Héctor Caruncho: Los biomarcadores permitirán individualizar la medicación

El investigador, actualmente en la Universidad de Saskatchewan (Canadá), está especializado en la neurobiología subyacente a los trastornos mentales


Desde hace unos años, el doctor Héctor Caruncho, Catedrático de Farmacia que actualmente investiga y trabaja en la Universidad de Saskatchewan (Canadá), inició una nueva línea de investigación dedicada al descubrimiento de biomarcadores de los trastornos mentales. Sus resultados son muy alentadores: en el campo de la depresión, en breve podrían ayudar a definir la mejor medicación para cada paciente, esto es, la medicina personalizada para el trastorno depresivo. Caruncho también está estudiando el trastorno bipolar y la esquizofrenia en esta misma dirección. Por Anabel Paramá.


Anabel Paramá
04/01/2016

Héctor Caruncho junto a la investigadora Lisa Kalynchuk. Imagen: Gord Waldner, The StarPhoenix. Fuente: Universidad de Saskatchewan.
El doctor Héctor Caruncho es Catedrático de Farmacia, imparte clases en el College of Pharmacy and Nutrition y en el College of Medicine de la Universidad de Saskatchewan (Canadá) y su laboratorio forma parte del Cluster de Neurociencias de Canadá.

Empezó sus investigaciones trabajando en el campo de la neurobiología de peces y más tarde se interesó por los receptores GABA y su relación con enfermedades como la enfermedad de Parkinson y Huntington.

Hace unos años, inició una nueva línea de investigación dedicada al descubrimiento de nuevos biomarcadores de trastornos mentales, en la que trabaja actualmente.
 
Sus trabajos sobre la importancia de la reelina en trastornos mentales están abriendo una importante vía de solución para enfermedades tales como la esquizofrenia. ¿A qué es debida tal importancia?
 
A finales de los años 90, aparte de mis estudios sobre sistemas GABAérgicos en diversos modelos animales que realizaba en Santiago de Compostela, también trabajaba durante los veranos en el Instituto de Psiquiatria de la Universidad de Illinois en Chicago, de la que era Profesor Adjunto. Allí, en colaboración con Erminio Costa y Sandro Guidotti, descubrimos que una proteína recién descubierta (la reelina) se expresaba principalmente en distintos subtipos de neuronas GABAérgicas en la corteza cerebral e hipocampo, y mostraba una disminución de hasta un 50% en muestras postmortem de cerebros de esquizofrenia.
 
¿Cuál fue la razón de centrarse en dicha proteína?
 
La razón de que nos centraremos en ella es porque esta proteína juega un papel fundamental en la regulación de la migración neuronal durante el desarrollo prenatal y publicaciones recientes (de mediados de los 90) mostraban que alteraciones en esos procesos parecían jugar un papel importante en la esquizofrenia. Nosotros mostramos que la reelina continuaba expresándose en el cerebro adulto donde parecía estar implicada en procesos de regulación de sintaxis sobre espinas dendríticas. 
 
Desde entonces, ¿sigue centrado en esta investigación o actualmente ha diversificado un poco su trabajo?
 
Actualmente, estamos trabajando sobre todo en el campo de la depresión mayor, aunque también estudiamos el trastorno bipolar y la esquizofrenia. Parte de los trabajos tienen un componente básico de analizar en modelos animales las bases neurobiológicas de estos trastornos, que no son bien conocidas, con la idea de que a partir de ahí se podrán generar nuevas estrategias diagnosticas y terapéuticas. Sin embargo, en el campo de la depresión, si que estamos realizando investigaciones que podrían tener relevancia directa para los pacientes en un tiempo relativamente corto, ya que estamos estudiando marcadores biológicos en sangre (biomarcadores), que permitan dilucidar cual es la mejor medicación para cada paciente, lo que se llama medicina personalizada.
 
En líneas generales, ¿podría resumir la relevancia directa de su trabajo para los enfermos que sufren enfermedades mentales?
 
