Platelmintos. Fuente: Universidad de Nottingham.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Nottingham, en el Reino Unido, ha descubierto el mecanismo que permite a los platelmintos o gusanos planos superar el proceso de envejecimiento, para ser casi inmortales.
El descubrimiento, realizado en el marco de un proyecto del Biotechnology and Biological Sciences Research Council (BBSRC) y del Medical Research Council (MRC), podría ayudar a paliar los efectos del envejecimiento humano.
Según publica la Universidad de Nottingham en un comunicado, los platelmintos han asombrado desde siempre a los científicos por su aparentemente ilimitada capacidad de regeneración. Los investigadores de la Universidad de Nottingham decidieron analizar esta característica, con el fin de comprender el mecanismo subyacente a la longevidad de estos organismos.
En declaraciones recogidas por AlfphaGalileo, uno de los autores del estudio, el biólogo de dicha Universidad, Aziz Aboobaker, explica que, con este objetivo, fueron estudiados dos tipos de platelmintos.
Uno de ellos se reproduce sexualmente, y otro asexualmente, por división. Pero ambos tipos de gusanos son capaces de regenerarse indefinidamente, y de hacer crecer en sus cuerpos nuevos músculos, nueva piel, nuevas vísceras, e incluso cerebros nuevos, una y otra vez.
Qué es el envejecimiento celular
En general, cuando se dividen las células madre (para sanar heridas o durante la reproducción y el crecimiento), éstas comienzan a mostrar signos de envejecimiento, lo que supone que dejan de poder dividirse o de sustituir a otras células especializadas ya desgastadas de los tejidos de nuestros cuerpos.
El envejecimiento celular está relacionado con la longitud de los telómeros, que son los extremos protectores de los cromosomas.
El descubrimiento, realizado en el marco de un proyecto del Biotechnology and Biological Sciences Research Council (BBSRC) y del Medical Research Council (MRC), podría ayudar a paliar los efectos del envejecimiento humano.
Según publica la Universidad de Nottingham en un comunicado, los platelmintos han asombrado desde siempre a los científicos por su aparentemente ilimitada capacidad de regeneración. Los investigadores de la Universidad de Nottingham decidieron analizar esta característica, con el fin de comprender el mecanismo subyacente a la longevidad de estos organismos.
En declaraciones recogidas por AlfphaGalileo, uno de los autores del estudio, el biólogo de dicha Universidad, Aziz Aboobaker, explica que, con este objetivo, fueron estudiados dos tipos de platelmintos.
Uno de ellos se reproduce sexualmente, y otro asexualmente, por división. Pero ambos tipos de gusanos son capaces de regenerarse indefinidamente, y de hacer crecer en sus cuerpos nuevos músculos, nueva piel, nuevas vísceras, e incluso cerebros nuevos, una y otra vez.
Qué es el envejecimiento celular
En general, cuando se dividen las células madre (para sanar heridas o durante la reproducción y el crecimiento), éstas comienzan a mostrar signos de envejecimiento, lo que supone que dejan de poder dividirse o de sustituir a otras células especializadas ya desgastadas de los tejidos de nuestros cuerpos.
El envejecimiento celular está relacionado con la longitud de los telómeros, que son los extremos protectores de los cromosomas.
Durante la división celular, la información genética, ubicada en las retorcidas hebras que conforman dichos cromosomas, ha de pasar a la siguiente generación de células. En este proceso, es decir, cada vez que una célula se divide, los telómeros se hacen más cortos. Y, a medida que los telómeros se acortan, la célula va perdiendo su capacidad de renovarse y de dividirse, lo que provoca el envejecimiento.
Este acortamiento de los telómeros, generalizado en todo tipo de organismos, no se produce sin embargo en los platelmintos, lo que explicaría su longevidad.
Hallado el truco molecular
En el desarrollo de la investigación, Aboobaker, Thomas Tan y otros científicos colaboradores encontraron el truco molecular que hace posible que las células de estos gusanos se dividan indefinidamente, sin que los telómeros del ADN sufran ningún acortamiento.
Ya se sabía, gracias a un estudio previo que para sus autores supuso la concesión del Premio Nobel de Fisiología en 2009, que los telómeros pueden mantener su tamaño gracias a la actividad de una enzima llamada telomerasa.
Sin embargo, en la mayoría de los organismos de reproducción sexual, esta enzima está activa sólo durante las etapas iniciales del desarrollo. Por eso, a medida que pasa el tiempo y la actividad de esta enzima se ralentiza, los telómeros se reducen y envejecemos.
