La invasión de correos electrónicos no deseados amenaza la vida de Internet

En Estados Unidos uno de cuatro internautas ya ha renunciado o reducido su tiempo de conexión a Internet debido al spam


Un estudio realizado por el Pew Internet & American Life Project a comienzos de este año, coincidiendo con una avalancha sin precedentes de correos electrónicos no deseados, ha puesto de manifiesto una amenaza inesperada que se cierne sobre Internet: el 77% de los internautas duda de seguir conectado ante la decepción sufrida por este uso abusivo de la red de redes. Lo más grave es que cuanto más progresa la tecnología y más se difunde, aumenta también el número de informáticos que crean nuevos programas para que sus virus y otros spam superen con éxito las barreras protectoras. Por Vanessa Marsh.


Vanessa Marsh
04/04/2004

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El vertiginoso e imparable aumento de los correos electrónicos no deseados (spams) comienza a amenazar la vida de Internet, según un estudio realizado por el Pew Internet & American Life Project según el cual el 88% de los internautas norteamericanos están alarmados por la creciente intoxicación que sufren los correos electrónicos.

Los correos electrónicos no deseados, que han aumentado en forma de avalancha desde comienzos de 2004, están provocando que muchos internautas renuncien al uso de este sistema de comunicación electrónica, limitando su conexión a la navegación a través de Internet.

El estudio se realizó entre el 3 de febrero pasado y el uno de marzo, período en el que el correo electrónico no deseado ha experimentado su mayor auge a pesar de una nueva normativa anti spam implantada en Estados Unidos.

El 77% de los encuestados manifestó que los spam han provocado una profunda decepción sobre Internet que les lleva a retirarse de la red de redes. Eso quiere decir que en Estados Unidos uno de cuatro internautas ha renunciado o reducido su tiempo de conexión a Internet como consecuencia de la invasión que padece el correo electrónico.

El principio del fin

El fenómeno del spam no ha hecho sino comenzar y amenaza con provocar profundas consecuencias sobre la comunidad cibernauta porque el flujo de correos tan estúpidos como inútiles, cuando no destructivos, está a punto de terminar con la paciencia de numerosos internautas.

Lo más grave es que el fenómeno del spam es que cuanto más progresa la tecnología y más se difunde, aumenta también el número de informáticos que crean nuevos programas para que sus virus y otros spam superen con éxito las barreras protectoras de los correos electrónicos y perjudiquen a la comunidad de cibernautas.

Los spams, que según datos del año pasado, representan el 62% del volumen total del correo electrónico que circula por el mundo, se multiplican asociados a virus informáticos que se multiplican y expanden de forma exponencial a través de Internet.

Los datos del estudio señalan también que el 29% de los usuarios del correo electrónico han reducido su uso debido al spam. En junio pasado, este porcentaje era del 25%.

Impacto generalizado

Asimismo, el 63% de los cibernautas expresaron que la afluencia masiva de spams ha aumentado su desconfianza hacia el correo electrónico. En junio pasado este porcentaje era del 52%.

El 77% de los internautas expresaron que el spam era desagradable y molesto, frente al 70% de los que así pensaban en junio de 2003. El 71% acusa recibo de correo electrónico no deseado de naturaleza pornográfica.

La investigación constató que el impacto del spam lo registran todos los grupos demográficos de cibernautas y que esta ofensiva no distingue entre categorías de navegantes: hombres, mujeres, blancos, negros, ricos, pobres, acusan niveles equivalentes de intoxicación en sus respectivos correos electrónicos.

Lo que sí es diferentes es la reacción de los cibernautas frente al spam, ya que las mujeres son más proclives al abandono de la red y los jóvenes los más resistentes, según el referido estudio, que se realizó sobre un total de 2.204 adultos norteamericanos de los que 1.371 eran usuarios de Internet.

El estudio puso de manifiesto, por último, que el 5% de los encuestados había realizado un pedido a partir de un spam, que el 9% de los cibernautas habían descubierto que las ofertas eran fraudulentas y que el 3% facilitó información personal a emisores de estos correos no deseados. Puede que estos porcentajes sean suficientes para justificar la ofensiva de los spams.



Vanessa Marsh
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