La literatura de ficción incrementa rápidamente la empatía

Una sola lectura breve aumenta la capacidad de los lectores de ponerse en el lugar de otros, revela un estudio


Leer novelas de ficción incrementa la empatía, porque ayuda a las personas a identificar mejor las emociones ajenas, ha revelado un estudio. Este género es especialmente eficiente en este sentido porque hace que los lectores se impliquen totalmente con el texto. Los resultados obtenidos señalan la importancia de la lectura para la sociedad.




Imagen: Stepanov. Fuente: PhotoXpress.
Leer novelas de ficción incrementa la empatía‎, porque ayuda a las personas a identificar mejor las emociones ajenas.

Esto es lo que ha revelado un estudio publicado por Science y realizado por investigadores del New School for Social Research (NSSR) de Nueva York, del que se hace eco SINC.

Este efecto se debe a que este tipo de literatura permite apreciar el mundo desde otros puntos de vista e identificarse con los personajes, lo que afecta positivamente al desarrollo de las habilidades sociales.

Cómo se hizo el estudio

En el curso de la investigación, los científicos dividieron a los participantes en tres grupos. Uno de ellos recibió un texto de ficción, otro uno de no ficción y el último ninguna lectura. Las obras fueron seleccionadas según los premios que habían recibido.

“Hemos utilizado diferentes tipos de textos”, indica a SINC David Comer Kidd, uno de los autores del estudio. “Seleccionamos extractos de los primeros capítulos de algunos libros que fueron finalistas de los Premios Nacionales de Novela o best sellers en Amazon, y algunas historias cortas de la colección de ganadores del Premio Henry en 2012”, añade.

Los expertos hicieron tres pruebas posteriores, basadas en la Teoría de la Mente (TdM), que refleja el grado en que un individuo es capaz de percibir las emociones y los pensamientos de los demás.

Así cuando un sujeto inteligente está dotado de teoría de la mente se entiende que tiene la capacidad de comprender y reflexionar respecto al estado mental de sí mismo y del prójimo; también incluye la teoría de la mente la capacidad de percibir y así poder llegar a reflexionar y comprender en relación a las sensaciones propias y del otro (en este caso principalmente por signos corporales que el éste da) logrando así el sujeto prever el comportamiento propio y ajeno. Tal capacidad de percepción comprende un conjunto de sensaciones, creencias, emociones, etc.

Este modelo tiene dos componentes, una parte cognitiva y otra emocional. “La TdM cognitiva se refiere a nuestra habilidad para reconocer lo que otra gente piensa y cree acerca del mundo que les rodea”, explica Comer. La afectiva implica la apreciación de los sentimientos.

Con una sola y rápida lectura

Dos de los experimentos realizados determinaron ese desarrollo cognitivo de las habilidades sociales en los participantes. En uno se aplicó el test de la lectura de ojos o de la mirada de Baron-Cohen, que consiste en pedir a los sujetos que describan las emociones de la persona cuya mirada aparece en una fotografía.

En el segundo experimento, se hizo una prueba de reconocimiento de expresiones faciales, similar a la anterior, aunque en este caso las imágenes muestran un rostro completo.

Además, los investigadores utilizaron el test de Yoni, utilizado para estimar también la capacidad de empatía emocional de los participantes, que requiere la deducción de los pensamientos y sentimientos de un personaje mediante unas mínimas pistas visuales y escritas.

“El hallazgo más importante es que una simple lectura corta de ficción literaria conlleva un incremento inmediato en los resultados de los test de la TdM”, explica el investigador estadounidense. “Este efecto fue igual de constatable en las personas que ya estaban familiarizadas con este tipo de textos que en aquellas que no solían leerlos”, concluye.

Implicación en el texto, implicación en la sociedad

Según los autores, las personas que leen ficción literaria calibran los sentimientos de los demás con mayor precisión en comparación con los que leen no ficción, ficción popular, o nada en absoluto.

“Es la literatura de ficción la que mejora el rendimiento en la TdM porque los lectores deben implicarse totalmente en el texto”, señala Comer.

Por el contrario, “la ciencia ficción o las novelas románticas tienden a ofrecer personajes y situaciones establecidas, mientras que la novela de ficción supone un desafío para las convicciones de los lectores y les fuerza a penetrar en la mente de los personajes”, recalca.

Desde la infancia

El trabajo pone de manifiesto el valor de la ficción literaria en la sociedad y recalca sus implicaciones en los debates sobre la necesidad de las humanidades y las artes en las escuelas.

Jordi Solves, investigador y profesor en el departamento de Didáctica de las Ciencias Experimentales y Sociales de la Universidad de Valencia, se muestra de acuerdo con estos autores. “Lo que se debería fomentar es el gusto por la lectura”, indica el experto.

“Como todo, empieza en la infancia, en casa y en la escuela”, recalca Solves. “Los niños nos tienen que ver leer en casa, hay que leerles cuentos por la noche, escucharles leer cuando sepan hacerlo, guiarles en la lectura”, añade.

Los científicos indican que las conclusiones del trabajo pueden servir para tomar mejores decisiones acerca del grado en el que se apoya la literatura, y, de una manera más amplia, el arte. “Esta investigación será de gran interés para la psicología y para aquellos interesados en conocer cómo la cultura afecta a las personas”, concluye el estadounidense que ahora quiere estudiar los efectos a largo plazo de una exposición crónica a la ficción literaria.

Referencia bibliográfica:

David Comer Kidd y Emanuele Castano. Reading Literary Fiction Improves Theory of Mind. Science (2013). DOI: 10.1126/science.1239918.


Viernes, 4 de Octubre 2013
SINC/T21
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