La identificación por radiofrecuencia (RFID) puede guiar a los terroristas

La Real Academia de Ingeniería de Londres advierte de los peligros de la vigilancia tecnológica


Las tarjetas RFID, con toda la información personal de un individuo, puede ser leída a distancia gracias a lectores “piratas” y servir para cometer atentados terroristas, advierte la Real Academia de Ingeniería de Londres. En un informe sobre los dilemas de la vigilancia tecnológica, señala que cualquier fallo en las redes electrónicas de datos de la seguridad social conllevaría un colapso en la atención médica, o que un fallo de Internet puede bloquear las comunicaciones. Considera que los avances en este tipo de tecnologías deben conllevar un fuerte desarrollo de la seguridad, con el fin de evitar espionaje, abusos e incluso situaciones de caos. Por Olga Castro-Perea.


Olga Castro-Perea
05/04/2007

Implante RFID en la mano de una persona
La Real Academia de Ingeniería de Londres acaba de hacer público un Informe sobre los dilemas de la seguridad en el que advierte, entre otras cosas, de los riesgos que supone la expansión de la RFID o identificación por radiofrecuencia.

La RFID es un sistema para el almacenamiento y recuperación de datos por control remoto y que, con la forma de una pegatina, puede ser adherido a un producto, un animal o a una persona.

Dado que contiene antenas para recibir y responder a peticiones por radiofrecuencias desde un emisor, este sistema funciona como identificador mediante ondas de radio. Las tecnologías RFID se agrupan dentro de las denominadas Auto ID o Identificación Automática.

Peligro inminente

El informe señala que este sistema de identificación no sólo es veloz y eficaz, sino que también conlleva ciertos riesgos. Por ejemplo: que un terrorista pueda tener acceso a la información que contienen las pegatinas, pueda conocer a distancia detalles personales del individuo identificado, e incluso preparar una bomba para que ésta estalle cuando una persona de una identificación RFDI determinada se acerque.

De hecho, y según publica la revista eweek, se sabe que los datos almacenados sin encriptar en un chip de RFID contenido en un pasaporte pueden ser leídos secretamente por cualquiera que tenga un lector “pirata”, que puede incluso fabricarse con partes que se compran en Internet.

Tal y como advierte Nigel Gilbert, presidente de la sección de privacidad y vigilancia de la Real Academia de Ingeniería, con un lector de este tipo se puede recoger de cualquier chip RFID cualquier información que éste esté enviando: número del pasaporte, nombre, lugar en que se encuentra el individuo, su número de la seguridad social, etc.

Avances y riesgos

Por tanto, la tecnología avanza, pero también los peligros si no se tiene cuidado, advierte Gilbert. La sociedad de las telecomunicaciones, que nos posibilita grandes comodidades al abrirse la posibilidad de gestionar una gran cantidad de información por medios electrónicos, podría también convertirse en un riesgo si no tenemos cuidado.

Los ingenieros de telecomunicaciones tienen la clave para resolver este problema y encontrar el equilibrio, publica la Real Academia de Ingeniería en un comunicado, puesto que deben encontrar soluciones que nos permitan continuar adelante con estas fórmulas avanzadas de gestión de la información, al tiempo que aumenta la seguridad con que se maneja.

Otro de los temas que analiza el informe es el hecho de que, en el futuro, haya cada vez más bases de datos que alberguen información muy personal e incluso crucial para acceder a algunos servicios esenciales, como los médicos.

El riesgo aquí radicaría en los posibles fallos mecánicos o de los softwares que componen las redes que almacenan toda esta información, y que podrían suponer problemas inimaginables. Por otro lado, los errores humanos pueden facilitar que haya robos o que se pierdan datos, mientras que un sabotaje o cualquier tipo de ataque de virus o accidente conllevaría que las vidas de miles e incluso millones de personas corrieran peligro.

Crecimiento compensado

Gilbert señala que las tecnologías de recogida, almacenamiento, transmisión y procesamiento de datos se están desarrollando rápidamente con muchos beneficios potenciales, desde pagar cómodamente las facturas vía Internet a recibir un cuidado médico más especializado.

Sin embargo, dichas tecnologías pueden conllevar un impacto significativo para nuestra privacidad, por lo que su desarrollo debe estar controlado y gestionado por especialistas. La labor de los ingenieros de telecomunicaciones radicaría en aportar soluciones para la protección de la privacidad y la seguridad de los datos.

Como ejemplo, la información electrónica personal podría protegerse con métodos similares a los de la gestión de los derechos digitales para programas informáticos, que suelen proteger determinados tipos de materiales electrónicos con copyright, como la música, limitando así los riesgos de abuso.

Cámaras digitales

Por último, el informe también analiza los cambios en la vigilancia por cámaras, que pueden registrar imágenes digitales susceptibles de ser almacenadas por un tiempo ilimitado, lo que supone el tener una ingente cantidad de información que, gracias a los métodos cada vez más rápidos de identificación de rasgos faciales, entre otros, abren la puerta a saber todo de casi todo el mundo.

La Real Academia de Ingeniería reclama un mayor control por tanto sobre la proliferación de la vigilancia por cámara y más investigación sobre su uso en los lugares públicos, de manera que éstos puedan estar controlados al tiempo que se minimiza el impacto en la privacidad del público.



Olga Castro-Perea
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Tags : rfid



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