La crisis afecta también al personal que no es despedido

La incertidumbre mina su moral y sólo la comunicación y la flexibilidad pueden ayudarles


Asegurar el compromiso y retener trabajadores es uno de los grandes retos a los que se enfrentan los directivos en la actualidad, según un estudio encargado por Merrill Lynch en los primeros momentos de la crisis financiera en los Estados Unidos. La comunicación y la flexibilidad se presentan como aspectos clave para conseguirlo, ya que pueden contribuir a hacer más llevadera la presión, el miedo y la frustración que sienten muchos trabajadores al ver como su empleo pende de un hilo. Por Raúl Morales.


Raúl Morales
29/10/2008

Mientras algunas de las instituciones financieras más venerables colapsan y miles de trabajadores son despedidos, los directivos de Wall Street tienen otro reto: cómo inspirar y animar a los empleados que no han perdido su puesto de trabajo.

“Lo que realmente motiva a los empleados no es el dinero, sino el puesto”, comenta John Katzenbach, autor de docenas de libros y socio de una consultora especializada en este tema, en declaraciones a Forbes. “Lo que motiva a los empleados es cómo se sienten respecto al trabajo en sí”.

Uno de los mayores errores de estas firmas financieras es haber basado su sistema de recursos humanos en los bonos. Cuando la crisis golpea, el dinero escasea y las oportunidades también, por lo que las herramientas que los directivos tenían para motivar sencillamente no existen.

En los albores de la crisis financiera, Merrill Lynch encargó un estudio sobre la motivación de los empleados en el sector de los servicios financieros. En el estudio también participaron Lehman Brothers, Credit Suisse, Citigroup, Goldman Sachs y Moddy´s.

Furiosos, ansioso, estresados

El estudio fue realizado por el Center for Work-Life Policy y por Sylvia Ann Hewlett Associates. Su principal conclusión fue que los directivos senior de este sector estaban “furiosos, ansiosos y muy estresados”.

Asimismo, puso de manifiesto que la fidelidad y el compromiso de los empleados estaban por los suelos. Tres de cada cinco participantes dijeron que estaban pensando en dejar su trabajo, mientras que uno de cada cuatro afirmó estar buscando trabajo activamente.

Para mantener el compromiso del staff en momentos de estrés “es necesario empezar con algo tan sencillo como una comunicación efectiva”, comenta Subha Barri de Merril Lynch. En concreto, recomienda organizar reuniones de equipo para informar a todo el mundo de las últimas noticias. Esta manera de mantener al staff unido evita también que se enteren de su futuro por los medios de comunicación.

Los despidos masivos hacen que los que se quedan se sientan muy inseguros. Un directivo puede afrontar este hecho “estresando” más a ese trabajador, ya que más trabajo significa más seguridad laboral. También es una forma de demostrar que las empresas confían más en los trabajadores que se quedan.

Los directivos también deben mostrar que están ahí para quedarse. Muchas veces, cuando una empresa tiene problemas, la gente teme que la persona a la que reportan o su líder les deje.

El estudio demuestra que en los momentos más duros de la crisis financiera los trabajadores han mostrado más ansiedad y diferentes problemas físicos y psicológicos: úlceras, pérdida de memoria, problemas de fertilidad o depresión. Los directivos tienen que tener en cuenta estos sentimientos.

Más flexibilidad

Una opción para mitigar estos efectos es la flexibilidad. Así, los directivos pueden llevar a comer a su equipo o hacer parte del trabajo en un sitio diferente en el que normalmente están.

“Trabajar fuera es una buena forma de quitarse de encima el estrés”, comenta Barri. En el caso de los empleados en el sector financiero es especialmente cierto, ya que éstos suelen rebajar su nivel de estrés fumando mucho, bebiendo o tomando pastillas para dormir.

Algunos directivos sugieren también organizar lo que llaman “Fast Fridays”(los trabajadores rotan los viernes para tomarse la mitad del día libre) y ofrecer mini épocas sabáticas de menos de seis meses.

Si una empresa va a despedir a gente, es necesario que se actúe con rapidez, comenta Katzenbach. “Hasta que esté hecho, todo el mundo se siente inseguro y mientras eso sea así sólo se preocuparán de una cosa”. Es complicado que se puedan centrar en otra cosa y la motivación en tal caso es casi imposible.

Por esta razón, la manera en que los directivos traten a los empleados que van a dejar la empresa e incluso la manera en que les ayuden a encontrar un nuevo trabajo es crucial. Se puede mantener el contacto con los empleados despedidos mediante un “banco de talentos” con oportunidades de trabajo.

Para quienes mantienen su puesto cuando hay despidos masivos, las crisis es una oportunidad. En estas circunstancias, los directivos deben abrir oportunidades reales para que sus empleados puedan prosperar dentro de la propia organización.

Asimismo, los directivos pueden ayudar a sus trabajadores a entender que la crisis es una oportunidad para estar mejor preparados ante nuevos retos. Normalmente cuando los empleados hacen esta lectura de las crisis son más fuertes y mejores, dice el estudio.



Raúl Morales
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