Hay que tener en cuenta que un número elevado de pacientes no responden bien a la medicación antidepresiva, y tener la posibilidad de desarrollar un test que permita evaluar cual es la mejor medicación para cada paciente individual, puede tener gran valor en la terapéutica de esta enfermedad y en la calidad de vida de los pacientes. Este es el objetivo final de nuestro trabajo.
 
Usted es un buen conocedor de la investigación mental en España, Estados Unidos y Canadá. En este sentido ¿a qué nivel cree usted que se encuentra España en el tema de los trastornos mentales?
 
En España, afortunadamente existe un número importante de grupos de investigación que están haciendo un gran trabajo en el estudio de las enfermedades mentales, muchos de ellos dirigidos por médicos psiquiatras, y otros por investigadores básicos. De hecho, he participado en el último congreso de la Sociedad Española de Psiquiatría que se celebró hace tres meses en Santiago de Compostela, y el número y calidad de las ponencias y comunicaciones fue muy buena. Como ejemplo quisiera mencionar que sigo trabajando con mis colaboradores en Vigo y Santiago (los grupos de Jose Manuel Olivares y Mabel Loza) en el campo de biomarcadores de trastornos mentales, y acabamos de firmar un acuerdo entre la Universidad de Saskatchewan, la Fundación Biomédica Galicia Sur y la Universidad de Santiago de Compostela, para facilitar nuestras colaboraciones científicas.
 
Esto es francamente positivo.
 
Efectivamente
 
Ahora bien, ¿Cómo podríamos seguir mejorando?
 
Como ocurre en otros campos el problema de la investigación en trastornos mentales en España radica, sobre todo, en una falta de financiación adecuada que se ha visto acentuada durante los años de la crisis económica.

Héctor Caruncho.
En la actualidad trabaja en Canadá, ¿podría decirnos cuáles son las razones por las que se ha ido de España?
 
Como anécdota quisiera mencionar que cuando dejé España en 2013 para aceptar una posición en la Universidad de Saskatchewan en Canadá, me preguntaron en varias ocasiones si lo hacia para mostrar mi desacuerdo a los recortes económicos en investigación durante la crisis.
 
Aunque yo entiendo que un país de las características de España debe priorizar la investigación  científica y su componente innovador de manera estable, la razón de mi marcha fue personal: Mi mujer es Canadiense y profesora de la Universidad de Saskatchewan, y tras varios años en los que nos vimos sólo durante unos meses al año, aproveché la oportunidad que se me ofrecía en Canadá para trabajar en la misma Universidad que mi mujer. Ella también es una neurocientífica especializada en estudios de comportamiento animal, compartimos el laboratorio y trabajamos juntos.
 
¿Qué diferencia encuentra a nivel científico entra España, Canadá y Estados Unidos?
 
Las situaciones son diferentes en los tres países. Si consideramos principalmente el ámbito de investigación en Universidades y Centros Públicos de Investigación, vemos que en los EEUU el sistema se basa en proyectos de investigación de gran tamaño ya que están subvencionados a coste completo (el salario o parte de él, de los investigadores, el de los contratos posdoctorales, etc se suman al coste directo de la investigación), en el caso de Canadá el sistema de proyectos de investigación es más parecido al de España, en el sentido de que la mayoría de los proyectos (aunque hay excepciones) financian, sobre todo, los costes directos, pero los salarios de los investigadores, contratos posdoctorales, becas etc provienen de otras fuentes. La diferencia estriba en que la carga docente de los profesores Universitarios es mucho menor en términos medios en Canadá que en España lo que facilita una mayor dedicación de los profesores universitarios a tareas de investigación.
 
Entonces en España…
 
Tanto Canadá como España, deberían desarrollar un sistema que posibilitase un aumento importante en el número de contratos postdoctorales. Ya que mientras que en los EEUU buena parte de la carga directa de la investigación en los laboratorios es llevada a cabo por personas que ya tienen su Doctorado, en el caso tanto de Canadá como España la tarea se centra sobre todo en becarios que están realizando su tesis doctoral y que, sobre todo al principio, no tienen la formación adecuada para llevar la base de la investigación de un laboratorio. Ello se traduce en muchos casos en que la duración de la etapa de Tesis es mas breve en los EEUU que en Canadá o España donde la tendencia de los directores es mantener los becarios de doctorado mas senior durante más tiempo ya que son los que tienen más experiencia y los que en realidad llevan a cabo la investigación diaria en el laboratorio.
 
