La competencia digital debe ser una asignatura de infantil, secundaria y bachillerato

El nuevo coloquio de Tendencias21 TV reúne a dos profesores para discutir sobre la implantación de la programación informática en las aulas


La importancia del aprendizaje de programación en la educación obligatoria es una realidad avalada por las propuestas de países como EEUU y Reino Unido, y que en España se quiere implantar en todos los institutos como materia curricular. La competencia digital, el pensamiento computacional, y la apertura de nuevas posibilidades de trabajo son algunas de las ventajas del aprendizaje de la programación en las aulas.


Jorge Lázaro
01/06/2015

Las nuevas tecnologías forman parte integral de la vida de las personas, pero... ¿entendemos cómo funcionan? La importancia del aprendizaje de la informática y la programación para los alumnos de Educación Secundaria, y las propuestas de los responsables de educación a este respecto, son el punto de partida de este debate de Tendencias21 TV moderado por Ernesto Estévez.
 
En el coloquio contamos con la presencia de Víctor Robles, profesor titular y director de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Informáticos de la Universidad Politécnica de Madrid; y de Jesús Álvarez, profesor de Tecnología en el Instituto de Educación Secundaria Gerardo Diego (Pozuelo).
 
El debate se abre con el comentario de la propuesta de la Conferencia de Directores y Decanos de Escuelas de Ingeniería Informática (CODDII), que representa Víctor Robles, y que afirma la necesidad de convertir la "competencia digital" no ya en una asignatura troncal en Secundaria y Bachillerato, sino en parte de la formación de los alumnos desde el comienzo de sus estudios.
 
Para Jesús Álvarez cabría llevar este debate más allá, hasta la Educación Infantil. No basta, afirma, con la propuesta de la Comunidad de Madrid de crear esta asignatura con entidad propia, sino que hay que preocuparse mucho por integrarla en todos los estadios educativos, sin menoscabar los contenidos de la enseñanza de Tecnología. Además, hace incisión en lo vital de que los alumnos "conecten con el mundo físico".
 
"Es imprescindible que los alumnos sepan más de esta tecnología que están utilizando para poder afrontar el futuro profesional con más conocimientos", afirma Víctor Robles. En este sentido, ambos ponentes coinciden en reafirmar la importancia de que los alumnos sepan cómo funcionan unas tecnologías presentes en este mundo digital que habitamos, y que por tanto conocen de primera mano.

Medidas insuficientes

De momento, la propuesta solo entra en los planes de estudio de las comunidades autónomas de Madrid y Navarra. El plan, dice Jesús Álvarez, es un paso importante, inevitable, pero insuficiente, pues en Madrid no es una materia troncal y solo ocupa dos horas semanales, y en Navarra solo se plantea como parte de la asignatura de Matemáticas.

La experiencia hasta el momento en quince institutos tecnológicos madrileños difícilmente sirve como ejemplo para evaluar la propuesta de la CODDII, pues es diferente del proyecto final que se implantará, en cuanto a horas y contenido.

Por otra parte, la concreción de los contenidos lleva, dice Jesús Álvarez, cierto retraso, por la rapidez de avance de las tecnologías. Cabría fijarse en países como EEUU (con el impulso del MIT a herramientas como Scratch, que ayudan a los más pequeños a aprender programación) o Reino Unido, donde la programación se ha introducido en las aulas con mayor velocidad y acierto.

Herramientas para la formación

Siguiendo esos modelos de EEUU y de herramientas gratuitas, afirma Víctor Robles que estamos más que preparados para enseñar programación en las aulas, desde el punto de vista del software.

También en el hardware cree que hay medios suficientes, opinión que matiza Jesús Álvarez al explicar que, a pesar de que la programación no tiene requisitos del sistema inalcanzables, sí que pueden toparse con dificultades en ciertos aspectos; además, lo ideal sería que existieran más ordenadores para que hubiera uno por cada alumno.

En cuanto a la formación del profesorado, se destaca como una de las principales preocupaciones, y para ello se han realizado iniciativas como Code Madrid, que han ayudado a los docentes a prepararse para impartir la asignatura.

Una finalidad múltiple

El objetivo fundamental de la asignatura no es algo tan concreto como la creación de una app, sino el concepto más general de que los alumnos conozcan la tecnología, no solo en sus usos, sino también en su funcionamiento. Se pretenden que las nuevas tecnologías no se vean ya como herramienta, sino como objetivo, para lograr esa "competencia digital" de que se habla en Europa.

Se quiere además que los alumnos puedan "aprender a aprender". Afirman ambos profesores que se corre el riesgo de que los alumnos se sientan tan atraídos por las herramientas de enseñanza que lleguen a superar a los profesores en poco tiempo.

Como valor añadido, además, Víctor Robles defiende la postura de la Unión Europea de que esta asignatura ayudará a los alumnos a acceder a puestos de trabajo, despertando vocaciones por carreras técnicas (ingenierías, fundamentalmente), al mostrar su atractivo desde edades tempranas. No solo eso, sino que Jesús Álvarez cree que les aportará competencias de autonomía en otros campos de trabajo.

El atractivo de la programación, afirman los ponentes, será similar al que puedan tener otras asignaturas, y dependerá al convertirse en obligatoria tanto del interés de los propios alumnos como de la actitud de los profesores hacia la materia.

Como conclusión, ambos ponentes insisten en la necesidad de darle fuerza a esta propuesta, implantándola con mayor número de horas en todas las comunidades, dado lo vital que resulta y el gran número de ventajas que ofrece a los alumnos.

Jesús Álvarez es profesor de informática en el Instituto de Educación Secundaria Gerardo Diego de Pozuelo.

Víctor Robles es Profesor Titular de Universidad en el Departamento de Arquitectura y Tecnología de Sistemas Informáticos (desde 2007), Licenciado en Informática por la Universidad Politécnica de Madrid (UPM)  como número uno de su promoción (1998), y Doctor en Informática por la UPM (2003). Además de ser Catedrático en la UPM es Decano de la Facultad de Informática (el primer profesor titulado por la UPM que ocupa ese cargo) y directivo de la Conferencia de Directores y Decanos de Ingeniería Informática.



Jorge Lázaro
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