra religión o para no profesar ninguna religión. Si se incluyen en este grupo los adultos que abandonaron un tipo de protestantismo por otro, el porcentaje ascendería al 44%.
Por otro lado, la encuesta señala que un 16,1% de la población norteamericana no comulga con ninguna fe particular. Entre los jóvenes, esta proporción aumenta, dado que una de cada cuatro personas de edades comprendidas entre los 18 y los 29 años afirma no estar adscrito a ninguna religión.
Protestantismo fragmentado y catolicismo a la baja
La encuesta confirma que un 51% de la población estadounidense se considera protestante, aunque este grupo está marcado por una fragmentación y diversidad internas significativas, que comprenden cientos de denominaciones distintas y más o menos cercanas a tres núcleos: las iglesias protestantes evangélicas (a las que se adscribe el 26,3% del total de la población adulta), las iglesias del protestantismo moderado (con un 18,1%) y las iglesias protestantes a las que históricamente se han adscrito los afroamericanos (el 6,9% de la población).
Por otro lado, el catolicismo ha sido el que mayores pérdidas ha sufrido como resultado de los cambios en las afiliaciones religiosas de los norteamericanos. Mientras que uno de cada tres americanos (el 31%) ha crecido en la fe católica, hoy día sólo uno de cada cuatro (el 24%) se describe a sí mismo como católico.
Además, aproximadamente un tercio de las personas que contestaron a la encuesta, y que habían crecido como católicos, no se describieron a sí mismos como tal.
Estas pérdidas serían aún más pronunciadas de no ser por el impacto compensatorio de la inmigración ya que, entre la población adulta nacida en el extranjero, los católicos casi doblan en porcentaje a los protestantes. Entre los cristianos norteamericanos también se incluyen un 1,7% de mormones, un 0,7% de testigos de Jehová, y otros grupos cristianos (0,3%).
Ateísmo, agnosticismo y competitividad
En el grupo de personas que no se declaran adscritas a ninguna religión particular (el 16,1% de la población) también se produce una marcada diversidad. Aunque una cuarta parte de este grupo está formado por aquéllos que se describen ateos o agnósticos (1,6 y 2,4% de la población respectivamente), lo cierto es que un 12,1% de la población general simplemente señala que no sigue ninguna religión concreta.
Pero incluso las religiones menos importantes de Estados Unidos reflejan una diversidad interna considerable, señala la encuesta. Por ejemplo, la mayoría de los judíos (el 1,7% de la población adulta global) se identifica con uno de los tres grupos principales: judíos ortodoxos, conservadores o reformistas.
En el caso de los budistas (0,6% de la población general) ocurre algo parecido: el porcentaje se reparte entre el budismo zen, el budismo theravada o el budismo tibetano. Los musulmanes (0,6%) son suníes o chiítas.
Además de la diversidad, también se da un movimiento constante en lo que la encuesta denomina “el mercado religioso americano”. Los grupos religiosos principales simultáneamente ganan y pierden seguidores. Y los grupos pequeños también reciben y pierden adeptos en mayor o menor medida.
La escena religiosa norteamericana es dinámica, informa la encuesta y, al parecer, también está condicionada por las edades de la población: por ejemplo, más del 60% de los norteamericanos mayores de 70 años son protestantes, pero sólo el 43% de los norteamericanos de entre 18 y 29 años también se declaran protestantes. Según el informe, si este patrón generacional persiste, el protestantismo seguirá perdiendo adeptos en los próximos años. Por esta razón, la revista TIMESONLINE comenta al respecto del protestantismo que los días de la “mayoría moral” protestante Americana se acercan a su fin.
Otros datos
Algunos datos más revelados por la encuesta señalan que los hombres tienden mucho más que las mujeres a señalar que no se adscriben a ninguna religión (uno de cada cinco, frente al 13% de las mujeres), y que un 37% de los matrimonios están formados por individuos de religiones distintas.
De entre los principales grupos raciales y étnicos de Estados Unidos, los afroamericanos son los que más tienden a señalar una afiliación religiosa concreta.
Por otro lado, en contraste con el islamismo y el hinduismo, el budismo en los Estados Unidos es seguido principalmente por gente nacida en el país, en concreto, americanos blancos que se convierten.
Los testigos de Jehová son los que menor tasa de retención disfrutan, porque sólo el 37% de las personas que dijeron haber crecido como tales se siguen identificando con esta religión en la edad adulta.
La propia organización ha hecho público un comunicado que recoge los datos clave generados por la encuesta, realizada a escala nacional entre mayo y agosto de 2007.
