Smartphone Xperia X1 de Sony Ericsson.
A partir de las próximas navidades los consumidores podrán encontrar un nuevo sello en determinados artículos relacionados con las telecomunicaciones y las tecnologías de la información: un logotipo que identificará estos dispositivos como habilitados para la banda ancha móvil. Es decir, sólo hará falta sacarlos de la caja al llegar a casa o a la oficina, encenderlos y… sin necesidad de hacer nada más (ni instalación de programas ni conexión de modem USB externos) ya estarán conectados a la red de banda ancha móvil disponible.
Los primeros artículos que incluirán esta tecología incorporada serán principalmente los ordenadores portátiles pero posteriormente la veremos incorporada también a una amplia variedad de dispositivos que, pasando por las cámaras digitales, los reproductores de MP3 o los automóviles, incluirá nada menos que electrodomésticos como por ejemplo los frigoríficos.
El sello de una inversión
Se trata de una iniciativa liderada por la GSMA (siglas en inglés de la Asociación GSM, que representa a más de 750 operadores de telefonía móvil GSM de 218 territorios y países a lo largo del mundo, a los que hay que añadir los más de 180 fabricantes y proveedores que apoyan las iniciativas de la asociación), que la daba a conocer en una reciente nota de prensa.
En el proyecto están involucradas algunas de las principales compañías internacionales de telecomunicaciones y tecnologías de la información, entre las que figuran: 3 Group, Asus, Dell, ECS, Ericsson, Gemalto, Lenovo, Microsoft, Orange, Qualcomm, Telefónica Europe, Telecom Italia, TeliaSonera, T-Mobile, Toshiba y Vodafone.
Estas empresas gastarán en la marca de servicio Mobile Broadband que figurará en los productos provistos de esta tecnología (acompañada de dos pájaros volando) a lo largo del próximo año más de 1.000 millones de dólares.
Libertades inalámbricas
Según Michael O’Hara, nuevo director de marketing de la GSMA, lo que distinguirá este tipo de conexión de las habituales conexiones de banda ancha domésticas o situadas en las oficinas será la libertad (refiriéndose por ejemplo a la libertad respecto a los hot-spots, que hacen referencia a los puntos de acceso para las conexiones Wi-Fi).
“A partir de hoy, 16 de las más grandes compañías tecnológicas del mundo”, dice O’Hara no sin cierta grandilocuencia, “se han propuesto cambiar para siempre la forma en que la gente se conecta a la red. Este compromiso se manifiesta en una marca de servicio que esperamos ver en cientos de miles de ordenadores en las tiendas en la temporada de vacaciones. La insignia de banda ancha móvil asegurará a los consumidores que los dispositivos que compran estarán siempre conectados –donde quiera que la banda ancha móvil esté disponible– y que pueden esperar de éstos un alto estándar de simplicidad y movilidad.”
Por su parte, Shiv K. Bakhshi, director del departamento de Tecnología y Tendencias de los Dispositivos Móviles de la consultora IDC, llega a calificar de tiranía espacial para los usuarios los así llamados “hotspot” de la conectividad WiFi, a la hora de decantarse por las virtudes de la iniciativa de la GSMA.
Según Bakhshi, la solución Mobile Broadband, “informada por una estrecha colaboración entre los fabricantes de ordenadores, los vendedores de chips y los operadores móviles, debería centrarse en una apropiada optimización de los servicios y un mayor rendimiento de los dispositivos, y traducirse consiguientemente en una mejor experiencia para el usuario.”
Alta velocidad en la cocina
No han faltado las voces críticas, que se han alzado inmediatamente después de hacerse público el proyecto. Además de ciertas notorias ausencias en la lista de “gigantes tecnológicos” participantes en el proyecto (como las de Apple, Fujitsu, HP, NEC, Pnasonic o Sony), el analista Steven Hartley (de la consultoría Ovum), entre otros, sospecha que tras la iniciativa se esconde en realidad una maniobra de defensa contra la tecnología WiMAX (Worldwide Interoperability for Microwave Access), que está empezando a ganar terreno por ejemplo en Europa, según informa telecomTV.
La polémica está servida, y también la competencia para un mercado (el de los ordenadores portátiles) que alcanzará este año cifras alrededor de los 50.000 millones de dólares. A finales del mismo podremos encontrar ya en los comercios algunos de ellos con el sello Mobile Broadband incorporado.
