Las desigualdades sociales están en el origen de las diferencias entre chicos y chicas en los estudios de matemáticas, ha descubierto una investigación publicada en la revista Science.
El estudio utilizó los datos de cinco olas sucesivas del Informe PISA, desarrolladas entre 2003 y 2015 con más de dos millones de alumnos de 15 años de edad pertenecientes a 70 países.
El Informe PISA es un estudio llevado a cabo por la OCDE a nivel mundial que mide el rendimiento académico de los alumnos en matemáticas, ciencia y lectura. Se basa en el análisis del rendimiento de estudiantes adeolescentes a partir de unos exámenes estandarizados que, desde el año 2000, se realizan cada tres años en diversos países.
Analizando estos datos, los investigadores descubrieron que la menor representación de chicas entre los mejores alumnos de matemáticas o ciencias es más acusada en los países socialmente más desiguales.
Esta relación es válida para una amplia muestra de países y para un amplio abanico de desigualdades sociales que no están asociadas al género, como ocurre con las desigualdades entre ingresos económicos o en el sistema educativo.
Esa diferencia se observa igualmente si se analiza la evolución social: en los países donde menos aumentan las desigualdades, las diferencias de la participación de chicas en los estudios de matemáticas también disminuyen.
Manifestación de desigualdades sociales
Según explican los investigadores en un comunicado, estos resultados sugieren que las diferencias de género en los estudios de ciencias y matemáticas son una manifestación de las desigualdades sociales.
También consideran que estas diferencias pueden reducirse si las instituciones académicas ofertan sistemas educativos más inclusivos y equitativos.
El estudio ha constatado que las diferencias de género en matemáticas son prácticamente nulas en los países desarrollados, si bien las chicas están poco representadas entre el 10% de los alumnos más aventajados en esta disciplina.
En los países de la OCDE, hay 7 chicas por cada 10 chicos entre los alumnos con altas calificaciones en matemáticas, que son las que permiten desarrollar estudios científicos de alto nivel y acceder así a los puestos mejor remunerados y mejor posicionados.
Esta proporción de 7 a 10 se encuentra también en los estudios de ciencias. Sin embargo, esta proporción se invierte (7 chicos por cada 10 chicas) en lo que respecta a los estudios literarios.
La cuestión de si esta diferencia se debe a predisposiciones específicas de cada género, según las cuales los chicos tienen un espíritu más científico y las chicas una mente más literaria, no queda respondida por esta investigación, pero apunta a un factor social, más que a uno genético, para explicar las diferencias de género en los estudios de matemáticas y ciencias.
El estudio utilizó los datos de cinco olas sucesivas del Informe PISA, desarrolladas entre 2003 y 2015 con más de dos millones de alumnos de 15 años de edad pertenecientes a 70 países.
El Informe PISA es un estudio llevado a cabo por la OCDE a nivel mundial que mide el rendimiento académico de los alumnos en matemáticas, ciencia y lectura. Se basa en el análisis del rendimiento de estudiantes adeolescentes a partir de unos exámenes estandarizados que, desde el año 2000, se realizan cada tres años en diversos países.
Analizando estos datos, los investigadores descubrieron que la menor representación de chicas entre los mejores alumnos de matemáticas o ciencias es más acusada en los países socialmente más desiguales.
Esta relación es válida para una amplia muestra de países y para un amplio abanico de desigualdades sociales que no están asociadas al género, como ocurre con las desigualdades entre ingresos económicos o en el sistema educativo.
Esa diferencia se observa igualmente si se analiza la evolución social: en los países donde menos aumentan las desigualdades, las diferencias de la participación de chicas en los estudios de matemáticas también disminuyen.
Manifestación de desigualdades sociales
Según explican los investigadores en un comunicado, estos resultados sugieren que las diferencias de género en los estudios de ciencias y matemáticas son una manifestación de las desigualdades sociales.
También consideran que estas diferencias pueden reducirse si las instituciones académicas ofertan sistemas educativos más inclusivos y equitativos.
El estudio ha constatado que las diferencias de género en matemáticas son prácticamente nulas en los países desarrollados, si bien las chicas están poco representadas entre el 10% de los alumnos más aventajados en esta disciplina.
En los países de la OCDE, hay 7 chicas por cada 10 chicos entre los alumnos con altas calificaciones en matemáticas, que son las que permiten desarrollar estudios científicos de alto nivel y acceder así a los puestos mejor remunerados y mejor posicionados.
Esta proporción de 7 a 10 se encuentra también en los estudios de ciencias. Sin embargo, esta proporción se invierte (7 chicos por cada 10 chicas) en lo que respecta a los estudios literarios.
La cuestión de si esta diferencia se debe a predisposiciones específicas de cada género, según las cuales los chicos tienen un espíritu más científico y las chicas una mente más literaria, no queda respondida por esta investigación, pero apunta a un factor social, más que a uno genético, para explicar las diferencias de género en los estudios de matemáticas y ciencias.
Según otro estudio de la Universidad de Columbia, del que informamos en un artículo anterior, el rendimiento cognitivo de la mujer es superior en países con igualdad de oportunidades entre sexos: responden mejor a las pruebas cognitivas en una fase más avanzada de su vida, que aquellas que viven en sociedades con desigualdades de género.
Sueño lejano
La OCDE, en su último informe Education at Glance 2017, ya señalaba que la igualdad entre hombres y mujeres en los estudios sigue siendo un sueño lejano para algunos campos específicos, especialmente en la formación técnica de la educación media superior.
Aunque esa igualdad mejora a nivel universitario, las mujeres todavía son aproximadamente solo uno de cada cuatro nuevos estudiantes en ingeniería, manufactura y construcción, según este informe.
Por otra parte, las mujeres casi son tres de cada cuatro nuevos estudiantes en los campos de salud y bienestar. En otras disciplinas casi se ha logrado la igualdad entre hombres y mujeres en los estudiantes de nuevo ingreso, como administración de empresas y derecho, ciencias naturales, matemáticas y estadística.
Sueño lejano
La OCDE, en su último informe Education at Glance 2017, ya señalaba que la igualdad entre hombres y mujeres en los estudios sigue siendo un sueño lejano para algunos campos específicos, especialmente en la formación técnica de la educación media superior.
Aunque esa igualdad mejora a nivel universitario, las mujeres todavía son aproximadamente solo uno de cada cuatro nuevos estudiantes en ingeniería, manufactura y construcción, según este informe.
Por otra parte, las mujeres casi son tres de cada cuatro nuevos estudiantes en los campos de salud y bienestar. En otras disciplinas casi se ha logrado la igualdad entre hombres y mujeres en los estudiantes de nuevo ingreso, como administración de empresas y derecho, ciencias naturales, matemáticas y estadística.
Referencia
Societal inequalities amplify gender gaps in math. Thomas Breda, Elyès Jouini, Clotilde Napp. Science, Vol. 359, Issue 6381, pp. 1219-1220. DOI: 10.1126/science.aar2307
Societal inequalities amplify gender gaps in math. Thomas Breda, Elyès Jouini, Clotilde Napp. Science, Vol. 359, Issue 6381, pp. 1219-1220. DOI: 10.1126/science.aar2307