Microplásticos recogidos por la expedición Malaspina en 2010. Imagen: CSIC. Fuente: Eurekalert.
Investigadores de la Universidad de Cádiz (UCA) han demostrado que existen cinco grandes acumulaciones de residuos plásticos en el océano abierto, coincidiendo con los cinco grandes giros de circulación de agua superficial en el océano.
Además de la ya conocida acumulación de basura plástica del Pacifico Norte, estos expertos han comprobado la existencia de acumulaciones similares en el centro del Atlántico Norte, el Pacífico Sur, el Atlántico Sur y el Océano Indico. Calculan que la cantidad global de plástico acumulado sobre la superficie de los océanos es de decenas de miles de toneladas.
Por otra parte, señalan que las aguas superficiales del centro de los océanos podrían no ser el destino final de los residuos plásticos, ya que grandes cantidades de microplásticos están pasando a la cadena alimenticia marina y a los fondos oceánicos, informa la UCA en un comunicado.
A medida que los objetos plásticos son transportados por las corrientes oceánicas, se resquebrajan y rompen en fragmentos cada vez más pequeños, debido a la radiación solar. Esos pequeños fragmentos de plástico (o microplásticos) pueden llegar a durar cientos de años.
El efecto de lo pequeño
"Estos microplásticos influyen en el comportamiento y en la cadena alimenticia de los organismos marinos”, explica Andrés Cózar, director de la investigación y profesor de la UCA.
Afectarían a dichos organismos de la siguiente forma: Por un lado, acumulan contaminantes que, en caso de ingesta, pueden pasar a los organismos durante la digestión. Por otro, pueden provocar obstrucciones gastrointestinales en los organismos. Por último, la abundancia de fragmentos plásticos flotantes permite a muchos organismos pequeños navegar y colonizar lugares hasta ahora inaccesibles para ellos, detalla Cózar.
“Pero, probablemente, la mayor parte de los impactos que está causando la contaminación por plástico en los océanos no se conocen todavía", concluye.
Además de la ya conocida acumulación de basura plástica del Pacifico Norte, estos expertos han comprobado la existencia de acumulaciones similares en el centro del Atlántico Norte, el Pacífico Sur, el Atlántico Sur y el Océano Indico. Calculan que la cantidad global de plástico acumulado sobre la superficie de los océanos es de decenas de miles de toneladas.
Por otra parte, señalan que las aguas superficiales del centro de los océanos podrían no ser el destino final de los residuos plásticos, ya que grandes cantidades de microplásticos están pasando a la cadena alimenticia marina y a los fondos oceánicos, informa la UCA en un comunicado.
A medida que los objetos plásticos son transportados por las corrientes oceánicas, se resquebrajan y rompen en fragmentos cada vez más pequeños, debido a la radiación solar. Esos pequeños fragmentos de plástico (o microplásticos) pueden llegar a durar cientos de años.
El efecto de lo pequeño
"Estos microplásticos influyen en el comportamiento y en la cadena alimenticia de los organismos marinos”, explica Andrés Cózar, director de la investigación y profesor de la UCA.
Afectarían a dichos organismos de la siguiente forma: Por un lado, acumulan contaminantes que, en caso de ingesta, pueden pasar a los organismos durante la digestión. Por otro, pueden provocar obstrucciones gastrointestinales en los organismos. Por último, la abundancia de fragmentos plásticos flotantes permite a muchos organismos pequeños navegar y colonizar lugares hasta ahora inaccesibles para ellos, detalla Cózar.
“Pero, probablemente, la mayor parte de los impactos que está causando la contaminación por plástico en los océanos no se conocen todavía", concluye.
Un problema a escala planetaria
Para poder llegar a estas conclusiones y obtener la primera estimación global de la cantidad de plástico flotante existente sobre la superficie de los océanos, los científicos analizaron todas las muestras tomadas en aguas del océano abierto durante la Expedición Malaspina, en 2010.
Las muestras fueron obtenidas en zonas alejadas de costa y núcleos urbanos que, a pesar de ello, presentaban basura plástica. De hecho, esta se encontró "en el 88% de la superficie oceánica muestreada”, lo que pone de manifiesto la escala planetaria de la problemática de la contaminación por residuos plásticos", indica Cózar.
Los residuos plásticos encontrados en la superficie de los océanos son principalmente polietileno y polipropileno; polímeros utilizados en productos tales como bolsas, contenedores de bebida y comida, envoltorios, utensilios del hogar o juguetes.
¿Qué hacer?
Con la finalidad de atajar este problema de contaminación a escala mundial, desde la Universidad de Cádiz se insiste en la necesidad de dar un paso más y "además de llevar a cabo una retirada selectiva de residuos en las costas y los océanos, habría que llegar a la raíz del problema, es decir, la entrada masiva y continuada de plástico en los océanos".
