Un trabajo presentado ayer en la Conferencia de Geoquímica de Goldschmidt, en California -un evento que organizan cada año la Geochemical Society de Estados Unidos y la European Association for Geochemistry-, ha mostrado que se produjo un impacto gigante entre la Tierra y un cuerpo de tamaño planetario hace alrededor de 40 millones de años después del inicio de la formación del Sistema Solar.
Esto significaría que la etapa final de la formación de la Tierra fue unos 60 millones de años antes de lo que se creía hasta ahora.
La nueva datación ha sido realizada por geoquímicos de la Universidad de Lorraine en Nancy, Francia, a partir del descubrimiento de una señal isotópica que indica que las estimaciones anteriores, tanto para la edad de la Tierra como para la de la Luna, se han quedado cortas.
Dificultades de datación
Es difícil poner fecha a los primeros eventos sufridos por nuestro planeta. Esta dificultad se debe, en parte, a que hay poca "geología clásica", que date de la época de la formación de la Tierra (por ejemplo, capas de roca restantes de ese momento).
Así que los geoquímicos deben recurrir a métodos alternativos para estimar dichos eventos tempranos. Uno de los métodos estándar es la medición de los cambios en las proporciones de diferentes gases (isótopos) que sobrevivieron de la Tierra primitiva.
Guillaume Avicia y Bernard Marty analizaron en concreto el gas xenón que se encuentra en cuarzos de Sudáfrica y de Australia, datados en 3,4 y 2,7 mil millones años, respectivamente.
El gas encerrado en estos cuarzos se conserva como si estuviera en una "cápsula del tiempo", lo que ha permitido a los investigadores comparar las actuales proporciones isotópicas del xenón con las que existieron hace miles de millones de años.
De esta manera, han logrado afinar la estimación sobre cuando la Tierra comenzó a formarse, lo que a su vez ha permitido calcular que el impacto que formó la Luna se produjo hace unos 60 millones de años antes de lo que se había pensado.
Esto significaría que la etapa final de la formación de la Tierra fue unos 60 millones de años antes de lo que se creía hasta ahora.
La nueva datación ha sido realizada por geoquímicos de la Universidad de Lorraine en Nancy, Francia, a partir del descubrimiento de una señal isotópica que indica que las estimaciones anteriores, tanto para la edad de la Tierra como para la de la Luna, se han quedado cortas.
Dificultades de datación
Es difícil poner fecha a los primeros eventos sufridos por nuestro planeta. Esta dificultad se debe, en parte, a que hay poca "geología clásica", que date de la época de la formación de la Tierra (por ejemplo, capas de roca restantes de ese momento).
Así que los geoquímicos deben recurrir a métodos alternativos para estimar dichos eventos tempranos. Uno de los métodos estándar es la medición de los cambios en las proporciones de diferentes gases (isótopos) que sobrevivieron de la Tierra primitiva.
Guillaume Avicia y Bernard Marty analizaron en concreto el gas xenón que se encuentra en cuarzos de Sudáfrica y de Australia, datados en 3,4 y 2,7 mil millones años, respectivamente.
El gas encerrado en estos cuarzos se conserva como si estuviera en una "cápsula del tiempo", lo que ha permitido a los investigadores comparar las actuales proporciones isotópicas del xenón con las que existieron hace miles de millones de años.
De esta manera, han logrado afinar la estimación sobre cuando la Tierra comenzó a formarse, lo que a su vez ha permitido calcular que el impacto que formó la Luna se produjo hace unos 60 millones de años antes de lo que se había pensado.
Una diferencia 'pequeña' pero importante
Previamente, el tiempo de la formación de la atmósfera de la Tierra había sido estimado en unos 100 millones de años después de la formación del Sistema Solar.
Según declaraciones de Guillaume Avicia difundidas por la European Association of Geochemistry a través de Eurekalert, "este trabajo demuestra que la Tierra es más antigua de lo que pensábamos (...) Estamos utilizando métodos estándar para calcular la edad de la Tierra, pero el acceso a estas antiguas muestras (de gas xenón) nos aporta nuevos datos, y nos permite afinar la medición".
Todo gracias a que las señales de gas xenón permiten calcular cuando se estaba formando la atmósfera, que fue probablemente en la época en que la Tierra colisionó con un cuerpo de tamaño planetario, lo que dio lugar a la formación de la Luna.
Bernard Marty agrega que "aunque pueda parecer una diferencia pequeña, es importante. Estas diferencias establecen los límites temporales de la formación de los planetas, sobre todo a través de las grandes colisiones que conformaron el Sistema Solar".
Previamente, el tiempo de la formación de la atmósfera de la Tierra había sido estimado en unos 100 millones de años después de la formación del Sistema Solar.
Según declaraciones de Guillaume Avicia difundidas por la European Association of Geochemistry a través de Eurekalert, "este trabajo demuestra que la Tierra es más antigua de lo que pensábamos (...) Estamos utilizando métodos estándar para calcular la edad de la Tierra, pero el acceso a estas antiguas muestras (de gas xenón) nos aporta nuevos datos, y nos permite afinar la medición".
Todo gracias a que las señales de gas xenón permiten calcular cuando se estaba formando la atmósfera, que fue probablemente en la época en que la Tierra colisionó con un cuerpo de tamaño planetario, lo que dio lugar a la formación de la Luna.
Bernard Marty agrega que "aunque pueda parecer una diferencia pequeña, es importante. Estas diferencias establecen los límites temporales de la formación de los planetas, sobre todo a través de las grandes colisiones que conformaron el Sistema Solar".