Imagen: Scott Maxwell. Fuente: PhotoXpress.
El Consejo de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), organismo encargado de la supervisión e inspección de los mercados de valores españoles, ha autorizado a la Bolsa Social como plataforma de financiación participativa en España.
Esta plataforma, dirigida a inversores y empresas con valores, se encarga de seleccionar empresas que produzcan un impacto positivo constatable en la sociedad y el medio ambiente, para ponerlas en contacto con inversores que apuesten por dichos valores.
Estas inversiones se realizan a golpe de clic, de una manera ágil y sencilla, tras campañas de dos a tres meses. Si se alcanza el objetivo de financiación, la Bolsa Social formaliza la ampliación de capital en nombre de todos los inversores.
La Bolsa Social, por tanto, practica el llamado “equity crowdfunding” o “crowdinvesting”, un mecenazgo colectivo cuya contraprestación es la participación en el capital de la empresa, con su consecuente retorno a través de beneficios, acciones, etc. De esta manera, esta plataforma aspira a convertirse en un “agente activo de la transformación ética de la sociedad y las finanzas”, según se explica en su página web.
Con todas las garantías legales
La Bolsa Social constituye la primera plataforma de equity crowdfunding o crowdinvesting que se autoriza en España de acuerdo con la Ley de Fomento de la Financiación Empresarial, también conocida como la “ley del crowdfunding”.
Esta ley, que fue aprobada por el Congreso de los Diputados en abril de este año, establece un nuevo marco jurídico, pionero en Europa, que regula la financiación participativa en sus modalidades de crowdinvesting (inversión en capital) y crowdlending (inversión en préstamos).
La ley confiere seguridad jurídica a la inversión a través del crowdfunding y eleva los requisitos que deben cumplir las plataformas, que a partir de ahora deben contar con la autorización de la CNMV y estar sujetas a su supervisión. Con esta autorización, la inversión a través de la Bolsa Social cuenta con todas las garantías que establece la ley.
La financiación participativa permite a los inversores, tanto profesionales como minoristas, invertir directamente en el capital de empresas. Según estudios de Ernst & Young, esta nueva forma de desintermediación financiera alcanzó el año pasado un volumen de negocio de 82 millones de euros, con unas tasas de crecimiento del 116% desde 2012.
Es posible invertir con ética
La Bolsa Social cuenta con un equipo de profesionales procedentes del mundo de las finanzas, la tecnología, el derecho y el emprendimiento social. Está dirigida por Jose Moncada, que cuenta con una trayectoria profesional vinculada a la política financiera nacional y europea tras años de trabajo en el Tesoro español, la Comisión Europea en Bruselas y la Autoridad Europea del Mercado de Valores en París.
Moncada es, además, presidente de la Red Española de Impacto Social (REDIS), asociación que aúna a los principales inversores de impacto social de España; y será uno de los ponentes del megaevento sobre crowdfunding que se celebrará los próximos días 22 y 23 de octubre en Google Campus Madrid: CROWDDAYS MADRID, del que ya hablamos la semana pasada.
En términos generales, la Bolsa Social se inscribe dentro de las llamadas finanzas éticas, un sector que experimenta un importante crecimiento desde hace años y que se está perfilando como una alternativa real para el ahorro y la inversión, buscando el beneficio social, medioambiental y económico.
En palabras de Jose Moncada, la Bolsa Social nace en un momento en el que: “se está dando un cambio de mentalidad. La gente comprende que también debemos aplicar nuestros valores cuando decidimos ahorrar o invertir, y que no está reñido buscar rentabilidad e invertir en empresas con impacto positivo en la sociedad”.
En este sentido, Moncada ve un gran potencial en el crowdfunding de inversión. “La Bolsa Social nace con el objetivo de convertirse en el mercado financiero de referencia para inversores y empresas con valores positivos. Por eso seleccionamos las empresas con el rigor del capital riesgo, las financiamos mediante la fuerza colaborativa de la financiación participativa y aportamos la dimensión ética de la inversión de impacto social”.
Para cumplir su objetivo, la Bolsa Social cuenta con el apoyo de Triodos Bank , banca ética y sostenible de referencia en Europa, o la firma de análisis financiero Analistas Financieros Internacionales (AFI). Además se ha aliado con socios relevantes del ecosistema del emprendimiento social en nuestro país como Ashoka, UnLtd Spain, Ueia o Impact Hub Madrid, entre otros.
