Entre las características de las formas de vida que conocemos están su enorme diversidad o su capacidad de supervivencia. También la competencia de unos individuos con otros por territorios, alimento, etc.
Los biólogos estudian todos estos procesos aplicando técnicas que permiten seguir la evolución de los seres vivos. Así, pueden definir, por ejemplo, por qué la estructura de algunos animales cambia con el tiempo, para adaptarse al medio en el que viven. Sin embargo, no solo los organismos evolucionan. También lo hacen las cosas que fabricamos, con el paso de los años.
En la década de 1990, un científico de la Universidad de Duke (EEUU) llamado Adrian Bejan ya estableció que las mismas leyes que moldean a los organismos propician la evolución de los objetos artificiales. Bejan, centrado en la evolución de los aviones, llegó incluso a desarrollar una teoría, la “teoría o ley constructual”, para seguir dicha evolución y para predecir cómo podían ser los aviones en el futuro.
Evolución de los vehículos rodados
Ahora, un equipo de investigadores dirigido por Erik Gjesfjeld, de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), ha vuelto a relacionar la evolución natural con la evolución de objetos que fabricamos, en este caso con los vehículos de carretera.
Lo ha hecho aplicando una técnica que los biólogos usan para estudiar la evolución de las plantas o animales. De este modo, los científicos trataron de explicar la forma en que ha evolucionado la tecnología en la sociedad moderna, más concretamente, la tecnología del automóvil.
En total, los investigadores han analizado con este sistema 3.575 modelos de vehículos fabricados entre 1896 y 2014, por 172 fabricantes distintos. De todos estos modelos se estableció su "nacimiento" y "muerte".
La competencia, clave de la evolución artificial
Aunque esta misma estrategia de análisis podría aplicarse al estudio de la evolución de los teléfonos o los televisores, por ejemplo, la ventaja de los automóviles es que "son excepcionalmente diversos, pero también proporcionan una historia detallada de sus cambios, por lo que son un sistema modelo ideal para investigar la evolución de la tecnología", explica Gjesfjeld.
El nuevo enfoque permitió a los científicos probar tres hipótesis sobre la evolución de los automóviles: que la variedad de modelos de coches aumenta durante los períodos de crecimiento económico y disminuye cuando el crecimiento económico es menor; que los cambios en la diversidad de modelos de automóviles son impulsados por variaciones en los precios del petróleo; y que la diversidad de modelos de automóviles se ve influenciada por el número de otros modelos de automóviles en el mercado.
Tras el análisis, los científicos hallaron que la competencia en el mercado es lo que juega el papel más importante en la diversidad de modelos de automóviles.
Los biólogos estudian todos estos procesos aplicando técnicas que permiten seguir la evolución de los seres vivos. Así, pueden definir, por ejemplo, por qué la estructura de algunos animales cambia con el tiempo, para adaptarse al medio en el que viven. Sin embargo, no solo los organismos evolucionan. También lo hacen las cosas que fabricamos, con el paso de los años.
En la década de 1990, un científico de la Universidad de Duke (EEUU) llamado Adrian Bejan ya estableció que las mismas leyes que moldean a los organismos propician la evolución de los objetos artificiales. Bejan, centrado en la evolución de los aviones, llegó incluso a desarrollar una teoría, la “teoría o ley constructual”, para seguir dicha evolución y para predecir cómo podían ser los aviones en el futuro.
Evolución de los vehículos rodados
Ahora, un equipo de investigadores dirigido por Erik Gjesfjeld, de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), ha vuelto a relacionar la evolución natural con la evolución de objetos que fabricamos, en este caso con los vehículos de carretera.
Lo ha hecho aplicando una técnica que los biólogos usan para estudiar la evolución de las plantas o animales. De este modo, los científicos trataron de explicar la forma en que ha evolucionado la tecnología en la sociedad moderna, más concretamente, la tecnología del automóvil.
En total, los investigadores han analizado con este sistema 3.575 modelos de vehículos fabricados entre 1896 y 2014, por 172 fabricantes distintos. De todos estos modelos se estableció su "nacimiento" y "muerte".
La competencia, clave de la evolución artificial
Aunque esta misma estrategia de análisis podría aplicarse al estudio de la evolución de los teléfonos o los televisores, por ejemplo, la ventaja de los automóviles es que "son excepcionalmente diversos, pero también proporcionan una historia detallada de sus cambios, por lo que son un sistema modelo ideal para investigar la evolución de la tecnología", explica Gjesfjeld.
El nuevo enfoque permitió a los científicos probar tres hipótesis sobre la evolución de los automóviles: que la variedad de modelos de coches aumenta durante los períodos de crecimiento económico y disminuye cuando el crecimiento económico es menor; que los cambios en la diversidad de modelos de automóviles son impulsados por variaciones en los precios del petróleo; y que la diversidad de modelos de automóviles se ve influenciada por el número de otros modelos de automóviles en el mercado.
Tras el análisis, los científicos hallaron que la competencia en el mercado es lo que juega el papel más importante en la diversidad de modelos de automóviles.
