En medio de la tormenta desatada por el libro de Dawkins El espejismo de Dios, otro físico de renombre, Frank Tipler, acaba de publicar otro libro, La física del cristianismo, que llega a la conclusión contraria: la existencia de Dios no sólo puede probarse por medio de la física, sino que hay evidencias de su trinidad, lo que le lleva a concluir que sólo el cristianismo puede ser considerado, según la ciencia, una religión verdadera. Aunque Tipler ha sido un científico muy controvertido tras la publicación de su anterior libro, La física de la inmortalidad, las duras críticas recibidas por la obra de Dawkins sitúan a ambos físicos en el pedestal de la polémica. Quizás ha llegado el momento de preguntarse qué está pasando en el mundo de la ciencia y de la religión, al que nos ya nos hemos referido en otro artículo, porque a medida que progresan los conocimientos y evoluciona la teología, aumenta la confusión sobre una cuestión tan importante para las personas como es la, discutida por unos y supuestamente demostrada por otros, trascendencia de la vida. La cuestión subyacente no es menos crucial: ¿puede y debe la ciencia afirmar o negar la autenticidad de una creencia? La evidente crisis de la religión convive con la pretensión de algunos científicos de sustituirla por la ciencia y del intento de otros de recuperarla con argumentos científicos. Todo un espectáculo.