Imagen: geralt. Fuente: Pixabay.
La crisis económica de 2008-10, y el aumento del paro que la acompañó, se asoció con un exceso de más de 260.000 muertes relacionadas con el cáncer, incluyendo muchas consideradas tratables, dentro de los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), según un estudio de la Universidad de Harvard (EE.UU.), el Imperial College de Londres y la Universidad de Oxford (Reino Unido).
Los investigadores encontraron que el exceso de impacto del cáncer se mitigaba en los países que tenían cobertura sanitaria universal y en los que había aumentado el gasto público en atención de salud durante el período de estudio. La investigación se ha publicado en The Lancet, informa Harvard en una nota.
"El aumento del desempleo debido a la crisis y las medidas de austeridad económica tienen relación con un mayor número de muertes por cáncer. La cobertura universal de salud protege contra estas muertes", afirma Rifat Atun, profesor de sistemas de salud de la Escuela Chan de Harvard y autor principal del estudio. Añade que el aumento del desempleo durante la crisis económica puede haber limitado el acceso de las personas a la asistencia sanitaria, lo que lleva a diagnósticos más tardíos y a un tratamiento insuficiente o tardío.
El autor principal Mahiben Maruthappu, del Imperial College de Londres, señala: "También encontramos que el gasto sanitario público estaba fuertemente asociado con la mortalidad del cáncer, lo cual sugire que los recortes sanitarios podrían costar vidas".
Aunque estudios previos han demostrado conexiones entre los cambios económicos y las tasas de suicidios, las enfermedades cardiovasculares, y la mortalidad general, sólo unos pocos habían examinado la relación entre las crisis económicas y el impacto del cáncer, especialmente en países con sistemas de seguridad social y de salud subdesarrollados.
Los investigadores analizaron la relación entre el desempleo, el gasto en salud pública y la mortalidad por cáncer usando datos de 1990-2010 de más de 70 países con ingresos altos y medianos, que suponen aproximadamente 2 mil millones de personas.
Los investigadores analizaron las muertes por varios tipos de cáncer "tratables", para los cuales las tasas de supervivencia del cáncer superan el 50% -incluidos el de mama en mujeres, el de próstata en hombres, y el colorrectal en hombres y mujeres-, y por unos pocos tipos de cáncer "intratables", con tasas de supervivencia a cinco años de menos del 5% -incluidos los de pulmón y de páncreas en hombres y mujeres-.
Los investigadores encontraron que el exceso de impacto del cáncer se mitigaba en los países que tenían cobertura sanitaria universal y en los que había aumentado el gasto público en atención de salud durante el período de estudio. La investigación se ha publicado en The Lancet, informa Harvard en una nota.
"El aumento del desempleo debido a la crisis y las medidas de austeridad económica tienen relación con un mayor número de muertes por cáncer. La cobertura universal de salud protege contra estas muertes", afirma Rifat Atun, profesor de sistemas de salud de la Escuela Chan de Harvard y autor principal del estudio. Añade que el aumento del desempleo durante la crisis económica puede haber limitado el acceso de las personas a la asistencia sanitaria, lo que lleva a diagnósticos más tardíos y a un tratamiento insuficiente o tardío.
El autor principal Mahiben Maruthappu, del Imperial College de Londres, señala: "También encontramos que el gasto sanitario público estaba fuertemente asociado con la mortalidad del cáncer, lo cual sugire que los recortes sanitarios podrían costar vidas".
Aunque estudios previos han demostrado conexiones entre los cambios económicos y las tasas de suicidios, las enfermedades cardiovasculares, y la mortalidad general, sólo unos pocos habían examinado la relación entre las crisis económicas y el impacto del cáncer, especialmente en países con sistemas de seguridad social y de salud subdesarrollados.
Los investigadores analizaron la relación entre el desempleo, el gasto en salud pública y la mortalidad por cáncer usando datos de 1990-2010 de más de 70 países con ingresos altos y medianos, que suponen aproximadamente 2 mil millones de personas.
Los investigadores analizaron las muertes por varios tipos de cáncer "tratables", para los cuales las tasas de supervivencia del cáncer superan el 50% -incluidos el de mama en mujeres, el de próstata en hombres, y el colorrectal en hombres y mujeres-, y por unos pocos tipos de cáncer "intratables", con tasas de supervivencia a cinco años de menos del 5% -incluidos los de pulmón y de páncreas en hombres y mujeres-.
