Ángel Luis Luján.
El pasado 28 de marzo, se presentó en la FNAC de Valencia el primer libro del poeta murciano Miguel Mula, en la recién estrenada colección editorial Olcades Poesía.
En dicha presentación, el autor estuvo acompañando por su editor, José Luis Muñoz, y por el director de la colección, Ángel Luis Luján.
Yo acudí en calidad de amigo, para introducir a los asistentes en Arqueros a mi fiesta, título del trabajo poético que aglutina 20 años de escritura de Mula, poeta murciano residente en Cuenca.
Tras una animada e intensa lectura y comentarios de los poemas presentados, tuve la oportunidad de charlar con Ángel Luis Luján sobre la nueva aventura editorial que supone la colección Olcades.
¿Cómo nace el proyecto "Olcades Poesía" y quienes sois los responsables del mismo?
La iniciativa parte de José Luis Muñoz, responsable de la editorial Olcades, que decide relanzar una colección de poesía que tuvo en su día la editorial (colección "César"), en los años 80. En ella ya apareció algún título importante, como "Crímenes y baladas", de Francisco Umbral. José Luis Muñoz se puso en contacto conmigo para confiarme la dirección de la colección, que pasa a llamarse "Olcades poesía", encargo que acepté encantado.
¿Cuáles son los primeros libros seleccionados y qué peculiaridad destacarías de cada uno de los autores?
Hemos iniciado la colección con el primer libro de Miguel Mula, Arqueros en mi fiesta, un libro intenso, desconcertante en ocasiones, con un original e interesante juego de voces; un gran libro, en mi opinión, que llevaba años esperando ver la luz. Con ello, hemos querido poner de manifiesto que la colección es un espacio para la poesía de calidad que no encuentra su lugar en las grandes editoriales (si se puede hablar así, tratándose de poesía) porque tienen una política de edición viciada y reducida casi a premios subvencionados.
El segundo libro, por contraste, será de un poeta ya consagrado: "Bajo el signo de eros", de Antonio Gracia, que hace una propuesta que se sale en alguna medida de su línea habitual, con un tono más lúdico, pero que acaba desembocando por diversos caminos en la reflexión existencial, tono en el que siempre ha destacado.
Posteriormente vendrán libros de Pilar Blanco, Miguel Ángel Curiel, Ambrosio Gallego. Todos ellos marcados por la calidad poética, que queremos sea el distintivo de la colección, ya se trate de autores noveles o conocidos.
¿A qué lectores esperáis llegar mayormente?
Aunque la colección nace en Cuenca, nuestro deseo es que llegue a cualquier rincón de España donde haya gente que aprecie la buena poesía. Sabemos que no va a ser un público grande (nunca lo es el de la poesía), pero esperamos que llegue al mayor número de gente posible interesada en este minoritario género.
En dicha presentación, el autor estuvo acompañando por su editor, José Luis Muñoz, y por el director de la colección, Ángel Luis Luján.
Yo acudí en calidad de amigo, para introducir a los asistentes en Arqueros a mi fiesta, título del trabajo poético que aglutina 20 años de escritura de Mula, poeta murciano residente en Cuenca.
Tras una animada e intensa lectura y comentarios de los poemas presentados, tuve la oportunidad de charlar con Ángel Luis Luján sobre la nueva aventura editorial que supone la colección Olcades.
¿Cómo nace el proyecto "Olcades Poesía" y quienes sois los responsables del mismo?
La iniciativa parte de José Luis Muñoz, responsable de la editorial Olcades, que decide relanzar una colección de poesía que tuvo en su día la editorial (colección "César"), en los años 80. En ella ya apareció algún título importante, como "Crímenes y baladas", de Francisco Umbral. José Luis Muñoz se puso en contacto conmigo para confiarme la dirección de la colección, que pasa a llamarse "Olcades poesía", encargo que acepté encantado.
¿Cuáles son los primeros libros seleccionados y qué peculiaridad destacarías de cada uno de los autores?
Hemos iniciado la colección con el primer libro de Miguel Mula, Arqueros en mi fiesta, un libro intenso, desconcertante en ocasiones, con un original e interesante juego de voces; un gran libro, en mi opinión, que llevaba años esperando ver la luz. Con ello, hemos querido poner de manifiesto que la colección es un espacio para la poesía de calidad que no encuentra su lugar en las grandes editoriales (si se puede hablar así, tratándose de poesía) porque tienen una política de edición viciada y reducida casi a premios subvencionados.
El segundo libro, por contraste, será de un poeta ya consagrado: "Bajo el signo de eros", de Antonio Gracia, que hace una propuesta que se sale en alguna medida de su línea habitual, con un tono más lúdico, pero que acaba desembocando por diversos caminos en la reflexión existencial, tono en el que siempre ha destacado.
Posteriormente vendrán libros de Pilar Blanco, Miguel Ángel Curiel, Ambrosio Gallego. Todos ellos marcados por la calidad poética, que queremos sea el distintivo de la colección, ya se trate de autores noveles o conocidos.
¿A qué lectores esperáis llegar mayormente?
Aunque la colección nace en Cuenca, nuestro deseo es que llegue a cualquier rincón de España donde haya gente que aprecie la buena poesía. Sabemos que no va a ser un público grande (nunca lo es el de la poesía), pero esperamos que llegue al mayor número de gente posible interesada en este minoritario género.
¿Qué atractivos o beneficios puede aportar a cualquier persona leer poesía actualmente?
