La CE desvela las directrices de la Red Transeuropea de Transporte

Aunque el sector las acoge favorablemente, también expresa su cautela


La Comisión Europea ha difundido recientemente sus propuestas en torno a las directrices para llevar adelante la Red Transeuropea de Transporte (TEN-T), un ambicioso proyecto que busca la comunicación de personas y mercancías a lo largo de toda la Unión Europea. Organizaciones como la Community of European Railway and Infrastructure Companies (CER), han marcado las ventajas y desafíos que enfrenta este enfoque. Por Pablo Javier Piacente.


28/10/2011

La Comisión Europea busca impulsar nuevamente la Red Transeuropea de Transporte. Imagen: Arkmin Emde.
Las nuevas propuestas para fijar los preceptos básicos de la Red Transeuropea de Transporte (TEN-T), difundidas recientemente por la Comisión Europea, buscan marcar un avance con relación a la concreción de este importante proyecto continental. Sin embargo, desde distintos sectores se han analizado los aspectos negativos y positivos de estas propuestas, que podrían cambiar el escenario de las comunicaciones entre las diferentes regiones del continente.

Según la Community of European Railway and Infrastructure Companies (CER), que difundió su posición al respecto en una reciente nota de prensa, la cual fue reproducida por el medio especializado rail.co, los objetivos establecidos son interesantes pero es imprescindible considerar dos factores: los costos de los parámetros técnicos establecidos para la infraestructura ferroviaria y la financiación de estos desarrollos.

En tanto, la CE indicó que el instrumento financiero destinado al desarrollo de los lineamientos básicos de la TEN-T será el fondo denominado Connecting Europe Facility. Está claro que una red transeuropea con objetivos bien definidos y una financiación adecuada es esencial para el desarrollo y la integración socioeconómica de Europa.

Sin embargo, desde CER se indica que la infraestructura resulta clave para el éxito de cualquier red de transporte, y que desgraciadamente el sector ferroviario ha sufrido bajos niveles de financiamiento a lo largo de muchas décadas, con graves consecuencias en algunos estados miembros de la UE, lo que genera situaciones disímiles en términos de infraestructura ferroviaria.

Hacia lo primordial

Asimismo, los costos y las restricciones de velocidad han desembocado en muchos casos en una pérdida de competitividad del sector ferroviario frente a otras formas de transporte en muchos países. De esta manera, no es posible avanzar en la red transeuropea si previamente no se solucionan estos inconvenientes.

Un punto especialmente destacado por CER en la propuesta de la Comisión Europea es el enfoque de doble capa, que permite concentrarse en principio en un núcleo básico de la red y posteriormente avanzar hacia una red ampliada. En consecuencia, los esfuerzos de financiación pueden dirigirse hacia el núcleo de la red, para hacer frente así a los sectores estratégicamente más importantes de la red TEN-T.

De esta forma, y frente a la escasez de recursos financieros que marca la crisis económica, será posible concentrarse en primer término en proyectos de alto valor añadido, como por ejemplo la eliminación de los denominados cuellos de botella y la construcción de las conexiones que faltan.

De acuerdo a lo establecido por la Comisión Europea, 31,7 mil millones de euros (provenientes de dos programas financieros diferentes) estarán destinados a financiar el núcleo básico a través del cual podrán solucionarse las cuestiones centrales en torno al desarrollo de la red TEN-T.

El problema de las normas técnicas

En el mismo sentido, CER remarcó que la propuesta elaborada no solamente permite una mayor concentración de fondos en el núcleo de la red, sino que además brinda prioridad a las regiones más pobres del continente. Esto resulta vital para proporcionar financiamiento destinado al desarrollo de la infraestructura ferroviaria en los sectores donde más se necesita.

Por el contrario, los expertos de CER creen que la Comisión Europea ha propuesto normas técnicas para la red ferroviaria transeuropea que van más allá de las especificaciones vigentes para la interoperabilidad de la infraestructura en el continente. Este punto es considerado negativo, porque no se ha consultado al sector ferroviario al respecto.

Aunque es importante la intención general de crear una red de infraestructura homogénea, las normas técnicas presentadas por la Comisión Europea podrían tener graves consecuencias financieras para el sector ferroviario según CER. La institución sostiene que en un contexto de crisis económica y financiera, las normas técnicas representarían una considerable carga adicional para los presupuestos nacionales de transporte.

Por otra parte, la CE busca con este ordenamiento una mayor interconexión entre los distintos medios de transporte, con el objetivo de crear un sistema de transporte europeo totalmente integrado. Se espera que el nuevo enfoque, basado en corredores multimodales, permita concretar cambios en los patrones de carga y de transporte de pasajeros, contribuyendo al mismo tiempo a la meta de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 60% en 2050.



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