Hallan la forma de medir objetivamente el dolor

Una novedosa prueba detecta biomarcadores en la sangre que indican el mejor tratamiento


Investigadores estadounidenses han encontrado una forma de cuantificar el dolor a través de biomarcadores sanguíneos. Es una prueba revolucionaria que podría cambiar la forma de tratar el dolor en el futuro, con mayor precisión y pudiendo evitar medicamentos adictivos.


Eva Reneses
27/02/2019

Investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Indiana, en Estados Unidos, han desarrollado una prueba revolucionaria para medir el nivel de dolor en los pacientes a través de la observación de biomarcadores en análisis de sangre.
 

Este tipo de análisis permitiría a los médicos mucha más precisión en el tratamiento del dolor, así como una mejor visión a largo plazo. El trabajo podría tener un gran impacto en la forma en que los médicos traten el dolor en el futuro.
 

El estudio, dirigido por el profesor de psiquiatría Alexander Niculescu, realizó un  seguimiento de cientos de participantes en el Richard L. Roudebush VA Medical Center, en Indianápolis.
 

“Este prototipo (...) puede informar objetivamente a los médicos si el paciente tiene dolor y sobre su nivel de intensidad”, explica Niculescu en un comunicado. “Hasta ahora, hemos tenido que confiar en la información subjetiva de los pacientes o la impresión clínica del médico”.
 

Según Niculescu, la idea de la investigación era encontrar una forma de tratar a las personas con dolor de la manera más apropiada, y solucionar el problema del abuso de los analgésicos opiáceos. Algunos de ellos son la morfina o la codeína.
 

Medición objetiva
 

Durante el estudio, los investigadores observaron unos biomarcadores encontrados en la sangre que reflejan la gravedad de la enfermedad. Al igual que la glucosa sirve como un marcador para la diabetes, estos biomarcadores permiten a los médicos evaluar la gravedad del dolor que está experimentando el paciente y brindar tratamiento de manera objetiva y cuantificable.
 

Además de proporcionar una medida objetiva del dolor, el análisis de sangre de Niculescu ayuda a comparar los biomarcadores en la sangre del paciente con las posibles opciones de tratamiento. Como una escena de la serie de televisión CSI, los investigadores utilizan una base de datos de recetas, similar a las de datos de huellas dactilares empleadas por el FBI, para hacer coincidir los biomarcadores del dolor con los perfiles de medicamentos y compuestos naturales catalogados en la base de datos.
 

Niculescu señala que, a menudo, el mejor tratamiento identificado es un compuesto o fármaco no opiáceo. “Descubrimos que algunos compuestos que se han utilizado durante décadas para tratar otras dolencias, combinan mejor con los biomarcadores”.
 

"Hemos podido combinar biomarcadores con medicamentos existentes o compuestos naturales, lo que reduciría o eliminaría la necesidad de usar los opiáceos", añade Niculescu.


Alternativa a los analgésicos opiáceos
 

Niculescu considera que, en un contexto de “epidemia de opiáceos” como la actual, nunca ha habido un momento más importante para administrar medicamentos a los pacientes de manera responsable.
 

"La epidemia de opiáceos se produjo porque los medicamentos adictivos se recetaron en exceso, debido a que no había una medida objetiva de si alguien tenía dolor, o su gravedad", explica Niculescu. “Antes, a los médicos no se les enseñaban buenas alternativas a los opiáceos. Debemos tratar a las personas con precisión".
 

Tratamientos personalizados
 

Este estudio abre la puerta a la medicina de precisión para el dolor. Al tratar y recetar medicamentos de manera más apropiada para cada persona, este prototipo puede ayudar a aliviar los dilemas que han contribuido a la actual epidemia de opiáceos.
 

Además, los expertos del estudio descubrieron biomarcadores que no solo coinciden con los medicamentos no adictivos que pueden tratar el dolor, sino que también pueden ayudar a predecir cuándo alguien podría sentir dolor en el futuro, lo que ayuda a determinar si un paciente presenta dolor crónico a largo plazo, que podría resultar en futuras visitas a urgencias.
 

"A través de la medicina de precisión, se le proporciona al paciente un tratamiento que se adapta directamente a ellos y a sus necesidades", detalla Niculescu. “Algunos marcadores funcionan mejor para los hombres, y otros, para las mujeres”. Los investigadores también creen que puede haber marcadores distintos para cada tipo de dolor (fibromialgia, dolor de cabeza, etc.), y en ello enfocarán futuras investigaciones.


Referencia

Towards precision medicine for pain: diagnostic biomarkers and repurposed drugs. A. B. Niculescu et al. Molecular Psychiatry, 12 February 2019. DOI: https://doi.org/10.1038/s41380-018-0345-5.




Eva Reneses
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