Idean un sistema para convertir los coches en antenas de telefonía móvil

La cercanía de otro vehículo sería suficiente para hablar o conectarse a Internet


Ingenieros de la universidad de California han ideado una fórmula para que las comunicaciones móviles no fallen nunca: colocar nodos o punto de recepción y emisión de señales en los coches para que se conviertan en una auténtica red de comunicación. Ya no necesitaremos por tanto una antena o un punto de acceso para llamar por el móvil o conectarnos a Internet desde el coche, sino que bastará con tener otros vehículos en red cerca del nuestro (a entre 100 y 300 metros). La única dificultad para la extensión de la tecnología sería, según sus creadores, el miedo a la pérdida de privacidad por parte de los conductores. Pero están convencidos de que las ventajas acabarán imponiéndose. Por Olga Castro-Perea.


Olga Castro-Perea
19/06/2007

Profesor Mario Gerla (a la izquierda), junto al investigador Giovanni Pau (Foto: Reed Hutchinson, UCLA).
En una sociedad tan interconectada como la actual gracias a la telefonía móvil e Internet, es fácil creer que las comunicaciones están garantizadas. Sin embargo, son más frágiles de lo que nos podamos imaginar, advierte la universidad de California (UCLA en una nota de prensa. Por ello, ingenieros de esta universidad han desarrollado un proyecto que pretende convertir los coches en puntos de recepción y emisión de señales de telefonía móvil.

Como ejemplo de deficiencia y fragilidad de las comunicaciones que damos por sentadas cada día, se señalan las situaciones catastróficas del 11 de septiembre en Nueva York o del huracán que asoló Nueva Orleáns en agosto de 2005: en ambas, las comunicaciones fallaron repentinamente cuando las infraestructuras para la atención de emergencias quedaron destruidas.

El profesor de ciencia computacional Mario Gerla y el investigador Giovanni Pau, del UCLA Henry Samueli School of Engineering and Applied Science, se dedican por esta razón a dicho proyecto, con el que se intentará equipar de la tecnología necesaria a los coches para que el conjunto del parque automovilístico se convierta en una red de comunicación móvil que permita a cada vehículo transmitir señales a otros vehículos de la misma red sin cable.

Nodos sobre ruedas

Las conexiones se realizarían entre coches situados a una distancia de entre 100 y 300 metros entre ellos, por lo que cuantos más coches conectados haya mayor amplitud alcanzará la red.

Actualmente, explica Gerla, conectarse a Internet o llamar por el móvil desde un coche en movimiento requiere la cercanía de una antena o punto de acceso cercanos. Si los coches se usaran como tales, las señales necesarias fluctuarían entre unos y otros.

La revista cellullar-news explica que los coches serían por tanto utilizados como nodos o puntos reguladores de recepción y traspaso de transmisión de diferentes direcciones, es decir, como nodos sobre ruedas.

Para ello, se necesitará la adición, de coste relativamente bajo, de sensores en los techos y parachoques de los vehículos, y configurar los ordenadores con estas nuevas aplicaciones móviles.

Plataforma MANET

La plataforma en red resultante, bautizada como MANET, aplicaría protocolos de radio como el Digital Short Range Communication o DSRC (diseñado especialmente para uso en automóviles) en combinación con la tecnología sin cables WLAN, que es un sistema de comunicación de datos inalámbrico flexible que utiliza tecnología de radiofrecuencia y que permite mayor movilidad a los usuarios.

Esta tecnología va adquiriendo cada vez mayor importancia porque permite la transmisión a tiempo real a una terminal central en almacenes o fábricas. También se usa mucho en los hogares para compartir el acceso a Internet entre varios ordenadores.

Según afirma Pau en celullar-news, el aspecto clave de esta red es que no estaría sujeta a las limitaciones de memoria, procesamiento, almacenamiento y energía de las tradicionales redes de sensores. Estaría basada en los propios recursos del vehículo, así como de los vehículos que lo rodean.

Seguridad en carretera

Gerla y Pau señalan que la red de comunicaciones sobre ruedas podría convertir en más segura la conducción diaria, porque serviría también para avisar a los conductores, con información a tiempo real, acerca de accidentes o cambios en las carreteras, incendios forestales que afecten las vías e, incluso, posibles ataques terroristas.

Asimismo, la tecnología proporcionaría una capacidad de comunicación importante a los servicios de emergencia, que contarían con una red que se mantendría activa en caso de que las demás redes de comunicación fallaran.

De hecho, el sistema ya está siendo probado por el Departamento de Transportes de California (CalTrans, en colaboración con el equipo de investigación de Gerla. Entre ambos desarrollan actualmente los sensores para vehículos necesarios para detectar problemas en las carreteras, y la red móvil que transmitiría información al respecto de manera instantánea. Con un acceso inmediato a esta información, los agentes de CalTrans cuentan con un mejor equipamiento para afrontar situaciones y tomar decisiones al respecto.

Pruebas y dificultades

Por otro lado, Gerla, Pau y su equipo de investigación han fabricado ya una plataforma de pruebas de vehículo para la realización de experimentos de red sobre ruedas en diversas condiciones de tráfico y situaciones en movimiento.

El primer test resultó un éxito, por lo que ahora planean desarrollar un vehículo de pruebas o C-VeT, que se moverá a través de un medio de pruebas sin cable denominado WHYNET. A el C-VeT podrá accederse a distancia desde cualquiera de los centros de investigación gracias a un interfaz en web.

Aunque este siguiente test resulte también exitoso, Gerla teme que pueda haber un obstáculo importante en la implantación de la red sin cables en coches. Para que ésta se extienda se necesita que mucha gente colabore convirtiendo sus vehículos en nodos móviles, y los conductores pueden ver en peligro su privacidad con este sistema.

La consolidación también requirirá de la cooperación de los fabricantes de coches, aunque algunos esfuerzos ya se han puesto en marcha en esta dirección, como la Connected Vehicle Trade Association, en Estados Unidos y la organización Car2Car Communication Consortium en Europa. Gerla espera que finalmente las ventajas pesen más que las preocupaciones, y que el sistema llegue a tener la oportunidad de demostrar su eficacia y utilidad.



Olga Castro-Perea
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