La ciencia mola: ondas mecánicas para fabricar un teléfono


En este nuevo capítulo de ¡La Ciencia mola! de Tendencias21, nuestra colaboradora Graciela Aparicio se introduce en la física desvelando el secreto de cómo funcionan y se transmiten las ondas. También nos propondrá realizar un experimento muy sencillo y divertido con múltiples posibilidades.


Laura Villasán Moreno
14/10/2015

En este cuarto capítulo de ¡La Ciencia mola! de Tendencias21, nuestra colaboradora Graciela Aparicio se introduce en la física desvelando el secreto de cómo funcionan y se transmiten las ondas, y nos propondrá realizar un experimento muy divertido con la ayuda de otra persona.
 
En física, una onda consiste en la propagación de una perturbación de alguna propiedad de un medio, implicando un transporte de energía sin transporte de materia. El medio perturbado puede ser de naturaleza diversa como aire, agua, un trozo de metal e, incluso, inmaterial como el vacío.
 
Una onda sonora es una onda longitudinal que transmite lo que se asocia con sonido. Para propagarse precisan de un medio material (aire, agua, cuerpo sólido) que transmita la perturbación (viaja más rápido en los sólidos, luego en los líquidos va lento, y aún más lento en el aire, y en el vacío no se propaga). Es el propio medio el que produce y propicia la propagación de estas ondas con su compresión y expansión. Para que pueda comprimirse y expandirse es imprescindible que este sea un medio elástico, ya que un cuerpo totalmente rígido no permite que las vibraciones se transmitan. Así pues, sin medio elástico no habría sonido, ya que las ondas sonoras no se propagan en el vacío.
 
En este capítulo Graciela nos explica a través del experimento que la voz es una onda sonora, que este tipo de ondas pertenece al grupo de las ondas mecánicas. Las ondas mecánicas necesitan un medio material para propagarse.
 
Para este experimento necesitaremos los siguientes materiales: Dos vasos de papel o plástico. Unas tijeras. Palillos. Cuerda o hilo.   Primer paso: Perforar el culo del vaso con la ayuda de las tijeras con cuidado para que no se rompa el vaso de plástico. Otra alternativa es hacerlo con la ayuda de un punzón si disponemos de uno. Segundo paso: Coger hilo, en este caso lana. Elegir la cantidad que se desee usar. Tercer paso: Con la ayuda de palillos introducir el hilo por el agujero (realizado en el paso 1). Cuarto paso: Atar mediante un nudo el extremo del hilo al palillo para que se mantenga dentro del vaso. Quinto paso: Tirar del hilo hasta que quede el palillo atravesado para que no se salga. Repetir pasos 3, 4 y 5 con el otro extremo. Truco: Cortar un poco el palillo para que al tirar de la cuerda se quede mejor asentada la cuerda en la base.  
En el experimento el vaso recoge la voz, cuando la voz choca con el culo del vaso transmite la vibración por la cuerda. El vaso receptor hace justo lo contrario, recoge la vibración del hilo y lo transmite por el vaso que a su vez lo hace por el aire y llega al oído haciendo de altavoz.
 
El dispositivo construido con un micrófono y un altavoz no es otra cosa que ¡un teléfono!
 



Laura Villasán Moreno
Artículo leído 9469 veces



Más contenidos