Efecto mariposa y tiempo relativo
Hay una cierta picaresca espontánea que se aprecia en los resultados de investigación cuando los contemplas en conjunto y compruebas sorprendentes similitudes.
Esta semana hemos visto cómo el efecto mariposa que explica la teoría del caos se replica simbólicamente en las hormigas, capaces de provocar grandes cambios en los patrones de caza de los leones de la sabana africana.
Al mismo tiempo, hemos conocido que los cerebros de pequeños ratones cantores juegan con el tiempo siguiendo, aparentemente, los conceptos formulados por Einstein a principios del siglo XX: sus neuronas se comportan sabiendo que el tiempo es relativo, y no absoluto, para conseguir que el recital que usan estos roedores para comunicarse entre ellos se desarrolle con la flexibilidad vocal necesaria para alcanzar la excelencia. Suponemos que en cerebros como los nuestros pasa lo mismo.
Vórtice cuántico en casa…
Otra novedad importante de esta semana es que investigadores de la Universidad de Nottingham, en el Reino Unido, han creado en laboratorio un vórtice cuántico gigante que simula a un agujero negro y los fenómenos que ocurren en las regiones donde la gravedad y la mecánica cuántica interactúan. El experimento promete conciliar la gravedad con la mecánica cuántica.
… y Blockchain para el universo
También que un equipo de químicos ha logrado aprovechar la tecnología blockchain, normalmente utilizada para extraer criptomonedas, para crear una red informática masiva que puede investigar el surgimiento de la vida en la Tierra. La técnica reveló que algunas formas primitivas de metabolismo, o sea las reacciones químicas que ocurren en las células de los seres vivos y transforman los alimentos en energía, podrían haber surgido sin la participación de enzimas o proteínas, destinadas a acelerar esas reacciones.
¿Tenemos una caja de pandora en la barriga?
Los científicos han descubierto un grupo único y nunca visto de entidades similares a virus en el intestino y la boca de los seres humanos: estos "viroides" en forma de "obeliscos" pueden influir en la actividad genética dentro del microbioma humano, según sugieren los especialistas. Sin embargo, aún se desconoce su función específica y si son benéficos o perjudiciales para el organismo.
Podemos ver el mundo como lo perciben los animales
Y no menos importante: un equipo interdisciplinario de investigadores de la Universidad George Mason ha desarrollado un sistema de cámara y un software que crea videos en los que se muestran las complejas señales visuales que los animales perciben mientras están en movimiento en sus entornos naturales. O sea, que ya es posible que veamos el mundo a través de los ojos de pájaros y abejas, un viejo sueño cumplido, aunque solo sea una simulación.
La luz artificial desespera a los insectos
Y algo que no sabíamos: la luz artificial provoca un vuelo errático y hace que los insectos nocturnos corrijan continuamente su trayectoria de vuelo, lo que les provoca vértigo. Lo que erróneamente consideramos una atracción por la luz artificial es en realidad un baile de desesperación, con consecuencias catastróficas para la biodiversidad
Mejor llamarnos recolectores-cazadores ( y no al revés)
De nuestro pasado hemos sabido que los cazadores-recolectores, un periodo que abarca al 90 por ciento de la historia humana, no basaban su alimentación en las presas, sino que el 80 por ciento de su dieta la consumían a base de productos vegetales. Es decir, que no éramos tan carnívoros como pensábamos… ni como somos en la actualidad. Por eso, esa época debería llamarse recolectores-cazadores, según los autores de esta investigación.
Pasado humano revelador para el presente
Y un dato histórico muy revelador extraído del pasado imperio romano: las crisis climáticas provocan cambios sociales y políticos, algo que también estamos viviendo en la actualidad. Y también hemos sabido que hace entre 34.000 y 24.000 años había nueve culturas en Europa que prosperaban juntas. Parece que nacimos para entendernos.
Nos quedamos sin aguas subterráneas
Desde 1980 los niveles de agua subterránea están disminuyendo peligrosamente en el 71% de los acuíferos del mundo, y el ritmo de descenso se ha acelerado en el siglo XXI, superando los niveles perdidos de finales del siglo XX: incluso los descensos son ahora más del doble de frecuentes de lo que cabría esperar. Hay soluciones para parar esta deriva que en ocasiones se han aplicado con éxito, pero la mayoría miramos para otro lado.
Y mucho más
Hay más cosas interesantes que hemos descubierto esta semana: ya sabemos cómo el cerebro provoca el enamoramiento humano y cómo corregir el mal de amores. También que ya es posible que la IA nos elabore un video (no solo una imagen estática) a partir de un texto que le propongamos.
Hay más cosas que hemos averiguado esta semana y que puedes seguir, por ejemplo, a través de las páginas del Periódico de España, uno de los medios digitales de Prensa Ibérica donde estamos presentes cada día. ¡¡Que lo disfrutes!!