Gabriel González-Bueno, Responsable del área de Políticas de Infancia en UNICEF España.
El último informe de UNICEF sobre la pobreza infantil en España, La infancia en España 2012-2013. El impacto de la crisis en los niños, señala que hay 2.200.000 de niños que viven hoy en nuestro país por debajo del umbral de la pobreza. El empobrecimiento infantil se ha acelerado en los dos últimos años como consecuencia de la crisis, destaca el informe.
Gabriel González-Bueno, Responsable del área de Políticas de Infancia en UNICEF España, destaca en la siguiente entrevista la necesidad y la urgencia de resolver esta situación.
La puesta en marcha de medidas para asegurar la alimentación de los niños por parte de las administraciones públicas de Andalucía o Canarias revela la magnitud del problema. Pero, aunque loables, estas medidas son insuficientes, destaca González-Bueno: el apoyo a las familias también resultará fundamental para que la infancia española no se resienta de los vaivenes de la macroeconomía. A largo plazo, las consecuencias de la situación actual pueden resultar muy graves, incluso poner en riesgo la sostenibilidad del país, afirma el autor del informe.
UNICEF ha publicado recientemente su segundo informe sobre “La Infancia en España” (periodo 2012-2013), cuyo propósito es presentar la situación de los niños en nuestro país en el contexto de la crisis económica. Con respecto al primer informe (periodo 2010-2011), ¿qué evolución ha habido?
En el primer informe, UNICEF hizo un repaso a las observaciones del Comité de Derechos del Niño sobre la pobreza infantil, que es uno de los objetivos de análisis prioritarios para UNICEF. Entonces, se destacó que en toda la UE ya había 20 millones de niños viviendo por debajo del umbral de la pobreza.
En España la cifra era de dos millones de niños pobres (un 24,1%). Este nuevo informe destaca un empeoramiento de la situación: la pobreza infantil ha crecido en España muy rápidamente desde 2010, alcanzando al 26,2% de los niños, es decir, que en la actualidad habría un total de 2.210.000 niños pobres. Los datos más recientes del INE (de octubre de 2012) empeoran incluso estas cifras, ya que señalan que son 2.260.000 los niños que viven por debajo del umbral de la pobreza en España (un 27,2% del total).
Por otra parte, las familias con hijos son las que más han sufrido el problema del paro: el porcentaje de hogares con niños en los que todos los adultos están sin trabajo ha crecido un 120% desde 2010 en este grupo poblacional, lo que supone el doble que en otros grupos. Esto se debe a la falta de trabajo en el sector servicios, que ha afectado a muchos trabajadores en edad de comenzar a formar una familia.
Sobre la intensidad de la pobreza infantil, este aspecto también ha aumentado, y ahora mismo tenemos la cifra más alta de toda la Europa de los 15. La pobreza crónica (situación por debajo del umbral de la pobreza durante dos o más años) infantil también ha crecido, en concreto un 53%.
Según este último informe, los niños españoles se están viendo enormemente afectados por la crisis. Sin embargo, son necesarios para salir de ella. ¿Por qué?
Porque la pobreza en los niños tiene varios efectos perniciosos. Uno de ellos es que pone en riesgo los derechos de la infancia de la Convención de Derechos del Niño. Pero otro es que la pobreza infantil del presente influirá en nuestro futuro: un menor acceso a una educación de calidad o a estudios superiores repercutirá en la capacidad laboral de los adultos del mañana.
Por otra parte, la mala calidad actual de los servicios sanitarios o de atención tendrá como consecuencia una mayor inversión sanitaria en los futuros adultos. No invertir en los niños ahora, en definitiva, puede comprometer la sostenibilidad del país en las próximas décadas. A pesar de eso, los niños no están muy valorados en el contexto social o político. No son tenidos en cuenta.
Gabriel González-Bueno, Responsable del área de Políticas de Infancia en UNICEF España, destaca en la siguiente entrevista la necesidad y la urgencia de resolver esta situación.