Cobertura universal
Los investigadores encontraron que los aumentos en el desempleo se asociaron con un aumento de la mortalidad por todos los tipos de cáncer incluidos en el estudio. La asociación era más fuerte para los cánceres tratables, lo que sugiere que la falta de acceso a la atención puede haber sido un factor en este exceso de muertes.
Además, comparando las estimaciones de muertes por cáncer esperadas con las muertes reales entre 2008 y 2010, encontraron que la reciente crisis económica mundial estaba vinculada con un exceso de más de 260.000 muertes por cáncer en los 35 estados miembros de la OCDE.
Los efectos adversos para la salud persistían durante varios años después de los aumentos iniciales de desempleo, encontró el estudio. Además, el exceso de muertes por cáncer era un problema más importante en los países de ingresos medios que en los de ingresos altos.
En los países con un sistema universal de salud -definidos en el estudio como los países que tienen una legislación que obliga a tener un sistema universal, una cobertura de salud de más del 90%, y más del 90% de asistencia experta en el parto- el vínculo entre el desempleo y el exceso de muertes por cáncer desaparecía, lo que sugiere que un mayor acceso a la atención sanitaria desempeña un papel clave en la mitigación del problema.
Veintiséis países de la OCDE tienen un sistema universal, mientras que nueve -Barbados, Letonia, Lituania, Malta, México, Polonia, Rusia, EE.UU. y Uruguay- no lo tienen.
Los investigadores también encontraron que los aumentos en el gasto en salud del sector público ayudaron a mitigar el impacto negativo en la salud de los aumentos de desempleo.
Una limitación del estudio fue que no es un análisis verdaderamente global, dada la escasez de datos de China, India y los países de bajos ingresos. El estudio también fue incapaz de sacar conclusiones firmes acerca de la causalidad, aunque los autores señalan que los cambios en el desempleo fueron seguidos por los cambios en la mortalidad por cáncer, lo que sugiere una relación causal.
Los investigadores encontraron que los aumentos en el desempleo se asociaron con un aumento de la mortalidad por todos los tipos de cáncer incluidos en el estudio. La asociación era más fuerte para los cánceres tratables, lo que sugiere que la falta de acceso a la atención puede haber sido un factor en este exceso de muertes.
Además, comparando las estimaciones de muertes por cáncer esperadas con las muertes reales entre 2008 y 2010, encontraron que la reciente crisis económica mundial estaba vinculada con un exceso de más de 260.000 muertes por cáncer en los 35 estados miembros de la OCDE.
Los efectos adversos para la salud persistían durante varios años después de los aumentos iniciales de desempleo, encontró el estudio. Además, el exceso de muertes por cáncer era un problema más importante en los países de ingresos medios que en los de ingresos altos.
En los países con un sistema universal de salud -definidos en el estudio como los países que tienen una legislación que obliga a tener un sistema universal, una cobertura de salud de más del 90%, y más del 90% de asistencia experta en el parto- el vínculo entre el desempleo y el exceso de muertes por cáncer desaparecía, lo que sugiere que un mayor acceso a la atención sanitaria desempeña un papel clave en la mitigación del problema.
Veintiséis países de la OCDE tienen un sistema universal, mientras que nueve -Barbados, Letonia, Lituania, Malta, México, Polonia, Rusia, EE.UU. y Uruguay- no lo tienen.
Los investigadores también encontraron que los aumentos en el gasto en salud del sector público ayudaron a mitigar el impacto negativo en la salud de los aumentos de desempleo.
Una limitación del estudio fue que no es un análisis verdaderamente global, dada la escasez de datos de China, India y los países de bajos ingresos. El estudio también fue incapaz de sacar conclusiones firmes acerca de la causalidad, aunque los autores señalan que los cambios en el desempleo fueron seguidos por los cambios en la mortalidad por cáncer, lo que sugiere una relación causal.
Referencia bibliográfica:
Mahiben Maruthappu, Johnathan Watkins, Aisyah Mohd Noor, Callum Williams, Raghib Ali, Richard Sullivan, Thomas Zeltner, Rifat Atun: Economic downturns, universal health coverage, and cancer mortality in high-income and middle-income countries, 1990–2010: a longitudinal analysis. The Lancet (2016). DOI: 10.1016/S0140-6736(16)00577-8.
Mahiben Maruthappu, Johnathan Watkins, Aisyah Mohd Noor, Callum Williams, Raghib Ali, Richard Sullivan, Thomas Zeltner, Rifat Atun: Economic downturns, universal health coverage, and cancer mortality in high-income and middle-income countries, 1990–2010: a longitudinal analysis. The Lancet (2016). DOI: 10.1016/S0140-6736(16)00577-8.