Identifican los tres secretos del éxito de un empleado

Hacer bien las cosas no es suficiente para ser un trabajador ejemplar, el jefe debe dar más a la empresa


Al igual que un decálogo es fundamental para una organización que desea promover orden entre sus distintas redes de trabajo, también lo es la tríada de cualidades que debe poseer un empleado dispuesto a proporcioar el éxito tanto a su persona como a su empresa. Expertos en el área de liderazgo y recursos humanos aseguran que existen tres cualidades fundamentales para reconocer a un empleado ejemplar, digno de un ascenso a jefe. Por supuesto, ser eficaz a la hora de realizar las tareas encomendadas es primordial, pero no es la cualidad decisiva para ser un líder ejemplar. Son igual de importantes la adaptación a los entornos de trabajo y el fomentar relaciones donde todas las partes salgan beneficiadas. Por Iván Abreu Anaya.


Iván Abreu Anaya
21/05/2012

Muchos podrían pensar que basta con realizar las tareas encomendadas por su superior, ser puntual con los horarios de trabajo y cumplir con las normas estipuladas por la empresa para ser un buen empleado. En efecto, no está mal este concepto. Sin embargo, si lo que desea es destacar entre sus compañeros y convertirse en un futuro líder de su organización, existen otros factores que debe tomar en cuenta para conseguir su prepósito.

Según publica esta semana en el digital especializado Management-Issues el experto Duane Dike, gerente de operaciones de Disneyland en California y responsable de dirigir a los cientos de talentosos artistas de este espectáculo, existe un triángulo de factores para que un líder desarrolle sus funciones con eficacia, y sea ejemplo entre el resto de sus homólogos.

“Los jefes deben ser competentes en el trabajo, comprender su influencia en los ambientes organizacionales, y conocer el efecto de sus acciones sobre el comportamiento del empleado”, dice el estudioso.

Según Dike, algo tan simple como no saludar a sus compañeros de trabajo con "buenos días", una acción no-acción, podría afectar a la moral del empleado durante los meses siguientes. “Los directivos deben ser conscientes de todas sus acciones, porque son objeto permanente de escrutinio entre los empleados, su lugar en el entorno de trabajo, y su habilidad para relacionarse”, puntualiza el experto en recursos humanos.

El triangulo de factores…

Tres serían los vértices de las cualidades que deben impulsar a un líder al éxito, según el experto. Explicamos a continuación los aspectos que influyen en un liderazgo ejemplar, y aquellos en los que deben poner especial atención los jefes de recursos humanos para promover a un candidato: sus habilidades, la manera de desenvolverse en el entorno y las relaciones con el mismo que pueden convertirse en el futuro en posibles colaboradores de la organización.

Las habilidades y el liderazgo: La habilidad de liderazgo es la capacidad de maniobrar, dirigir o instruir a través de los sistemas y manipular sin producir "oleaje". Hay que saber hasta para dar ordenes. Si se actúa con prepotencia y arrogancia, el personal podría poner en riesgo el trabajo y perjudicar la labor del jefe. La habilidad de liderazgo es esencialmente una medida que indica cómo podemos hacer el trabajo de gestión.

“Ser un gerente no consiste solo en mandar; hay un elemento muy importante de la gestión en cuestión. Gerenciar es nuestra destreza de crear sistemas y procesos para hacer el trabajo” apunta Dike. Un líder eficaz trabaja más con la inteligencia emocional, con su capacidad de percibir el estado de ánimo, la moral y las fortalezas de los trabajadores. La capacidad de combinar la gestión y estas habilidades es el material de las culturas de aprendizaje.

El entorno y un líder : El entorno en el que realizan sus labores los empleados es fundamental para el buen desarrollo de las tareas. Siempre existe algún factor que puede ser mejorado para hacer más sencillo el trabajo de los trabajadores. Un buen líder debe al menos intentar mejorar las condiciones de trabajo de su equipo para ganarse el respeto de todos.

Por ejemplo, los aparcamientos en muchas organizaciones están a varios kilómetros del lugar de trabajo, lo que significa que los empleados deben utilizar otro transporte, además del coche, para llegar hasta la oficina. Puede que no sea posible construir nuevos aparcamientos cerca del lugar de trabajo, pero el jefe debe contar con estos factores dentro de su plan de trabajo.

Como líder, no puede ser capaz de cambiar el entorno, pero debe entender la dinámica del medio, ya que afecta el comportamiento del empleado. Y, si un medio se puede cambiar para mejor, hacer el cambio.

Las relaciones y el líder: Es lo que denomina el experto "la tercera pata de este taburete". Representan el hecho frío y duro de trabajar con gente, y cada movimiento que como lideres realizamos.

Las relaciones son las áreas en las que la inteligencia emocional es potencialmente más brillante. Los jefes con alta inteligencia emocional son buenos en la creación de entornos de trabajo, de gestión participativa y mantienen la cordura y paz en cualquier situación, son conscientes de sus propias fortalezas y debilidades, y son francos (no se andan por las ramas), son influyentes y participativos.

Los líderes tienen que saber que la construcción de relaciones fuertes es tan importante como hacer bien el trabajo. Mediante el fomento de las culturas de colaboración, emocionalmente inteligentes los líderes activan el bienestar emocional, el rendimiento de un mejor trabajo, un compromiso más firme, satisfacción y menor desgaste. La finalidad: las personas se relacionan.

El taburete de dos patas…

El experto afirma que si se elimina cualquiera de las tres patas del taburete (la habilidad, el medio ambiente o las relaciones), el éxito caerá. Si alguna parte de esta triada es débil, se necesitará tiempo para fortalecer esa parte.

Mejorar su labor como líder puede tomar tiempo, por dos razones. Una, el cambio es mejor poco a poco y se logra a través de pequeñas mejoras, casi imperceptibles. Dos, la gente no perdona ni olvida con facilidad. Recuerde el refrán: golpee a un perro con un periódico una sola vez, y el perro nunca confiará en usted o un periódico de nuevo. Los recuerdos son imborrables.

No espere a demostrar un cambio, los pasos cortos pero firmes siempre llevaron al éxito indiscutible. Sin apuros pero sin descanso, seguro que conseguirá ser el jefe ejemplar que todo empleado desea tener.



Iván Abreu Anaya
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