La expansión urbana prevista, por regiones. Fuente: PNAS
En 2030 el crecimiento de las ciudades habrá hecho desaparecer 300.000 kilómetros cuadrados de las tierras actualmente cultivadas del mundo, estima un nuevo estudio publicado en PNAS. La urbanización global tendrá lugar en tierras agrícolas que son casi dos veces más fértiles que el promedio mundial.
A nivel mundial, las tierras de cultivo que probablemente se perderán son las que generaron entre el 3% y el 4% de la producción mundial de cultivos en el año 2000, señala el estudio. Un comunicado del MCC añade que los alimentos producidos en esa superficie serían suficientes para proporcionar a más de 300 millones de personas 2.500 calorías por día durante un año entero.
El impacto de esta dinámica urbana sobre las tierras de cultivo acarreará problemas para la seguridad alimentaria global, según los investigadores, que se añadirán a los problemas causados por el cambio climático y el rápido crecimiento demográfico.
La población mundial ha pasado de los casi 1.000 millones de habitantes en el año 1800 a más de 6.000 millones en el año 2000. En 2016 se han alcanzado los 7.400 millones de habitantes. Algunas proyecciones estiman que la población mundial podría llegar a 8.500 millones en 2030.
Los investigadores han combinado un conjunto de datos para extraer estas conclusiones: la localización de las tierras cultivadas, la productividad y la proyectada expansión urbana.
El estudio examinó también la pérdida total de cultivos en todo el mundo. Para determinar la productividad de esa tierra, los investigadores utilizaron la producción agregada de los 16 cultivos alimentarios más importantes, incluyendo por ejemplo el maíz, el arroz, la soja y el trigo.
Según sus cálculos, el fuerte crecimiento del tamaño de las ciudades supondrá la pérdida de entre el 1,8% y el 2,4% de la superficie cultivada en todo el mundo en el año 2030.
Los efectos de esta situación dependen de la dinámica de urbanización en cada país. El 80% de las pérdidas de tierras de cultivo corresponderán a Asia y África, donde la urbanización será más rápida. En la India el proceso de urbanización no es tan rápido como en China y menor a escala global, por lo que las pérdidas de tierras cultivables serás significativamente más bajas en este país.
Las zonas más afectadas por la expansión urbana serán Egipto, Nigeria, los países ribereños del lago Victoria en África y el Este de China. Sólo China tendrá que soportar una cuarta parte de la pérdida global de tierras cultivables, que asciende a casi 80.000 km².
A nivel mundial, las tierras de cultivo que probablemente se perderán son las que generaron entre el 3% y el 4% de la producción mundial de cultivos en el año 2000, señala el estudio. Un comunicado del MCC añade que los alimentos producidos en esa superficie serían suficientes para proporcionar a más de 300 millones de personas 2.500 calorías por día durante un año entero.
El impacto de esta dinámica urbana sobre las tierras de cultivo acarreará problemas para la seguridad alimentaria global, según los investigadores, que se añadirán a los problemas causados por el cambio climático y el rápido crecimiento demográfico.
La población mundial ha pasado de los casi 1.000 millones de habitantes en el año 1800 a más de 6.000 millones en el año 2000. En 2016 se han alcanzado los 7.400 millones de habitantes. Algunas proyecciones estiman que la población mundial podría llegar a 8.500 millones en 2030.
Los investigadores han combinado un conjunto de datos para extraer estas conclusiones: la localización de las tierras cultivadas, la productividad y la proyectada expansión urbana.
El estudio examinó también la pérdida total de cultivos en todo el mundo. Para determinar la productividad de esa tierra, los investigadores utilizaron la producción agregada de los 16 cultivos alimentarios más importantes, incluyendo por ejemplo el maíz, el arroz, la soja y el trigo.
Según sus cálculos, el fuerte crecimiento del tamaño de las ciudades supondrá la pérdida de entre el 1,8% y el 2,4% de la superficie cultivada en todo el mundo en el año 2030.
Los efectos de esta situación dependen de la dinámica de urbanización en cada país. El 80% de las pérdidas de tierras de cultivo corresponderán a Asia y África, donde la urbanización será más rápida. En la India el proceso de urbanización no es tan rápido como en China y menor a escala global, por lo que las pérdidas de tierras cultivables serás significativamente más bajas en este país.
Las zonas más afectadas por la expansión urbana serán Egipto, Nigeria, los países ribereños del lago Victoria en África y el Este de China. Sólo China tendrá que soportar una cuarta parte de la pérdida global de tierras cultivables, que asciende a casi 80.000 km².
Cultivos amenazados
Los investigadores expresan su preocupación por lo que pueda ocurrir con los cultivos de maíz, arroz, soja y trigo, que son piedras angulares de la alimentación global.
Asia experimentará la mayor pérdida absoluta de tierras de cultivo, mientras que los países africanos experimentarán el mayor porcentaje de pérdida de tierras de cultivo.
Según explica Felix Creutzig, uno de los investigadores, en The Guardian, Nigeria perderá el 17% de su producción de arroz y el 12% de su producción de maíz está amenazada. Egipto perderá el 40% de su producción de arroz y más del 60% de su producción de maíz. El arroz, a nivel global, perderá el 9% de su producción actual, lo que ocurrirá predominantemente en Asia.
Para los investigadores, las dinámicas urbanas vinculadas al crecimiento demográfico, entre otros factores, ejercen una presión sobre los sistemas alimenticios que amenaza la subsistencia en regiones vulnerables del planeta.
Un problema adicional es que no resulta sencillo desplazar los cultivos cuando se expanden las ciudades, si bien la agricultura urbana puede ejercer una función paliativa de esta dinámica.
Aunque no es suficiente para nutrir a la población de las ciudades, la agricultura urbana es importante para mantener la cadena local de suministro y proporcionar subsistencia a los agricultores urbanos, destacan los investigadores.
Los investigadores expresan su preocupación por lo que pueda ocurrir con los cultivos de maíz, arroz, soja y trigo, que son piedras angulares de la alimentación global.
Asia experimentará la mayor pérdida absoluta de tierras de cultivo, mientras que los países africanos experimentarán el mayor porcentaje de pérdida de tierras de cultivo.
Según explica Felix Creutzig, uno de los investigadores, en The Guardian, Nigeria perderá el 17% de su producción de arroz y el 12% de su producción de maíz está amenazada. Egipto perderá el 40% de su producción de arroz y más del 60% de su producción de maíz. El arroz, a nivel global, perderá el 9% de su producción actual, lo que ocurrirá predominantemente en Asia.
Para los investigadores, las dinámicas urbanas vinculadas al crecimiento demográfico, entre otros factores, ejercen una presión sobre los sistemas alimenticios que amenaza la subsistencia en regiones vulnerables del planeta.
Un problema adicional es que no resulta sencillo desplazar los cultivos cuando se expanden las ciudades, si bien la agricultura urbana puede ejercer una función paliativa de esta dinámica.
Aunque no es suficiente para nutrir a la población de las ciudades, la agricultura urbana es importante para mantener la cadena local de suministro y proporcionar subsistencia a los agricultores urbanos, destacan los investigadores.
Referencia
Future urban land expansion and implications for global croplands. Christopher Bren d’Amour et alia. PNAS. doi:10.1073/pnas.1606036114