La UCM crea un banco de sonidos de insectos y otros animales

El objetivo es que lo usen los profesores y en prácticas de etología


Un grupo de biólogos de la Universidad Complutense de Madrid ha creado un banco de datos sonoros con grabaciones de animales, especialmente insectos, y también pájaros, ranas y sapos. El objetivo es que lo utilicen los profesores de distintas disciplinas, y que se use en prácticas de etología. Por Carlos Gomez Abajo.


01/12/2015

Tábano. Imagen: Dennis Ray. Fuente: Wikipedia.
Partiendo de la base de que la comunicación es indispensable en todo ser vivo, ya sea para alimentarse, reproducirse o evitar la depredación, el Grupo de Investigación de Biología y Biodiversidad de Artrópodos de la Universidad Complutense de Madrid ha elaborado un Banco de emisiones sonoras animales llamado Bioacústica.

Este proyecto, informa la UCM en una nota de prensa, se enmarca en una línea de investigación en comunicación acústica cuyo objetivo ha sido elaborar una colección representativa de emisiones sonoras originales de diversos grupos de animales que sirva para que los docentes de distintas disciplinas puedan ilustrar los sistemas de comunicación acústica de grupos de los que se dispone de muy poca información.

Asimismo, es muy útil para la realización de prácticas en etología, donde los alumnos puedan disponer de ejemplos sonoros y gráficos para su consulta.

El Grupo de Investigación de Biología y Biodiversidad de Artrópodos de la Complutense trabaja principalmente en el desarrollo de estudios básicos y aplicados en biodiversidad, sistemática, etología y biogeografía en artrópodos; así como en la fauna asociada a las actividades humanas, con el fin de contribuir en los programas de conservación, uso de la biodiversidad y del medio ambiente nacionales y en el manejo de especies de importancia económica.

Sonidos grabados por el equipo de la UCM. Fuente: UCM.
Más datos disponibles

Complementando esta colección de sonidos, el banco ofrece descripciones gráficas de los órganos emisores, así como los sonogramas y espectros de frecuencia de los mismos, que permiten, entre otros, poder escuchar sonidos como el revoloteo de las alas de una abeja, el zumbido persistente de un tábano enfurecido o el de un escarabajo nocturno, -muchos de ellos inaudibles al oído humano.

A todo ello se accede a través de una ficha que incluye una grabación ordenada por categorías taxonómicas.

Por otra parte, se ofrece a investigadores en diversos campos material de comparación, tanto sonoro como gráfico, así como una serie de material para trabajos de divulgación, del papel de la comunicación acústica en los insectos. El banco también incluye grabaciones de aves paseriformes, o pájaros, y de anfibios anuros (ranas y sapos).



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