En su 34ª reunión, la UNESCO (Organización de Naciones Unidas para Educación, la Ciencia y la Cultura) ha ampliado la inscripción del sitio de arte rupestre prehistórico del Valle del Côa (Portugal) con el de Siega Verde (España). Este nuevo sitio ampliado forma el conjunto de arte rupestre paleolítico al aire libre “más importante” de la Península Ibérica.
El sitio portugués fue inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial en 1998. Concentra petroglifos del Paleolítico Superior (hace entre 22.000 y 10.000 años), una concentración única en su género en el mundo. Según la UNESCO, el sitio constituye uno de los ejemplos más notables de las primeras creaciones artísticas del ser humano.
La zona arqueológica de Siega Verde, en Castilla-y-León, completa ahora el yacimiento portugués con 645 grabados realizados en una escarpadura formada por la erosión fluvial. Los grabados, esencialmente figurativos, representan animales, aunque también se han identificado algunas figuras geométricas y esquemáticas.
La inscripción de los sitios de arte rupestre prehistórico del Valle del Côa (Portugal) y de Siega Verde (España) se añaden a los más de 20 sitios ya inscritos o ampliados durante la reunión de la UNESCO que se celebra del 25 de julio al 3 de agosto.
El Ngorongoro, bien cultural
Durante el fin de semana, el Comité del Patrimonio Mundial ha inscrito también la Zona de Conservación del Ngorongoro (República Unida de Tanzania) como sitio cultural en la Lista del Patrimonio Mundial. Hasta ahora estaba inscrito como sitio natural.
El interés de incluirlo como bien cultural se debe a los importantes vestigios de la evolución humana que se encuentran en el sitio. El territorio se extiende desde el Parque Nacional del Serengeti (noroeste de Tanzania) hasta la orilla oriental del Gran Valle del Rift.
Las campañas e investigaciones arqueológicas en la zona han permitido descubrir una larga secuencia de huellas de la evolución humana y de la dinámica hombre-medio ambiente que abarcan un periodo de 400 millones de años.
Entre estos vestigios figuran huellas fosilizadas de pasos en Laetoli (asociados a la capacidad del hombre de caminar erguido), una secuencia de especies de homínidos como el Australopithecus, el Homo erectus y el Homo sapiens, y otros restos que documentan el desarrollo de la tecnología de la piedra tallada y la posterior transición al uso del hierro.
Esta nueva zona inscrita alberga también el cráter del Ngorongoro, a más de 2.200 metros de altitud y el más ancho del mundo con unos 20 km, y la garganta de Olduvai, uno de los sitios prehistóricos más conocidos del planeta, donde los antropólogos Louis y Mary Leakey hicieron grandes descubrimientos.
Por su importancia para la conservación de la biodiversidad, el Ngorongoro fue inscrito por primera vez en la Lista del Patrimonio Mundial en 1979 como sitio natural.
Nuevos sitios naturales
En esta reunión, la UNESCO también ha inscrito sitios naturales como la zona central del Parque Nacional de la Isla de la Reunión (Francia) al sudoeste del Océano Índico, entre otros. El área cubre una extensión de 100.000 hectáreas, es decir el 40% de la isla.
La isla francesa cuenta con dos macizos volcánicos con un conjunto de escarpaduras, desfiladeros y lagunas con bosques, que es el hábitat natural de una gran variedad de plantas con un alto grado de endemismo.
El sitio portugués fue inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial en 1998. Concentra petroglifos del Paleolítico Superior (hace entre 22.000 y 10.000 años), una concentración única en su género en el mundo. Según la UNESCO, el sitio constituye uno de los ejemplos más notables de las primeras creaciones artísticas del ser humano.
La zona arqueológica de Siega Verde, en Castilla-y-León, completa ahora el yacimiento portugués con 645 grabados realizados en una escarpadura formada por la erosión fluvial. Los grabados, esencialmente figurativos, representan animales, aunque también se han identificado algunas figuras geométricas y esquemáticas.
La inscripción de los sitios de arte rupestre prehistórico del Valle del Côa (Portugal) y de Siega Verde (España) se añaden a los más de 20 sitios ya inscritos o ampliados durante la reunión de la UNESCO que se celebra del 25 de julio al 3 de agosto.
El Ngorongoro, bien cultural
Durante el fin de semana, el Comité del Patrimonio Mundial ha inscrito también la Zona de Conservación del Ngorongoro (República Unida de Tanzania) como sitio cultural en la Lista del Patrimonio Mundial. Hasta ahora estaba inscrito como sitio natural.
El interés de incluirlo como bien cultural se debe a los importantes vestigios de la evolución humana que se encuentran en el sitio. El territorio se extiende desde el Parque Nacional del Serengeti (noroeste de Tanzania) hasta la orilla oriental del Gran Valle del Rift.
Las campañas e investigaciones arqueológicas en la zona han permitido descubrir una larga secuencia de huellas de la evolución humana y de la dinámica hombre-medio ambiente que abarcan un periodo de 400 millones de años.
Entre estos vestigios figuran huellas fosilizadas de pasos en Laetoli (asociados a la capacidad del hombre de caminar erguido), una secuencia de especies de homínidos como el Australopithecus, el Homo erectus y el Homo sapiens, y otros restos que documentan el desarrollo de la tecnología de la piedra tallada y la posterior transición al uso del hierro.
Esta nueva zona inscrita alberga también el cráter del Ngorongoro, a más de 2.200 metros de altitud y el más ancho del mundo con unos 20 km, y la garganta de Olduvai, uno de los sitios prehistóricos más conocidos del planeta, donde los antropólogos Louis y Mary Leakey hicieron grandes descubrimientos.
Por su importancia para la conservación de la biodiversidad, el Ngorongoro fue inscrito por primera vez en la Lista del Patrimonio Mundial en 1979 como sitio natural.
Nuevos sitios naturales
En esta reunión, la UNESCO también ha inscrito sitios naturales como la zona central del Parque Nacional de la Isla de la Reunión (Francia) al sudoeste del Océano Índico, entre otros. El área cubre una extensión de 100.000 hectáreas, es decir el 40% de la isla.
La isla francesa cuenta con dos macizos volcánicos con un conjunto de escarpaduras, desfiladeros y lagunas con bosques, que es el hábitat natural de una gran variedad de plantas con un alto grado de endemismo.