La luz azul aumenta la actividad cerebral hasta 40 minutos después de aplicarse

Un estudio sugiere que podría utilizarse este tipo de iluminación en lugares donde se toman decisiones rápidas


Un estudio realizado en EE.UU. ha descubierto que la exposición a luz azul aumenta la actividad cerebral en dos regiones, hasta 40 minutos después de que se acabe la misma. Según las investigadoras, podría utilizarse luz blanca enriquecida con luz azul en lugares en los que se deben tomar decisiones de forma rápida, como una sala de operaciones.


AASM/T21
13/06/2016

Imagen: Alexas_Fhotos. Fuente: Pixabay.
Un estudio ha descubierto que la exposición a la longitud de onda de la luz azul da lugar a aumentos en la actividad cerebral de la corteza prefrontal dorsolateral y de la corteza prefrontal ventrolateral cuando los participantes participan en una tarea cognitiva posterior al cese de la exposición a la luz.

Los resultados también muestran que una breve exposición puntual a luz azul durante media hora es suficiente para producir cambios mensurables en los tiempos de reacción y respuestas más eficientes (contestar correctamente más preguntas por segundo) en situaciones de gran carga cognitiva posteriores a la exposición a la luz. Por otra parte, estas mejoras se asociaron directamente con cambios medibles en la activación de la corteza prefrontal.

"Los estudios anteriores sólo se centraban en los efectos de la luz durante el período de exposición. Nuestro estudio se suma a estas investigaciones, mostrando que estos efectos beneficiosos de la longitud de onda de luz azul pueden durar hasta 40 minutos después del período de exposición", dice la autora principal Anna Alkozei, becaria postdoctoral en el Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Arizona (EE.UU.).

Posibles aplicaciones

"Podría utilizarse luz blanca enriquecida con luz azul en una variedad de lugares de trabajo, en los que el estado de alerta y la rápida toma de decisiones son importantes, como las cabinas de piloto, salas de operaciones, o en temas militares. También podría usarse en entornos donde no existe la luz solar natural, tales como la Estación Espacial Internacional", añade Alkozei en una nota de prensa de la Asociación Americana de Medicina del Sueño (AASM).

"Es importante destacar que nuestros resultados sugieren que el uso de la luz azul antes de tener que llevar a cabo procesos cognitivos importantes puede afectar al funcionamiento cognitivo, hasta más de media hora después de que termine el período de exposición. Esto puede ser útil en una amplia gama de situaciones en las que la exposición aguda a la luz azul no es una opción viable".

El resumen de esta investigación ha sido publicado recientemente en un suplemento de la revista Sleep y será presentado el domingo, 12 de junio y miércoles, 15 de junio, en Denver en SLEEP 2016, la reunión del 30 Aniversario del profesional asociado de las sociedades del sueño LLC (APSS).

"Estos hallazgos son importantes, pues enlazan los efectos conductuales agudos que provoca la luz azul con una mayor activación de los sistemas corticales clave, implicados en la cognición y el control mental", señala por su parte William D. S. Killgore, autor e investigador principal del proyecto.

El estudio fue realizado con 35 adultos sanos de edades comprendidas entre los 18 y 32 años. Los participantes fueron asignados al azar para recibir una exposición de 30 minutos a cualquiera de estas luces: azul (activo) o ámbar (placebo); y acto seguido se les encomendó una tarea de memoria de trabajo al tiempo que eran sometidos a una resonancia magnética funcional (fMRI) que determinó la actividad de sus cerebros.




AASM/T21
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