Coche eléctrico. Imagen: MikeBirdy. Fuente: Pixabay.
Evolución futura
Según los investigadores, una de las ventajas del nuevo método es que permite poner a prueba las teorías acerca de la evolución de un producto. De hecho, ellos ya lo han usado para proyectar como evolucionará el mercado de automóviles eléctricos en los próximos años.
Sus resultados indican que este sector se encuentra ahora mismo en una fase temprana, de rápida diversificación, y que es probable que muchos más modelos híbridos y eléctricos se introduzcan en el mercado en los próximos 15 a 20 años, pero también que muchos de esos modelos no sobrevivirán por mucho tiempo, debido a la creciente competencia.
Esto, señalan los investigadores, conducirá finalmente a la consolidación de un pequeño número de modelos dominantes, que prosperarán; lo que inevitablemente recuerda a La "supervivencia del más apto" de la teoría evolutiva de Charles Darwin y el darwinismo social, que hace referencia a la supervivencia de ciertos rasgos sobre otros que desaparecen.
Eficiencia de los organismos y de la técnica
Volviendo a la evolución de los aviones, al parecer lo que esta tiene en común con la evolución biológica es que, en ambos casos, se busca la eficiencia: En el caso de los aviones comerciales, los diseños han evolucionado para transportar cada vez más gente y mercancías, lo que se ha traducido en que las aeronaves han adoptado tamaños cada vez mayores.
Además, los aviones más grandes son más rápidos, más eficientes y con mayor autonomía, demostró el propio Adrian Bejan en un estudio de 2014. El científico añadió entonces que: "La masa del motor es proporcional a la del cuerpo, una característica de diseño que es igual en animales, donde la masa de los órganos motores –como el músculo, el corazón o los pulmones– es proporcional a la masa corporal".
Bejan y su equipo también han constatado que las aeronaves, sean grandes o pequeñas, muestran una proporción entre su envergadura y longitud de su fuselaje, y también entre la carga de combustible y el tamaño total.
"De nuevo, esto es similar a lo que vemos entre las criaturas voladoras en la naturaleza, lo que demuestra que en los aviones convergen las reglas de diseño de arquitectura que los unen con sus homólogos vivientes", concluyó el investigador.
Según los investigadores, una de las ventajas del nuevo método es que permite poner a prueba las teorías acerca de la evolución de un producto. De hecho, ellos ya lo han usado para proyectar como evolucionará el mercado de automóviles eléctricos en los próximos años.
Sus resultados indican que este sector se encuentra ahora mismo en una fase temprana, de rápida diversificación, y que es probable que muchos más modelos híbridos y eléctricos se introduzcan en el mercado en los próximos 15 a 20 años, pero también que muchos de esos modelos no sobrevivirán por mucho tiempo, debido a la creciente competencia.
Esto, señalan los investigadores, conducirá finalmente a la consolidación de un pequeño número de modelos dominantes, que prosperarán; lo que inevitablemente recuerda a La "supervivencia del más apto" de la teoría evolutiva de Charles Darwin y el darwinismo social, que hace referencia a la supervivencia de ciertos rasgos sobre otros que desaparecen.
Eficiencia de los organismos y de la técnica
Volviendo a la evolución de los aviones, al parecer lo que esta tiene en común con la evolución biológica es que, en ambos casos, se busca la eficiencia: En el caso de los aviones comerciales, los diseños han evolucionado para transportar cada vez más gente y mercancías, lo que se ha traducido en que las aeronaves han adoptado tamaños cada vez mayores.
Además, los aviones más grandes son más rápidos, más eficientes y con mayor autonomía, demostró el propio Adrian Bejan en un estudio de 2014. El científico añadió entonces que: "La masa del motor es proporcional a la del cuerpo, una característica de diseño que es igual en animales, donde la masa de los órganos motores –como el músculo, el corazón o los pulmones– es proporcional a la masa corporal".
Bejan y su equipo también han constatado que las aeronaves, sean grandes o pequeñas, muestran una proporción entre su envergadura y longitud de su fuselaje, y también entre la carga de combustible y el tamaño total.
"De nuevo, esto es similar a lo que vemos entre las criaturas voladoras en la naturaleza, lo que demuestra que en los aviones convergen las reglas de diseño de arquitectura que los unen con sus homólogos vivientes", concluyó el investigador.
Referencia bibliográfica:
Erik Gjesfjeld, Jonathan Chang, Daniele Silvestro, Christopher Kelty, Michael Alfaro. Competition and extinction explain the evolution of diversity in American automobiles. Palgrave Communications, 2016; 2: 16019 DOI: 10.1057/palcomms.2016.19.
Erik Gjesfjeld, Jonathan Chang, Daniele Silvestro, Christopher Kelty, Michael Alfaro. Competition and extinction explain the evolution of diversity in American automobiles. Palgrave Communications, 2016; 2: 16019 DOI: 10.1057/palcomms.2016.19.