Creo que la poesía, y la literatura en general, constituye hoy en día un refugio ante la avalancha de mensajes confusos, superficiales, banales que nos asedian por todas partes. En especial la poesía nos permite explorar experiencias nuevas a través del lenguaje y plantear alternativas de mundo que nos cierra el lenguaje depauperado a que nos vemos sometidos diariamente. Y aunque parezca que la lectura de poesía es una práctica solitaria, mi experiencia personal es que constituye el cimiento para construir amistades y puentes entre personas (lazos auténticos) que hacen el mundo más vivible.
¿Todavía quedan poetas en las periferias o márgenes geográficos y estilísticos (predominantes), lejos de Madrid, Barcelona, Sevilla o Valencia, que puedan aportar al caudal de poéticas vigente su granito sustancial y provechoso? ¿Se te ocurren algunos nombres?
Por supuesto, la periferia cultural sigue existiendo. Pienso en el caso de Cuenca (que conozco mejor), con poetas a la altura de cualquier poeta que publique en Madrid o Barcelona, en muchos casos mejor, y, sin embargo, se ven recluidos en un circuito local por los problemas de monopolio de la cultura en torno a las grandes ciudades y las grandes editoriales. También conozco casos de otras provincias, y son tantos que si diera nombres me haría pesado y correría el riesgo de dejarme a alguien.
Creo que la poesía, y la literatura en general, constituye hoy en día un refugio ante la avalancha de mensajes confusos, superficiales, banales que nos asedian por todas partes. En especial la poesía nos permite explorar experiencias nuevas a través del lenguaje y plantear alternativas de mundo que nos cierra el lenguaje depauperado a que nos vemos sometidos diariamente. Y aunque parezca que la lectura de poesía es una práctica solitaria, mi experiencia personal es que constituye el cimiento para construir amistades y puentes entre personas (lazos auténticos) que hacen el mundo más vivible.
¿Todavía quedan poetas en las periferias o márgenes geográficos y estilísticos (predominantes), lejos de Madrid, Barcelona, Sevilla o Valencia, que puedan aportar al caudal de poéticas vigente su granito sustancial y provechoso? ¿Se te ocurren algunos nombres?
Por supuesto, la periferia cultural sigue existiendo. Pienso en el caso de Cuenca (que conozco mejor), con poetas a la altura de cualquier poeta que publique en Madrid o Barcelona, en muchos casos mejor, y, sin embargo, se ven recluidos en un circuito local por los problemas de monopolio de la cultura en torno a las grandes ciudades y las grandes editoriales. También conozco casos de otras provincias, y son tantos que si diera nombres me haría pesado y correría el riesgo de dejarme a alguien.
En Castilla-La Mancha, ¿qué valor añadido suma esta colección a las incesantes actividades literarias? ¿Se trata de salir del ámbito de la comunidad hacia afuera, o de traer otras voces al centro cultural conquense?
Como he explicado antes, el movimiento deseado es centrífugo, es decir irradiar calidad poética desde Cuenca, pero no exclusivamente desde autores conquenses, hacia toda España. Ello conllevaría, esperemos, una respuesta de reacción y de reactivación, pues en la medida en que vayamos publicando libros de autores de diversas procedencias y que la colección se vaya conociendo fuera, en la misma medida la propia Cuenca puede ser un centro de atracción de actividades poéticas, como ya lo es, por ejemplo, con el curso de poesía que celebramos todos los veranos en julio.
Quiero añadir que, como director de la colección, invito a la gente que tenga libros de poesía inéditos a que nos los hagan llegar para estudiar su posible publicación en la colección que, como no me canso de repetir, apuesta por la calidad poética venga de donde venga y de quien venga. Para quien se quiera poner en contacto conmigo mi correo es: lujanatienza@gmail.com.
El hispanista Ángel Luis Luján Atienza (Cuenca, 1970), es doctor en Filología Hispánica por la Universidad Complutense de Madrid y actualmente ejerce como profesor de Literatura en la Universidad de Castilla-La Mancha, en la Facultad de Educación de Cuenca. Dedica parte de su tiempo a la investigación, al ensayo ya la crítica literaria. Ha publicado diversos libros de poemas, como Inútiles lamentos (1992), Días débiles (Rialp, 1997), El silencio del mar (1997) o Una calle cortada (Devenir, 2005).
Como he explicado antes, el movimiento deseado es centrífugo, es decir irradiar calidad poética desde Cuenca, pero no exclusivamente desde autores conquenses, hacia toda España. Ello conllevaría, esperemos, una respuesta de reacción y de reactivación, pues en la medida en que vayamos publicando libros de autores de diversas procedencias y que la colección se vaya conociendo fuera, en la misma medida la propia Cuenca puede ser un centro de atracción de actividades poéticas, como ya lo es, por ejemplo, con el curso de poesía que celebramos todos los veranos en julio.
Quiero añadir que, como director de la colección, invito a la gente que tenga libros de poesía inéditos a que nos los hagan llegar para estudiar su posible publicación en la colección que, como no me canso de repetir, apuesta por la calidad poética venga de donde venga y de quien venga. Para quien se quiera poner en contacto conmigo mi correo es: lujanatienza@gmail.com.
El hispanista Ángel Luis Luján Atienza (Cuenca, 1970), es doctor en Filología Hispánica por la Universidad Complutense de Madrid y actualmente ejerce como profesor de Literatura en la Universidad de Castilla-La Mancha, en la Facultad de Educación de Cuenca. Dedica parte de su tiempo a la investigación, al ensayo ya la crítica literaria. Ha publicado diversos libros de poemas, como Inútiles lamentos (1992), Días débiles (Rialp, 1997), El silencio del mar (1997) o Una calle cortada (Devenir, 2005).