Si la única herramienta con la que cuenta una persona invidente para desplazarse de un lugar a otro es aprender a contar y memorizar el número de pasos necesarios para ello, la experiencia será pobre e incómoda. Pero si para realizar ése o cualquier otro trayecto aquél contara con una red de puntos de información auditiva a lo largo del mismo, que le fuera dando cuenta del lugar en que se halla en cada momento y de los más próximos lugares de interés, entonces dicho trayecto se enriquecería considerablemente.
Así describe James Knox, coordinador de tecnología adaptativa para los Servicios Centrales de Tecnología de la Información de la Univerdad de Michigan- el sistema ha sido creado y desarrollado por estudiantes de la misma–, quien añade que “Talking Points puede ser visto como el primer paso en la dirección de una audio-realidad virtual diseñada para personas ciegas y muy práctica también para la comunidad vidente.” , según un comunicado de la citada universidad.
Balizas de información
La idea viene a llamarse técnicamente Sistema de Información Contextual para Orientación Urbana, está basada en una serie de Talking Points y utiliza el sistema de telecomunicación inalámbrica Bluetooth. Esto último, junto con la posibilidad de que el usuario final interactúe con el sistema mediante órdenes de voz, es lo que constituye su novedad y lo diferencia de otros sistemas similares.
Dos de los componentes de los que consta son el dispositivo que porta el usuario y proporciona a éste la información (en el futuro será con toda probabilidad el teléfono móvil, aunque el prototipo actual es un dispositivo un poco más grande) y un sitio web que continuamente será provisto de aquélla por otros miembros de la comunidad.
En medio de ambos elementos habrá una red de “balizas” Bluetooth situadas en puntos urbanos de interés, que emitirán los contenidos de la web y con las que el usuario podrá interactuar a través de su dispositivo portátil –bien de forma táctil, bien mediante órdenes de voz–, para solicitarles más información cuando así lo deseen. Baños públicos, comisarías, paradas de transporte público o restaurantes con menús en Braille son algunos de los lugares de los que informarán las balizas.
Mejorar la realidad
“Este sistema permite un tipo de realidad aumentada. Muestra cómo podemos tomar información generada por el usuario desde Internet y ponerla en la realidad para ayudar a la gente a tomar conciencia de dónde están y del entorno y las posibilidades que tienen alrededor”, explica Jacob Hilden, uno de los estudiantes de la Escuela de Información implicados en el proyecto.
Él y sus compañeros tomaron el primer desarrollo realizado por Knox (y otros colaboradores de la Escuela de Información y el Departamento de Ingeniería Eléctrica y Ciencia Computacional) y lo mejoraron, añadiendo la tecnología Bluetooth y reduciendo el tamaño del dispositivo receptor. También han testeado ya el sistema en simulaciones de campo, tanto con grupos de videntes como de invidentes.
Para emprender el proyecto contaron con una beca de 10.000 dólares concedida por GROCS 2008. GROCS son las siglas de Grant Opportunities (Collaborative Spaces), un programa de Digital Media Commons para promover la investigación estudiantil con medios digitales en aprendizaje colaboracional.
Innovación de proximidad
Mark Newmann, profesor asistente del mencionado departamento de la universidad y co-autor de la documentación con la que el proyecto está siendo presentado, ha indicado que “los sistemas de guía basados en la localización, de un tipo u otro, han sido contruidos y reconstruidos por investigadores académicos durante una década, pero éste es el primer proyecto que se ha centrado realmente en las necesidades de los ciegos y está siendo desarrollado para cubrir sus necesidades”.
No obstante, claro que el sistema ofrecerá también servicio y será de utilidad para la población vidente. No son pocos los que están aprovechando ya las posibilidades de la tecnología Bluetooth, a pesar de su limitada escasa distancia de cobertura (nos lo encontramos ya en recintos feriales, exposiciones y similares, enviándonos a nuestro móvil un plano para que nos dirijamos al stand del emisor, en innovadoras campañas de publicidad enmarcadas en marketing de proximidad, e incluso en algún restaurante vanguardista en el que se interactúa con los camareros mediente dispositivos Bluetooth instalados en las mesas).
De modo que también el sistema Talking Points de los estudiantes de la Universidad de Michigan y sus balizas Bluetooth podrán ser usados tanto por comerciantes para llamar desde sus negocios la atención de los transeúntes sobre sus productos –enviándoles, por ejemplo, ofertas o resúmenes de los mismos– como por organismos institucionales de la ciudad para señalizar parkings, museos, centros de información y otros edificios o emplazamientos.