Es sólo el comienzo. Dada la tendencia a ofrecer al usuario un rango cada vez mas amplio de dispositivos habilitados para la conexión de alta velocidad, si la iniciativa de la GSMA sale adelante cabe augurar que próximamente veremos a la venta en los establecimientos de los operadores algo más que teléfonos móviles y otros dispositivos portátiles. Quizá incluso podamos adquirir en ellos… frigoríficos.
Los primeros artículos que incluirán esta tecología incorporada serán principalmente los ordenadores portátiles pero posteriormente la veremos incorporada también a una amplia variedad de dispositivos que, pasando por las cámaras digitales, los reproductores de MP3 o los automóviles, incluirá nada menos que electrodomésticos como por ejemplo los frigoríficos.
El sello de una inversión
Se trata de una iniciativa liderada por la GSMA (siglas en inglés de la Asociación GSM, que representa a más de 750 operadores de telefonía móvil GSM de 218 territorios y países a lo largo del mundo, a los que hay que añadir los más de 180 fabricantes y proveedores que apoyan las iniciativas de la asociación), que la daba a conocer en una reciente nota de prensa.
En el proyecto están involucradas algunas de las principales compañías internacionales de telecomunicaciones y tecnologías de la información, entre las que figuran: 3 Group, Asus, Dell, ECS, Ericsson, Gemalto, Lenovo, Microsoft, Orange, Qualcomm, Telefónica Europe, Telecom Italia, TeliaSonera, T-Mobile, Toshiba y Vodafone.
Estas empresas gastarán en la marca de servicio Mobile Broadband que figurará en los productos provistos de esta tecnología (acompañada de dos pájaros volando) a lo largo del próximo año más de 1.000 millones de dólares.
Libertades inalámbricas
Según Michael O’Hara, nuevo director de marketing de la GSMA, lo que distinguirá este tipo de conexión de las habituales conexiones de banda ancha domésticas o situadas en las oficinas será la libertad (refiriéndose por ejemplo a la libertad respecto a los hot-spots, que hacen referencia a los puntos de acceso para las conexiones Wi-Fi).
“A partir de hoy, 16 de las más grandes compañías tecnológicas del mundo”, dice O’Hara no sin cierta grandilocuencia, “se han propuesto cambiar para siempre la forma en que la gente se conecta a la red. Este compromiso se manifiesta en una marca de servicio que esperamos ver en cientos de miles de ordenadores en las tiendas en la temporada de vacaciones. La insignia de banda ancha móvil asegurará a los consumidores que los dispositivos que compran estarán siempre conectados –donde quiera que la banda ancha móvil esté disponible– y que pueden esperar de éstos un alto estándar de simplicidad y movilidad.”
Por su parte, Shiv K. Bakhshi, director del departamento de Tecnología y Tendencias de los Dispositivos Móviles de la consultora IDC, llega a calificar de tiranía espacial para los usuarios los así llamados “hotspot” de la conectividad WiFi, a la hora de decantarse por las virtudes de la iniciativa de la GSMA.
Según Bakhshi, la solución Mobile Broadband, “informada por una estrecha colaboración entre los fabricantes de ordenadores, los vendedores de chips y los operadores móviles, debería centrarse en una apropiada optimización de los servicios y un mayor rendimiento de los dispositivos, y traducirse consiguientemente en una mejor experiencia para el usuario.”
Alta velocidad en la cocina
No han faltado las voces críticas, que se han alzado inmediatamente después de hacerse público el proyecto. Además de ciertas notorias ausencias en la lista de “gigantes tecnológicos” participantes en el proyecto (como las de Apple, Fujitsu, HP, NEC, Pnasonic o Sony), el analista Steven Hartley (de la consultoría Ovum), entre otros, sospecha que tras la iniciativa se esconde en realidad una maniobra de defensa contra la tecnología WiMAX (Worldwide Interoperability for Microwave Access), que está empezando a ganar terreno por ejemplo en Europa, según informa telecomTV.
La polémica está servida, y también la competencia para un mercado (el de los ordenadores portátiles) que alcanzará este año cifras alrededor de los 50.000 millones de dólares. A finales del mismo podremos encontrar ya en los comercios algunos de ellos con el sello Mobile Broadband incorporado.
Es sólo el comienzo. Dada la tendencia a ofrecer al usuario un rango cada vez mas amplio de dispositivos habilitados para la conexión de alta velocidad, si la iniciativa de la GSMA sale adelante cabe augurar que próximamente veremos a la venta en los establecimientos de los operadores algo más que teléfonos móviles y otros dispositivos portátiles. Quizá incluso podamos adquirir en ellos… frigoríficos.