La UCM instala el microscopio más potente del mundo

Sólo hay otros dos modelos iguales, y permiten ver los átomos más ligeros de la tabla periódica


La Universidad Complutense de Madrid ha instalado el tercer microscopio Grand ARM300cFEG, el más potente del mundo. Los otros dos están en Tokio y Alemania, y permiten ver los átomos más ligeros de la tabla periódica, tales como el hidrógeno, el litio, el carbono, el nitrógeno y el oxígeno. Por Carlos Gómez Abajo.


26/04/2016

El microscopio. Imagen: Jesús de Miguel. Fuente: UCM.
Sólo existen tres microscopios Grand ARM300cFEG en todo el mundo. El prototipo se construyó en Tokio (Japón), el segundo se instaló en Alemania y desde el 25 de abril la Universidad Complutense de Madrid cuenta con el tercero de ellos.

Instalado en el Centro Nacional de Microscopía Electrónica, permite ver los átomos más ligeros de la tabla periódica, tales como el hidrógeno, el litio, el carbono, el nitrógeno y el oxígeno. Ayer en la presentación, el rector Carlos Andradas lo definió como "una de las maravillas complutenses".

José González Calbet, director del Centro Nacional de Microscopía Electrónica (CNME), repasó brevemente la historia de dicho Centro y cómo se ha llegado a convertir en un referente a nivel mundial. En 2007 se aprobó un mapa de Infraestructuras Científicas Técnicas Singulares, que se ratificó en 2014, y entre ellas se incluyó el CNME. Desde entonces, el Centro ha ido incorporando nuevas instalaciones, nuevos microscopios, hasta once, y personal especializado que se encarga de utilizarlos.

El primer gran microscopio instalado en el CNME desde que fue considerado un ICTS, el ARM200cFEG, contó con las aportaciones del antiguo Ministerio de Ciencia e Innovación, y de la participación complutense a través del Campus de Excelencia Internacional Moncloa (CEI).

De ese microscopio ARM200, informa Tribuna Complutense, hay apenas una docena en todo el mundo y lo que le hace diferente a la mayoría de sus competidores es su corrector de aberración esférica. El principal problema técnico al que se enfrenta la microscopía electrónica es que los electrones se aceleran a cientos de kilovoltios, alcanzando velocidades cercanas a la mitad de la velocidad de la luz, lo que las hace superenergéticas y, por tanto, muy difíciles de enfocar. A eso se unen otras aberraciones, como la esférica, que hace que los rayos que pasan por una lente no converjan en un mismo punto. Para resolver esos dos grandes inconvenientes es para lo que se usan los correctores de aberración esférica.

El Grand ARM300cFEG que se acaba de instalar en el Centro de Microscopía Electrónica mejora al anterior y está equipado también con un corrector de aberración. González Calbet considera que "este nuevo microscopio traspasa las fronteras de resolución atómica de cualquier otro equipo disponible en el mercado, lo que le convierte en el más potente del mundo en términos de resolución, en torno a 0,05 nanómetros". El director del Centro afirma que es como si con unas gafas muy potentes pudiéramos ver desde la superficie de la Tierra un garbanzo colocado en la Luna.

Presupuesto

El presupuesto inicial de este Centro era de 9,2 millones de euros, cifra que se ha reducido a 8,5 millones. Informa González Calbet que el 25% ha sido aportado por el CEI Moncloa, el 45% por el Ministerio de Economía y Competitividad, y el resto por los fondos Feder europeos, por aportaciones de diferentes ministerios y por un pequeño número de grupos de investigación de la Universidad.

Iwatsuki Masashi,vicepresidente de Jeol, la empresa japonesa que ha desarrollado el microscopio electrónico, recordó que la relación con la UCM comenzó ya en los años 70, y desde entonces han instalado aquí once microscopios. La instrumentación de esa empresa ha convertido al CNME en uno de los mejores centros de su clase de toda Europa, y ahora en uno de los poquísimos que cuenta con el microscopio con la mayor resolución del mundo.

Para Andradas, el CNME es un ejemplo de cómo una idea que parecía un imposible, por la gran inversión inicial que requería, terminó convirtiéndose en una realidad. La investigación requiere de infraestructuras, pero sobre todo de personas y por eso desde la UCM se quiere seguir atrayendo talentos, investigadores de todo el mundo que rompan barreras y que permitan que la Complutense siga teniendo "maravillas únicas que sean un privilegio para todos los investigadores que las usen".

Bancos genéticos

La UCM participa también, junto a otros 27 socios, en la gestión de bancos genéticos animales a través del proyecto europeo Image, dentro del programa Horizonte 2020

Coordinado por el Instituto Nacional para la Investigación Agronómica francés (INRA), también pretende mejorar las técnicas de crioconservación –almacenamiento de células, órganos o tejidos a temperaturas muy bajas– y de reproducción en diferentes especies de animales de renta. Además, el proyecto contribuirá al desarrollo de la nueva red Eugena (Red Europea de Bancos Genéticos).

Entre los 28 socios que integran Image –organizaciones científicas, ONGs, asociaciones de criadores, o bancos de genes– se encuentra el grupo de investigación Nutrigenómica Animal de la facultad de Veterinaria de la UCM, dirigido por Susana Dunner Boxberger y dedicado al estudio de la variabilidad genética en poblaciones de especies de animales domésticos.

La UCM tendrá una mayor participación en dos tareas del proyecto. La primera, dirigida por el INRA, y en la que participa también la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), consiste en analizar la utilidad de los bancos de genes para conocer cambios genéticos a lo largo del tiempo.

Esta tarea se basará en la raza bovina española asturiana de los valles, de la que la UCM dispone de más de 800.000 genotipos desde 1970.

Por otro lado, la universidad madrileña dirigirá las tareas de comunicación y difusión de los principales objetivos del proyecto entre la comunidad científica, sobre todo entre aquella que se dedica a la gestión de recursos zoogenéticos, domésticos o salvajes.



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