En total fueron encuestados más de 36.000 adultos norteamericanos, en una considerable labor de indagación en las creencias de la población que reveló, por ejemplo, que más de una cuarta parte de los norteamericanos adultos (el 28%) ha abandonado la religión en la que se ha criado para adscribirse a otra religión o para no profesar ninguna religión. Si se incluyen en este grupo los adultos que abandonaron un tipo de protestantismo por otro, el porcentaje ascendería al 44%.
Por otro lado, la encuesta señala que un 16,1% de la población norteamericana no comulga con ninguna fe particular. Entre los jóvenes, esta proporción aumenta, dado que una de cada cuatro personas de edades comprendidas entre los 18 y los 29 años afirma no estar adscrito a ninguna religión.
Protestantismo fragmentado y catolicismo a la baja
La encuesta confirma que un 51% de la población estadounidense se considera protestante, aunque este grupo está marcado por una fragmentación y diversidad internas significativas, que comprenden cientos de denominaciones distintas y más o menos cercanas a tres núcleos: las iglesias protestantes evangélicas (a las que se adscribe el 26,3% del total de la población adulta), las iglesias del protestantismo moderado (con un 18,1%) y las iglesias protestantes a las que históricamente se han adscrito los afroamericanos (el 6,9% de la población).
Por otro lado, el catolicismo ha sido el que mayores pérdidas ha sufrido como resultado de los cambios en las afiliaciones religiosas de los norteamericanos. Mientras que uno de cada tres americanos (el 31%) ha crecido en la fe católica, hoy día sólo uno de cada cuatro (el 24%) se describe a sí mismo como católico.
Además, aproximadamente un tercio de las personas que contestaron a la encuesta, y que habían crecido como católicos, no se describieron a sí mismos como tal.
Estas pérdidas serían aún más pronunciadas de no ser por el impacto compensatorio de la inmigración ya que, entre la población adulta nacida en el extranjero, los católicos casi doblan en porcentaje a los protestantes. Entre los cristianos norteamericanos también se incluyen un 1,7% de mormones, un 0,7% de testigos de Jehová, y otros grupos cristianos (0,3%).
Ateísmo, agnosticismo y competitividad
En el grupo de personas que no se declaran adscritas a ninguna religión particular (el 16,1% de la población) también se produce una marcada diversidad. Aunque una cuarta parte de este grupo está formado por aquéllos que se describen ateos o agnósticos (1,6 y 2,4% de la población respectivamente), lo cierto es que un 12,1% de la población general simplemente señala que no sigue ninguna religión concreta.
Pero incluso las religiones menos importantes de Estados Unidos reflejan una diversidad interna considerable, señala la encuesta. Por ejemplo, la mayoría de los judíos (el 1,7% de la población adulta global) se identifica con uno de los tres grupos principales: judíos ortodoxos, conservadores o reformistas.
En el caso de los budistas (0,6% de la población general) ocurre algo parecido: el porcentaje se reparte entre el budismo zen, el budismo theravada o el budismo tibetano. Los musulmanes (0,6%) son suníes o chiítas.
Además de la diversidad, también se da un movimiento constante en lo que la encuesta denomina “el mercado religioso americano”. Los grupos religiosos principales simultáneamente ganan y pierden seguidores. Y los grupos pequeños también reciben y pierden adeptos en mayor o menor medida.
La escena religiosa norteamericana es dinámica, informa la encuesta y, al parecer, también está condicionada por las edades de la población: por ejemplo, más del 60% de los norteamericanos mayores de 70 años son protestantes, pero sólo el 43% de los norteamericanos de entre 18 y 29 años también se declaran protestantes. Según el informe, si este patrón generacional persiste, el protestantismo seguirá perdiendo adeptos en los próximos años. Por esta razón, la revista TIMESONLINE comenta al respecto del protestantismo que los días de la “mayoría moral” protestante Americana se acercan a su fin.
Otros datos
Algunos datos más revelados por la encuesta señalan que los hombres tienden mucho más que las mujeres a señalar que no se adscriben a ninguna religión (uno de cada cinco, frente al 13% de las mujeres), y que un 37% de los matrimonios están formados por individuos de religiones distintas.
De entre los principales grupos raciales y étnicos de Estados Unidos, los afroamericanos son los que más tienden a señalar una afiliación religiosa concreta.
Por otro lado, en contraste con el islamismo y el hinduismo, el budismo en los Estados Unidos es seguido principalmente por gente nacida en el país, en concreto, americanos blancos que se convierten.
Los testigos de Jehová son los que menor tasa de retención disfrutan, porque sólo el 37% de las personas que dijeron haber crecido como tales se siguen identificando con esta religión en la edad adulta.