La puesta en marcha de medidas para asegurar la alimentación de los niños por parte de las administraciones públicas de Andalucía o Canarias revela la magnitud del problema. Pero, aunque loables, estas medidas son insuficientes, destaca González-Bueno: el apoyo a las familias también resultará fundamental para que la infancia española no se resienta de los vaivenes de la macroeconomía. A largo plazo, las consecuencias de la situación actual pueden resultar muy graves, incluso poner en riesgo la sostenibilidad del país, afirma el autor del informe.
UNICEF ha publicado recientemente su segundo informe sobre “La Infancia en España” (periodo 2012-2013), cuyo propósito es presentar la situación de los niños en nuestro país en el contexto de la crisis económica. Con respecto al primer informe (periodo 2010-2011), ¿qué evolución ha habido?
En el primer informe, UNICEF hizo un repaso a las observaciones del Comité de Derechos del Niño sobre la pobreza infantil, que es uno de los objetivos de análisis prioritarios para UNICEF. Entonces, se destacó que en toda la UE ya había 20 millones de niños viviendo por debajo del umbral de la pobreza.
En España la cifra era de dos millones de niños pobres (un 24,1%). Este nuevo informe destaca un empeoramiento de la situación: la pobreza infantil ha crecido en España muy rápidamente desde 2010, alcanzando al 26,2% de los niños, es decir, que en la actualidad habría un total de 2.210.000 niños pobres. Los datos más recientes del INE (de octubre de 2012) empeoran incluso estas cifras, ya que señalan que son 2.260.000 los niños que viven por debajo del umbral de la pobreza en España (un 27,2% del total).
Por otra parte, las familias con hijos son las que más han sufrido el problema del paro: el porcentaje de hogares con niños en los que todos los adultos están sin trabajo ha crecido un 120% desde 2010 en este grupo poblacional, lo que supone el doble que en otros grupos. Esto se debe a la falta de trabajo en el sector servicios, que ha afectado a muchos trabajadores en edad de comenzar a formar una familia.
Sobre la intensidad de la pobreza infantil, este aspecto también ha aumentado, y ahora mismo tenemos la cifra más alta de toda la Europa de los 15. La pobreza crónica (situación por debajo del umbral de la pobreza durante dos o más años) infantil también ha crecido, en concreto un 53%.
Según este último informe, los niños españoles se están viendo enormemente afectados por la crisis. Sin embargo, son necesarios para salir de ella. ¿Por qué?
Porque la pobreza en los niños tiene varios efectos perniciosos. Uno de ellos es que pone en riesgo los derechos de la infancia de la Convención de Derechos del Niño. Pero otro es que la pobreza infantil del presente influirá en nuestro futuro: un menor acceso a una educación de calidad o a estudios superiores repercutirá en la capacidad laboral de los adultos del mañana.
Por otra parte, la mala calidad actual de los servicios sanitarios o de atención tendrá como consecuencia una mayor inversión sanitaria en los futuros adultos. No invertir en los niños ahora, en definitiva, puede comprometer la sostenibilidad del país en las próximas décadas. A pesar de eso, los niños no están muy valorados en el contexto social o político. No son tenidos en cuenta.
Datos del informe “La infancia en España 2011-2012. El impacto de la crisis en los niños”
• Aproximadamente 2.200.000 personas menores de 18 años viven en la actualidad en hogares que están por debajo del umbral de la pobreza
• Los niños son ya el grupo de edad más pobre en comparación con el resto (adultos en edad de trabajar y mayores de 65 años), independientemente del indicador que se utilice.
• El número de personas desempleadas en estos últimos años ha aumentado desde los 1.856.000 de parados en 2007 hasta 5.639.000 en marzo de 2012, según la EPA. Dentro de todos los colectivos afectados, el crecimiento del desempleo se ha cebado especialmente en familias jóvenes con hijos pequeños.
• Las prestaciones por hijo a cargo sin discapacidad de la Seguridad Social han pasado de 760.000 en 2007 a 1.029.000 en 2011. Las características de esta ayuda, asociadas a un muy bajo nivel de renta, la hacen un indicador muy fiable del impacto que la recesión económica tiene en las familias con niños y adolescentes.
• Desde 2009, la debilidad de la protección del sistema público hacia los menores se ha visto acrecentada por las decisiones de reducción en ayudas y servicios públicos.
• La reducción de salarios en algunas empresas y en las administraciones públicas, así como el incremento de impuestos (tanto directos como indirectos) impacta también de forma desproporcionada en las familias con hijos.