Centrémonos entonces en el caso español. ¿Qué cree que debería hacer España para mejorar su sistema científico y tecnológico?
 
España cuenta con investigadores y centros de investigación preparados y competitivos, lo que estos centros necesitan es una política adecuada y estable de financiación. Al mismo tiempo, hay que luchar contra el proceso “endogámico” que se ha repetido en múltiples ocasiones en el sistema Universitario español. Ello no quiere decir que una persona formada en una Universidad concreta no pueda obtener un trabajo en la misma, sino que deben considerase objetivamente los méritos de los concursantes a fin de que la persona mejor preparada pueda obtener la plaza. También en el ámbito Universitario se debe entender que las habilidades, conocimientos, en intereses de todos los Profesores no son iguales, de manera que se debe facilitar que el personal muy activo en investigación pueda dedicar la mayor parte de su tiempo a tareas investigadoras (disminuyendo su carga docente), mientras que las personas menos activas debieran centrase más en la docencia. Por lo que yo sé en muchas Universidades ya se están implementando políticas de este tipo. En todo caso, me remito a la primera parte de mi respuesta, los estamentos políticos deben considerar la financiación de la investigación como una las mayores prioridades para el país y diseñar políticas adecuadas al respecto.
 
Ahora bien, hay otro elemento que sería interesante tener en cuenta. En las universidades españolas parece  que la interdisciplinariedad no es un valor. Su caso es una situación antagónica, ya que anteriormente ha trabajado en peces y ahora investiga en humanos. Esta condición no le ha impedido, en absoluto, en realizar un excelente trabajo. ¿Cree que la concepción de estas Universidades es un impedimento para el avance en la investigación?
 
Durante mucho tiempo han ido naciendo nuevas disciplinas científicas que se han ido desgajando de un campo general. La tendencia ha ido, por tanto, hacia la especialización en campos muy específicos en los que uno se podía sentir cómodo y realizar toda su carrera.
 
Con las nuevas tecnologías, las famosas “-omics” (que en español se suele traducir por -ómicas), unido al desarrollo de internet y la globalización, esto ha cambiado. Nos estamos dando cuenta de que para abordar cuestiones complejas e importantes en diversos campos científicos (podemos tomar como ejemplo el campo de las enfermedades mentales en el que yo trabajo) hay que ir en sentido contrario y aunar los esfuerzos de investigadores especializados en distintos campos para poder abordar de una manera mas efectiva e interdisciplinar esos problemas.
 
¿Nos podría poner un ejemplo?
 
Por ejemplo, en la universidad de Saskatchewan se acaba de completar el complejo de edificios  de “Ciencias de la Salud” que incluye laboratorios interdisciplinares que agrupan a investigadores de distintas Facultades. En mi caso, aunque yo soy Catedrático de Farmacia, mi laboratorio forma parte del Cluster de Neurociencias junto a otros colegas que investigan en el mismo campo que proviene de otras Facultades y Departamentos. De hecho, actuaciones similares también ocurren en Universidades Españolas, por ejemplo en el caso de la Universidad de Santiago de Compostela (la que mejor conozco, por haber trabajado allí muchos años) se ha constituido el “Campus Vida” que agrupa a una serie de edificios singulares de investigación (como por ejemplo el CIMUS, Centro de Investigación en Medicina Molecular) que incluyen los laboratorios de profesores pertenecientes  diversas facultades. El sistema Universitario de agrupar el Profesorado en Facultades y Departamentos dedicados a disciplinas concretas, debe por tanto modificarse parcialmente para favorecer la investigación interdisciplinar (aunque naturalmente es mas sencillo decirlo que hacerlo, ya que hay una tendencia de los elementos actuales -Departamentos y Facultades- a defender lo que consideran son sus intereses).

Muchas gracias profesor Caruncho. Ha sido un gusto hablar con usted.
 
Gracias a usted.
 



Anabel Paramá
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