La edad es el primer condicionante para la generalización de las TIC en España

El género, el precio de los servicios o la ubicación geográfica suponen menor inhibición de lo esperado


Un nuevo informe publicado por el centro Enter ha puesto de relieve los factores que actualmente ralentizan la expansión de las TIC en España. El primero de ellos: la edad. Tener más de 65 años es el principal problema para usar las nuevas tecnologías de comunicación e información, especialmente en el caso de ordenadores e Internet. Otros factores condicionantes son los niveles de estudios (las TIC son más utilizadas entre las personas con mayor nivel académico) o el nivel de ingresos familiar. Pero, en unos años, asegura Enter, todo cambiará. En 2030, la mayoría de la población habrá nacido después de 1960 y, según la evolución de los porcentajes, también habrá estudiado más. Durante ese camino, nos iremos acercando a los niveles de Europa. Por Olga Castro-Perea.


Olga Castro-Perea
05/07/2007

A pesar de la edad, muchas personas mayores ya están en Internet.
La generalización del uso de las tecnologías de la información y de la comunicación TIC en nuestro país se ve condicionado especialmente por la franja de edad de los usuarios: tener más de 45 años y, sobre todo, sobrepasar los 65, actúa como factor principal de ralentización en la adopción de estas tecnologías, señala un estudio realizado por el Centro de Análisis para la Sociedad de la Información y las Telecomunicaciones, Enter, que ha sido presentado hoy en Madrid.

Por el contrario, la predisposición más favorable se concentra en los grupos de edad inferior a 45 años, y muy especialmente por debajo de 25 años, así como entre aquella población que ha cursado estudios secundarios completos o superiores.

Otros aspectos, como el precio de los servicios, el sexo o la ubicación geográfica, no aparecen como inhibidores, o lo hacen de forma irrelevante. La adaptación de las TIC se ve muy favorecida siempre por la actitud protecnológica o positiva a los cambios.

Objetivos del informe

La presente investigación señala asimismo que la mayoría de la población expuesta a las TIC las usaría ocasionalmente, convirtiéndose rápidamente en usuarios del teléfono móvil (97% de los casos), del ordenador (79%) y de Internet (79%).

Por otro lado, la incorporación de las TIC a las vidas cotidianas de los usuarios se da en un 78% en el caso de la telefonía móvil, en un 49% en el de Internet y en más del 60% en el caso de los ordenadores.

El informe, que ha estado patrocinado por Telefónica y Red.es, con la colaboración de Metroscopia, ha tenido como objetivo identificar los principales inhibidores sociales y culturales que afectan el desarrollo de la sociedad de la información en España, identificando tres categorías esenciales del proceso de implantación de las TIC: exposición (o introducción); adopción, y absorción (uso cotidiano de las TIC).

Los resultados han constatado importantes diferencias entre el uso de los ordenadores e Internet, de una parte, y de la telefonía móvil, por otra, en todos las categorías de implantación de las TIC antes mencionadas: dos tercios del total de la población ha usado alguna vez los ordenadores o Internet (casi en igual medida) pero, en cambio, más del 85% de la población ha usado al menos una vez el móvil. Sólo el 14,4% de los habitantes de nuestro país jamás ha tenido acceso a la telefonía móvil, mientras que este porcentaje ronda el 40% en el caso de la falta de contacto poblacional con ordenadores o la Red.

Buena acogida de las TIC entre los inmigrantes

La población inmigrante en nuestro país presenta una predisposición muy positiva a la adopción de las TIC, por la edad media de dicha población y también por su situación vital, alejados de sus familias de origen. En estos casos, estas tecnologías se convierten en un medio accesible para comunicarse con el entorno social de procedencia.

El éxito de la telefonía móvil se achaca a la posibilidad de contactar a las personas, en cualquier momento y ubicación, y con un manejo relativamente sencillo. A Internet y a la informática le cuesta algo más expandirse porque su uso suele relacionarse con ciertos niveles de estudios y conocimientos, siendo un factor de impulso importante el hecho de tener estudios secundarios completos y, especialmente, universitarios. También vivir en un hogar con ingresos medios o altos suele suponer un acicate para el uso de los ordenadores e Internet.

Por otro lado, el informe vuelve a incidir en la reticencia a la realización de compras a través de Internet, debido a los recelos que suele tener el público ante este servicio: en Internet no se puede tocar, ver, preguntar o reclamar las compras; existe el miedo a perder la privacidad de datos personales; y se teme por la seguridad de las transacciones.

Expansión al nivel Europeo

El estudio señala finalmente que el escenario podría cambiar mucho de aquí a 2030. En primer lugar, por una razón muy sencilla: para ese año, la mayor parte de la población española habrá nacido después de 1960 (año que delimita el factor inhibidor establecido), por lo que gran parte de ella estará familiarizada ya con estos medios.

Por otro lado, se presupone que para entonces habrá un perfil de población activa dotado de formación secundaria o superior, según se infiere de la evolución de los porcentajes crecientes de ciudadanos que alcanzan ese nivel educativo.

Si a ambos factores (edad y nivel educativo) se añade la previsión de unos flujos migratorios relevantes, resulta que cualquier proyección de los indicadores de extensión y uso de las TIC en la sociedad española tiende a equipararse aceleradamente al promedio del resto de la Unión Europea.



Descargue aquí el Informe



Olga Castro-Perea
Artículo leído 9841 veces



Más contenidos