Desde su primera orientación de trazar un mapa de información para los invidentes probablemente se implantará, evolucionará y contribuirá sin duda a enriquecer y hacer más transitables nuestros espacios urbanos.
Así describe James Knox, coordinador de tecnología adaptativa para los Servicios Centrales de Tecnología de la Información de la Univerdad de Michigan- el sistema ha sido creado y desarrollado por estudiantes de la misma–, quien añade que “Talking Points puede ser visto como el primer paso en la dirección de una audio-realidad virtual diseñada para personas ciegas y muy práctica también para la comunidad vidente.” , según un comunicado de la citada universidad.
Balizas de información
La idea viene a llamarse técnicamente Sistema de Información Contextual para Orientación Urbana, está basada en una serie de Talking Points y utiliza el sistema de telecomunicación inalámbrica Bluetooth. Esto último, junto con la posibilidad de que el usuario final interactúe con el sistema mediante órdenes de voz, es lo que constituye su novedad y lo diferencia de otros sistemas similares.
Dos de los componentes de los que consta son el dispositivo que porta el usuario y proporciona a éste la información (en el futuro será con toda probabilidad el teléfono móvil, aunque el prototipo actual es un dispositivo un poco más grande) y un sitio web que continuamente será provisto de aquélla por otros miembros de la comunidad.
En medio de ambos elementos habrá una red de “balizas” Bluetooth situadas en puntos urbanos de interés, que emitirán los contenidos de la web y con las que el usuario podrá interactuar a través de su dispositivo portátil –bien de forma táctil, bien mediante órdenes de voz–, para solicitarles más información cuando así lo deseen. Baños públicos, comisarías, paradas de transporte público o restaurantes con menús en Braille son algunos de los lugares de los que informarán las balizas.
Mejorar la realidad
“Este sistema permite un tipo de realidad aumentada. Muestra cómo podemos tomar información generada por el usuario desde Internet y ponerla en la realidad para ayudar a la gente a tomar conciencia de dónde están y del entorno y las posibilidades que tienen alrededor”, explica Jacob Hilden, uno de los estudiantes de la Escuela de Información implicados en el proyecto.
Él y sus compañeros tomaron el primer desarrollo realizado por Knox (y otros colaboradores de la Escuela de Información y el Departamento de Ingeniería Eléctrica y Ciencia Computacional) y lo mejoraron, añadiendo la tecnología Bluetooth y reduciendo el tamaño del dispositivo receptor. También han testeado ya el sistema en simulaciones de campo, tanto con grupos de videntes como de invidentes.
Para emprender el proyecto contaron con una beca de 10.000 dólares concedida por GROCS 2008. GROCS son las siglas de Grant Opportunities (Collaborative Spaces), un programa de Digital Media Commons para promover la investigación estudiantil con medios digitales en aprendizaje colaboracional.
Innovación de proximidad
Mark Newmann, profesor asistente del mencionado departamento de la universidad y co-autor de la documentación con la que el proyecto está siendo presentado, ha indicado que “los sistemas de guía basados en la localización, de un tipo u otro, han sido contruidos y reconstruidos por investigadores académicos durante una década, pero éste es el primer proyecto que se ha centrado realmente en las necesidades de los ciegos y está siendo desarrollado para cubrir sus necesidades”.
No obstante, claro que el sistema ofrecerá también servicio y será de utilidad para la población vidente. No son pocos los que están aprovechando ya las posibilidades de la tecnología Bluetooth, a pesar de su limitada escasa distancia de cobertura (nos lo encontramos ya en recintos feriales, exposiciones y similares, enviándonos a nuestro móvil un plano para que nos dirijamos al stand del emisor, en innovadoras campañas de publicidad enmarcadas en marketing de proximidad, e incluso en algún restaurante vanguardista en el que se interactúa con los camareros mediente dispositivos Bluetooth instalados en las mesas).
De modo que también el sistema Talking Points de los estudiantes de la Universidad de Michigan y sus balizas Bluetooth podrán ser usados tanto por comerciantes para llamar desde sus negocios la atención de los transeúntes sobre sus productos –enviándoles, por ejemplo, ofertas o resúmenes de los mismos– como por organismos institucionales de la ciudad para señalizar parkings, museos, centros de información y otros edificios o emplazamientos.
Desde su primera orientación de trazar un mapa de información para los invidentes probablemente se implantará, evolucionará y contribuirá sin duda a enriquecer y hacer más transitables nuestros espacios urbanos.