Ingenieros rusos crean un blindaje líquido formado por nanopartículas

Se transforma en un compuesto sólido cuando recibe un impacto brutal, como el de una bala


Un equipo de ingenieros rusos acaba de sacar a la luz un protector líquido que funciona a modo de blindaje. Formado por un gel de nanopartículas sólidas y un líquido de relleno, este blindaje se mantiene flexible y sin apenas añadir peso hasta que un impacto lo sacude: entonces, las nanopartículas se unen evitando que el proyectil o el fragmento penetre en capas más profundas. Comenzará a aplicarse en vehículos en verano de 2007, pero ya tiene otros antecedentes militares que fueron producidos en Estados Unidos: en 2004 otro equipo de ingenieros U.S. Army Research Laboratory presentó un tipo de chalecos antibalas con el mismo sistema incorporado, que posteriormente se aplicó a la protección de brazos y piernas de los soldados norteamericanos destinados en Irak. Por Yaiza Martínez.


05/02/2007

Sciencentralnews
Ingenieros rusos han desarrollado un novedoso revestimiento de protección denominado “Liquid Armor” (blindaje líquido), que consiste en un gel compuesto por partículas nanométricas (del tamaño de la billonésima parte de un metro) y un líquido de relleno.

La primera fase de pruebas de dicho blindaje ha sido realizada por el Fondo de capital de riesgo del Complejo militar e industrial de la región de Sverdlovsk, en Rusia, que ha confirmado la efectividad del invento en un comunicado.

Este Fondo, en el que participan las principales empresas de los Urales, fue instituido en noviembre de 2005, y tiene como objetivo aprovechar el potencial intelectual y técnico de la región para el desarrollo de tecnologías puntas.

Diseñado en principio para que se aplique a los coches a partir del próximo verano, el Liquid Armor puede utilizarse también como blindaje de helicópteros, botes a motor, material militar y chalecos de protección.

Asimismo, no implica un aumento significativo de peso, lo que supone una ventaja añadida con respecto a los blindajes metálicos.

Cómo funciona

Formado por nanopartículas sólidas y un material de relleno, el Liquid Armor se transforma en un compuesto sólido cuando recibe un impacto brutal, como el de una bala o un choque.

Esta transformación se debe a que el impacto hace que las partículas se unan casi instantáneamente unas con otras, en menos de un milisegundo, deteniendo así la penetración del proyectil o de los fragmentos a niveles más profundos del objeto o persona.

Supone por tanto una eficiente protección contra la mayor parte de los tipos de proyectiles y explosivos existentes.

Antecedentes para chalecos antibalas

Pero el Liquid Armor ruso no es el primer invento de este tipo en el mundo. En 2004, el U.S. Army Research Laboratory presentó una nueva tecnología para los chalecos antibalas Kevlar (marca de fibra muy resistente al calor desarrollada por la compañía Dupont), que consistía también en nanopartículas sólidas de sílice suspendidas en un líquido (glicol polietileno), produciendo un material ligero y flexible.

Este material, deformable y fluido como un líquido en condiciones normales, también se convertía en un material rígido al contacto con un impacto.

Concebido para evitar que las balas atravesaran el cuerpo de los soldados, se buscó asimismo que tuviera un coste de fabricación bajo y que fuera ligero al tiempo que mantuviese la eficiencia de un chaleco antibalas corriente.

También para piernas y brazos

Según publicó la revista Sciencecentral, posteriormente, la idea de proteger el cuerpo con el blindaje líquido se extendió a las extremidades, normalmente desprotegidas, debido principalmente a la necesidad de ofrecer un blindaje más completo a los soldados estadounidenses en Irak.

Desarrollado por Norman Wagner de la universidad de Delaware y Eric Wetzel del U.S. Army Research Lab en Abeerden, el objetivo era aplicar el mismo sistema a brazos y piernas.

Esto es posible gracias a que dicho blindaje sólo aumenta el peso en un 20%, característica que, unida a la flexibilidad, lo convierte en un protector óptimo para las áreas del cuerpo que más se mueven.

Para las extremidades, el protector consistía en finas capas de líquido que se mantenían flexibles bajo los movimientos normales, pero que eran capaces de absorber la energía de los impactos y convertirse en un material rígido frente a ellos.



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