Irlanda recupera una red ferroviaria abandonada para dinamizar una región

Con una extensión de 200 kilómetros, moverá más de 355.000 pasajeros al año


Western Railway Corridor Project es el nombre del proyecto que el gobierno irlandés ha elegido para rehabilitar una red ferroviaria abandonada en Irlanda. Los beneficios son muchos, ya que la medida reactivará toda la economía de la región. Se prevé la atención de más de 355.000 personas por año, en el marco de una red con una extensión de prácticamente 200 kilómetros. Por Pablo Javier Piacente.


Pablo Javier Piacente
23/04/2010

Tren inaugural de la red remodelada en el marco del Western Railway Corridor Project. Imagen: railway-technology.com.
Un nuevo proyecto ferroviario permitirá recuperar la actividad de una red abandonada en Irlanda, con más de 200 kilómetros de longitud. Además de atender a más de 355.000 personas por año, la recuperada línea significará una inyección de dinamismo para toda la economía regional. Los trabajos del Western Railway Corridor Project están a cargo del gobierno irlandés.

La primera fase del proyecto fue habilitada en marzo de este año, mientras que se prevé la apertura de la segunda fase sobre 2011. La red incluirá 58 kilómetros de Ennis a Athenry (Primera Etapa), 25 kilómetros de Athenry a Tuam (Segunda Etapa), 27 kilómetros de Claremorris a Tuam (Tercera Etapa) y 74 kilómetros de Claremorris a Collooney (Cuarta Etapa).

El Western Railway Corridor Project incluye la rehabilitación de líneas ferroviarias que, luego de distintas campañas masivas efectuadas para reiniciar los servicios en la red, fueron abordadas por el gobierno irlandés para realizar su mejoramiento y modernización.

El proyecto incluye cuatro fases: una inaugurada en marzo de 2010 y con un presupuesto de 106,5 millones de euros, otra que se prevé dejar habilitada en 2011 y otras dos que se encuentran aún en etapas de planificación, debido a cuestiones relativas a su viabilidad.

Beneficios de la reapertura de la red

Como sucede con todo proyecto de infraestructura pública, el Western Railway Corridor Project ha recogido opiniones positivas y negativas. Según sus detractores, la población ubicada en forma dispersa en la región no verá útil el nuevo servicio, haciendo innecesaria la apertura de algunas de las fases.

Por el contrario, los especialistas y distintos actores políticos que están a favor de la reapertura de la red creen que contribuirá a desarrollar toda la región oeste irlandesa, previendo además que el número de pasajeros será lo suficientemente amplio como para solventar los gastos de funcionamiento del proyecto.

La renovación de la mencionada infraestructura ferroviaria fue considerada por el gobierno irlandés en su programa de inversiones “Transport 21”, creado justamente para mejorar los servicios de transporte en la región. El mencionado programa forma parte del Plan Nacional para el Desarrollo de Irlanda 2007-2013.

Antes de concretar la renovación de la red, un grupo de expertos creado en 2005 preparó un informe sobre la viabilidad de la reapertura de la línea ferroviaria en desuso. Atendiendo a los resultados positivos de esta evaluación, y más allá de las opiniones encontradas sobre el proyecto, el gobierno irlandés inició las obras preliminares en 2006.

Nueva estación Ardrahan. Imagen: railway-technology.com.
Nueva infraestructura

En 2011, una nueva estación se habilitará en Oranmore y otra en Crusheen, según informó en un reciente artículo el medio especializado Railway Technology. Las estaciones cuentan con una plataforma de 90 metros, viviendas, sistemas de información para los usuarios, circuito cerrado de televisión y aparcamiento. Además, están pensadas para ser accesibles para personas con movilidad reducida.

Otras obras incluidas en el proyecto fueron la colocación de nuevos rieles en toda la longitud de la renovada línea. Además, se incorporaron vallas y puentes a lo largo de todo el recorrido, se reformaron los sistemas de señalización y se modernizaron los pasos a nivel existentes, retirando otros que no estaban en condiciones de seguir funcionando.

La empresa Alstom suministró la nueva flota de trenes del Western Railway Corridor Project. En total se trabajará en principio con 2.700 vagones, en dos coches o cuatro coches de configuración y 25 unidades de transporte. Los trenes tienen un peso de 38,2 toneladas cada uno.

Los mismos pueden alcanzar una velocidad máxima de 120 kilómetros por hora, con una capacidad total de 117 pasajeros sentados, dos autos y una unidad adicional de 274 pasajeros de a pie. La tracción de estos trenes es del tipo diesel hidráulico, con un motor de 350hp Cummins.



Pablo Javier Piacente
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