Esta plataforma, dirigida a inversores y empresas con valores, se encarga de seleccionar empresas que produzcan un impacto positivo constatable en la sociedad y el medio ambiente, para ponerlas en contacto con inversores que apuesten por dichos valores.
Estas inversiones se realizan a golpe de clic, de una manera ágil y sencilla, tras campañas de dos a tres meses. Si se alcanza el objetivo de financiación, la Bolsa Social formaliza la ampliación de capital en nombre de todos los inversores.
La Bolsa Social, por tanto, practica el llamado “equity crowdfunding” o “crowdinvesting”, un mecenazgo colectivo cuya contraprestación es la participación en el capital de la empresa, con su consecuente retorno a través de beneficios, acciones, etc. De esta manera, esta plataforma aspira a convertirse en un “agente activo de la transformación ética de la sociedad y las finanzas”, según se explica en su página web.
Con todas las garantías legales
La Bolsa Social constituye la primera plataforma de equity crowdfunding o crowdinvesting que se autoriza en España de acuerdo con la Ley de Fomento de la Financiación Empresarial, también conocida como la “ley del crowdfunding”.
Esta ley, que fue aprobada por el Congreso de los Diputados en abril de este año, establece un nuevo marco jurídico, pionero en Europa, que regula la financiación participativa en sus modalidades de crowdinvesting (inversión en capital) y crowdlending (inversión en préstamos).
La ley confiere seguridad jurídica a la inversión a través del crowdfunding y eleva los requisitos que deben cumplir las plataformas, que a partir de ahora deben contar con la autorización de la CNMV y estar sujetas a su supervisión. Con esta autorización, la inversión a través de la Bolsa Social cuenta con todas las garantías que establece la ley.
La financiación participativa permite a los inversores, tanto profesionales como minoristas, invertir directamente en el capital de empresas. Según estudios de Ernst & Young, esta nueva forma de desintermediación financiera alcanzó el año pasado un volumen de negocio de 82 millones de euros, con unas tasas de crecimiento del 116% desde 2012.
Es posible invertir con ética
La Bolsa Social cuenta con un equipo de profesionales procedentes del mundo de las finanzas, la tecnología, el derecho y el emprendimiento social. Está dirigida por Jose Moncada, que cuenta con una trayectoria profesional vinculada a la política financiera nacional y europea tras años de trabajo en el Tesoro español, la Comisión Europea en Bruselas y la Autoridad Europea del Mercado de Valores en París.
Moncada es, además, presidente de la Red Española de Impacto Social (REDIS), asociación que aúna a los principales inversores de impacto social de España; y será uno de los ponentes del megaevento sobre crowdfunding que se celebrará los próximos días 22 y 23 de octubre en Google Campus Madrid: CROWDDAYS MADRID, del que ya hablamos la semana pasada.
En términos generales, la Bolsa Social se inscribe dentro de las llamadas finanzas éticas, un sector que experimenta un importante crecimiento desde hace años y que se está perfilando como una alternativa real para el ahorro y la inversión, buscando el beneficio social, medioambiental y económico.
En palabras de Jose Moncada, la Bolsa Social nace en un momento en el que: “se está dando un cambio de mentalidad. La gente comprende que también debemos aplicar nuestros valores cuando decidimos ahorrar o invertir, y que no está reñido buscar rentabilidad e invertir en empresas con impacto positivo en la sociedad”.
En este sentido, Moncada ve un gran potencial en el crowdfunding de inversión. “La Bolsa Social nace con el objetivo de convertirse en el mercado financiero de referencia para inversores y empresas con valores positivos. Por eso seleccionamos las empresas con el rigor del capital riesgo, las financiamos mediante la fuerza colaborativa de la financiación participativa y aportamos la dimensión ética de la inversión de impacto social”.
Para cumplir su objetivo, la Bolsa Social cuenta con el apoyo de Triodos Bank , banca ética y sostenible de referencia en Europa, o la firma de análisis financiero Analistas Financieros Internacionales (AFI). Además se ha aliado con socios relevantes del ecosistema del emprendimiento social en nuestro país como Ashoka, UnLtd Spain, Ueia o Impact Hub Madrid, entre otros.
Logo de la Bolsa Social. Fuente: www.bolsasocial.com.
Tres grandes proyectos iniciales
Tres serán los proyectos protagonistas de la primera campaña de inversión participativa de la plataforma, que dará comienzo el próximo 28 de octubre y durará tres meses: Nostoc Biotech, Utopic_US y Wake App Health.