En la presente investigación, los científicos de la Universidad de Nottingham identificaron en los gusanos analizados una versión del gen que codifica esta enzima, y detuvieron su actividad. Esta detención conllevó un acortamiento en la longitud de los telómeros de los platelmintos, lo que demostró que el gen identificado era el responsable de la actividad de la telomerasa en estos organismos.
A partir de esta comprobación, los científicos pudieron medir con seguridad la actividad de dicho gen, y su efecto en la longitud de los telómeros. Descubrieron así que, en los platelmintos asexuados, se incrementaba drásticamente la actividad del gen cuando estos organismos se regeneraban, lo que permitía a las células mantener el tamaño de sus telómeros en los procesos de división destinados a remplazar tejidos perdidos.
Este acortamiento de los telómeros, generalizado en todo tipo de organismos, no se produce sin embargo en los platelmintos, lo que explicaría su longevidad.
Hallado el truco molecular
En el desarrollo de la investigación, Aboobaker, Thomas Tan y otros científicos colaboradores encontraron el truco molecular que hace posible que las células de estos gusanos se dividan indefinidamente, sin que los telómeros del ADN sufran ningún acortamiento.
Ya se sabía, gracias a un estudio previo que para sus autores supuso la concesión del Premio Nobel de Fisiología en 2009, que los telómeros pueden mantener su tamaño gracias a la actividad de una enzima llamada telomerasa.
Sin embargo, en la mayoría de los organismos de reproducción sexual, esta enzima está activa sólo durante las etapas iniciales del desarrollo. Por eso, a medida que pasa el tiempo y la actividad de esta enzima se ralentiza, los telómeros se reducen y envejecemos.
En la presente investigación, los científicos de la Universidad de Nottingham identificaron en los gusanos analizados una versión del gen que codifica esta enzima, y detuvieron su actividad. Esta detención conllevó un acortamiento en la longitud de los telómeros de los platelmintos, lo que demostró que el gen identificado era el responsable de la actividad de la telomerasa en estos organismos.
A partir de esta comprobación, los científicos pudieron medir con seguridad la actividad de dicho gen, y su efecto en la longitud de los telómeros. Descubrieron así que, en los platelmintos asexuados, se incrementaba drásticamente la actividad del gen cuando estos organismos se regeneraban, lo que permitía a las células mantener el tamaño de sus telómeros en los procesos de división destinados a remplazar tejidos perdidos.
Aziz Aboobaker. Fuente: Universidad de Nottingham.
En el caso de los platelmintos con reproducción sexual, sin embargo, el mecanismo parece no ser el mismo, algo que ha cogido por sorpresa a los investigadores. Los científicos creen que este tipo de gusanos planos podrían tener otro mecanismo de mantenimiento de los telómeros que no implique a la enzima telomerasa.
De cualquier manera, los hallazgos realizados han contribuido significativamente a la comprensión de uno de los procesos implicados en el envejecimiento, y podrían servir de base para la mejora de la salud y el aumento de la longevidad en otros organismos, entre ellos el ser humano, aseguran los investigadores.
Descubrimiento previo
Los resultados del presente trabajo han aparecido detallados en la revista especializada Proceedings of National Academy of Sciences (PNAS).
En 2010, Aboobaker y sus colaboradores hicieron público otro descubrimiento previo, en este caso del gen “Smed-prep”, que hace posible que los platelmintos regeneren partes de su cuerpo después de una amputación (incluyendo la cabeza entera o el cerebro).
Según señalaron entonces los investigadores, en un futuro, este hallazgo podría convertir en realidad la regeneración de órganos o tejidos humanos dañados.
De cualquier manera, los hallazgos realizados han contribuido significativamente a la comprensión de uno de los procesos implicados en el envejecimiento, y podrían servir de base para la mejora de la salud y el aumento de la longevidad en otros organismos, entre ellos el ser humano, aseguran los investigadores.
Descubrimiento previo
Los resultados del presente trabajo han aparecido detallados en la revista especializada Proceedings of National Academy of Sciences (PNAS).
En 2010, Aboobaker y sus colaboradores hicieron público otro descubrimiento previo, en este caso del gen “Smed-prep”, que hace posible que los platelmintos regeneren partes de su cuerpo después de una amputación (incluyendo la cabeza entera o el cerebro).
Según señalaron entonces los investigadores, en un futuro, este hallazgo podría convertir en realidad la regeneración de órganos o tejidos humanos dañados.