Asimismo, "es necesario que los productos plásticos incorporen un diseño que realmente permita hacer un uso sostenible de este material. La inversión en investigación para reducir, reutilizar y hacer realmente reciclable el plástico de los productos comerciales creo que no solo es una medida necesaria desde el punto de vista ambiental, sino que también es una inversión rentable desde el punto de vista comercial. Los océanos ya no son lo suficientemente grandes para esconder toda la basura plástica que generamos", sentencia el profesor Andrés Cózar.
La Expedición Malaspina 2010
La Expedición de Circunnavegación Malaspina 2010 es un proyecto, dirigido por el Consejo Superior de Investigaciones Científica (CSIC) y coordinado por el investigador Carlos Duarte, que integra a más de 400 científicos de todo el mundo y arrancó el 15 de diciembre de 2010 con la salida del puerto de Cádiz del buque de investigación oceanográfica Hespérides.
A bordo de este barco de la Armada Española y del buque Sarmiento de Gamboa, los investigadores estudiaron durante nueve meses (siete a bordo del Hespérides y dos a bordo del Sarmiento) el impacto del cambio global en el ecosistema del océano y exploraron su biodiversidad.
Los científicos tomaron cerca de 200.000 muestras de agua, plancton, peces, partículas de la atmósfera y gases en 313 puntos de los océanos Índico, Pacífico y Atlántico con profundidades de hasta 6.000 metros. La circunnavegación está sirviendo para realizar un amplio diagnóstico del estado los océanos del planeta y explorar los misterios de sus profundidades.
Para poder llegar a estas conclusiones y obtener la primera estimación global de la cantidad de plástico flotante existente sobre la superficie de los océanos, los científicos analizaron todas las muestras tomadas en aguas del océano abierto durante la Expedición Malaspina, en 2010.
Las muestras fueron obtenidas en zonas alejadas de costa y núcleos urbanos que, a pesar de ello, presentaban basura plástica. De hecho, esta se encontró "en el 88% de la superficie oceánica muestreada”, lo que pone de manifiesto la escala planetaria de la problemática de la contaminación por residuos plásticos", indica Cózar.
Los residuos plásticos encontrados en la superficie de los océanos son principalmente polietileno y polipropileno; polímeros utilizados en productos tales como bolsas, contenedores de bebida y comida, envoltorios, utensilios del hogar o juguetes.
¿Qué hacer?
Con la finalidad de atajar este problema de contaminación a escala mundial, desde la Universidad de Cádiz se insiste en la necesidad de dar un paso más y "además de llevar a cabo una retirada selectiva de residuos en las costas y los océanos, habría que llegar a la raíz del problema, es decir, la entrada masiva y continuada de plástico en los océanos".
Asimismo, "es necesario que los productos plásticos incorporen un diseño que realmente permita hacer un uso sostenible de este material. La inversión en investigación para reducir, reutilizar y hacer realmente reciclable el plástico de los productos comerciales creo que no solo es una medida necesaria desde el punto de vista ambiental, sino que también es una inversión rentable desde el punto de vista comercial. Los océanos ya no son lo suficientemente grandes para esconder toda la basura plástica que generamos", sentencia el profesor Andrés Cózar.
La Expedición Malaspina 2010
La Expedición de Circunnavegación Malaspina 2010 es un proyecto, dirigido por el Consejo Superior de Investigaciones Científica (CSIC) y coordinado por el investigador Carlos Duarte, que integra a más de 400 científicos de todo el mundo y arrancó el 15 de diciembre de 2010 con la salida del puerto de Cádiz del buque de investigación oceanográfica Hespérides.
A bordo de este barco de la Armada Española y del buque Sarmiento de Gamboa, los investigadores estudiaron durante nueve meses (siete a bordo del Hespérides y dos a bordo del Sarmiento) el impacto del cambio global en el ecosistema del océano y exploraron su biodiversidad.
Los científicos tomaron cerca de 200.000 muestras de agua, plancton, peces, partículas de la atmósfera y gases en 313 puntos de los océanos Índico, Pacífico y Atlántico con profundidades de hasta 6.000 metros. La circunnavegación está sirviendo para realizar un amplio diagnóstico del estado los océanos del planeta y explorar los misterios de sus profundidades.
Referencia bibliográfica:
Andrés Cózar, Fidel Echevarría, Juan I. González-Gordillo, Xabier Irigoien, Bárbara Úbeda, Santiago Hernández-León, Álvaro Palma, Sandra Navarro, Juan García-de-Lomas, Andrea Ruiz, María L. Fernández-de-Puelles, y Carlos M. Duarte. Plastic debris in the open ocean. PNAS (2014). DOI: 10.1073/pnas.1314705111.
Andrés Cózar, Fidel Echevarría, Juan I. González-Gordillo, Xabier Irigoien, Bárbara Úbeda, Santiago Hernández-León, Álvaro Palma, Sandra Navarro, Juan García-de-Lomas, Andrea Ruiz, María L. Fernández-de-Puelles, y Carlos M. Duarte. Plastic debris in the open ocean. PNAS (2014). DOI: 10.1073/pnas.1314705111.