Nostoc Biotech trabaja con el objetivo de reducir la aplicación de químicos en la agricultura, reequilibrar los suelos y preservar su salud a través de productos agrícolas naturales como biofertilizantes elaborados con productos biológicos, que han demostrado una alta eficiencia para reducir el uso de productos químicos en la agricultura.
La economía colaborativa es el sector en el que se centra Utopic_US, una compañía que promueve un modelo organizativo y social basado en el coworking, la creatividad, la responsabilidad individual y la transparencia. Para lograrlo, no sólo dispone de espacios diversificados que suman más de 2.300 m2 sino que también organiza el Zinc Shower, el mayor evento de economía creativa y colaborativa de España.
El pasado mes de mayo, el certamen Zinc Shower presentó en Madrid casi 90 proyectos empresariales seleccionados como los más transformadores en torno a la economía creativa y colaborativa. En el evento participaron un total de 240 ponentes -40 de ellos internacionales- y acudieron 45 inversores nacionales e internacionales.
Wake App Health, por su parte, es un consolidado proyecto de mHealth (práctica médica ayudada por dispositivos móviles) dedicado al desarrollo de estrategias de intervención en salud a través de la tecnología móvil.
En sus tres años de vida, ha creado un total de 10 apps para dar respuesta a problemas de salud en ámbitos como la dermatología, la oncología, la salud cardiovascular, el embarazo y la salud mental. Además es un referente clave en el sector de la mHealth con un posicionamiento estratégico en investigación y difusión y con capacidad, recursos y conocimiento para convertirse en la lanzadera de empresas especializadas en el sector.
Empresas aspirantes
Analizados en colaboración con Analistas Financieros Internacionales (AFI), todas las empresas que publica la Bolsa Social han de tener un buen modelo de negocio, potencial de crecimiento y generar un impacto positivo en la sociedad.
La plataforma ofrece a los futuros inversores toda la información sobre los proyectos, así como los riesgos y limitaciones que implica la participación en las acciones de estas empresas.
Si la campaña de equity crowdfunding finaliza con éxito, la Bolsa Social exige a las empresas reportes periódicos de los resultados económicos y del impacto social o medioambiental generado por cada una de ellas.
Tres serán los proyectos protagonistas de la primera campaña de inversión participativa de la plataforma, que dará comienzo el próximo 28 de octubre y durará tres meses: Nostoc Biotech, Utopic_US y Wake App Health.
Nostoc Biotech trabaja con el objetivo de reducir la aplicación de químicos en la agricultura, reequilibrar los suelos y preservar su salud a través de productos agrícolas naturales como biofertilizantes elaborados con productos biológicos, que han demostrado una alta eficiencia para reducir el uso de productos químicos en la agricultura.
La economía colaborativa es el sector en el que se centra Utopic_US, una compañía que promueve un modelo organizativo y social basado en el coworking, la creatividad, la responsabilidad individual y la transparencia. Para lograrlo, no sólo dispone de espacios diversificados que suman más de 2.300 m2 sino que también organiza el Zinc Shower, el mayor evento de economía creativa y colaborativa de España.
El pasado mes de mayo, el certamen Zinc Shower presentó en Madrid casi 90 proyectos empresariales seleccionados como los más transformadores en torno a la economía creativa y colaborativa. En el evento participaron un total de 240 ponentes -40 de ellos internacionales- y acudieron 45 inversores nacionales e internacionales.
Wake App Health, por su parte, es un consolidado proyecto de mHealth (práctica médica ayudada por dispositivos móviles) dedicado al desarrollo de estrategias de intervención en salud a través de la tecnología móvil.
En sus tres años de vida, ha creado un total de 10 apps para dar respuesta a problemas de salud en ámbitos como la dermatología, la oncología, la salud cardiovascular, el embarazo y la salud mental. Además es un referente clave en el sector de la mHealth con un posicionamiento estratégico en investigación y difusión y con capacidad, recursos y conocimiento para convertirse en la lanzadera de empresas especializadas en el sector.
Empresas aspirantes
Analizados en colaboración con Analistas Financieros Internacionales (AFI), todas las empresas que publica la Bolsa Social han de tener un buen modelo de negocio, potencial de crecimiento y generar un impacto positivo en la sociedad.
La plataforma ofrece a los futuros inversores toda la información sobre los proyectos, así como los riesgos y limitaciones que implica la participación en las acciones de estas empresas.
Si la campaña de equity crowdfunding finaliza con éxito, la Bolsa Social exige a las empresas reportes periódicos de los resultados económicos y del impacto social o medioambiental generado por cada una de ellas.