• En el proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2012 ha desparecido por completo la partida para la cofinanciación del Plan Educa 3, destinado a incrementar la cantidad y calidad de los servicios educativos para la primera infancia.
Fuente: UNICEF.
• Aproximadamente 2.200.000 personas menores de 18 años viven en la actualidad en hogares que están por debajo del umbral de la pobreza
• Los niños son ya el grupo de edad más pobre en comparación con el resto (adultos en edad de trabajar y mayores de 65 años), independientemente del indicador que se utilice.
• El número de personas desempleadas en estos últimos años ha aumentado desde los 1.856.000 de parados en 2007 hasta 5.639.000 en marzo de 2012, según la EPA. Dentro de todos los colectivos afectados, el crecimiento del desempleo se ha cebado especialmente en familias jóvenes con hijos pequeños.
• Las prestaciones por hijo a cargo sin discapacidad de la Seguridad Social han pasado de 760.000 en 2007 a 1.029.000 en 2011. Las características de esta ayuda, asociadas a un muy bajo nivel de renta, la hacen un indicador muy fiable del impacto que la recesión económica tiene en las familias con niños y adolescentes.
• Desde 2009, la debilidad de la protección del sistema público hacia los menores se ha visto acrecentada por las decisiones de reducción en ayudas y servicios públicos.
• La reducción de salarios en algunas empresas y en las administraciones públicas, así como el incremento de impuestos (tanto directos como indirectos) impacta también de forma desproporcionada en las familias con hijos.
• En el proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2012 ha desparecido por completo la partida para la cofinanciación del Plan Educa 3, destinado a incrementar la cantidad y calidad de los servicios educativos para la primera infancia.
Fuente: UNICEF.
Foto de la portada del informe “La infancia en España 2012-2013. El impacto de la crisis en los niños”. Fuente: UNICEF España.
“La infancia en España 2012-2013” contiene un capítulo dedicado a la opinión de los niños sobre su propio bienestar, ¿qué opinan los niños españoles a este respecto en el contexto actual?
La encuesta sobre bienestar infantil publicada en el informe revela que, a pesar de la crisis, los niños españoles tienen un nivel de bienestar alto. Esto se debe a que los niños valoran más su autosatisfacción (como se ven a sí mismos) y los aspectos relacionales (como se llevan con sus padres o con sus amigos) que los aspectos puramente económicos.
Esto cambia si se separa a los niños por grupos poblacionales. Así, por ejemplo, el bienestar infantil decrece en los niños inmigrantes, que han sufrido la pérdida de ayudas directas o la toma de medidas legales. En cuanto a la crisis, los niños han expresado que esta les afecta por cosas concretas, como el hecho de no tener calefacción en el colegio o de ver sufrir a sus padres.
Según un reciente estudio del Colegio de Registradores de España, en nuestro país hubo 115 desahucios al día en 2012. ¿Cómo viven los niños españoles esta situación? ¿Cuántos la sufren actualmente en nuestro país?
Las estadísticas que tenemos no dan información específica sobre el número de niños implicados en desahucios. Lo que sí sabemos es que los desahucios suponen un cambio radical para ellos: les obliga a cambiar de casa, de colegio; a pasar por situaciones de hacinamiento, en las que no pueden tener un espacio de estudio o de intimidad.
Desde UNICEF estamos haciendo una llamada para que a los niños se les proteja de estas situaciones, aunque sin separarlos jamás de sus padres; para que se tomen medidas como aprovechar el parque de viviendas vacías que hay en este país para que las familias no queden sin hogar.
¿Cómo están afectando los recortes en la Ley de dependencia a la infancia en España?
Tampoco tenemos datos concretos sobre este tema. Aunque esta ley afecta sobre todo a personas mayores, los servicios e ingresos desaparecidos con ella sin duda están complicando el cuidado de hijos dependientes por parte de las familias. En el caso de los recortes en medicamentos, UNICEF ha manifestado que se debe considerar a los niños como mayores, personas sin ingresos ni capacidad de cotizar, por lo que los medicamentos deberían costarles lo mismo que a los jubilados. Nuestra organización pretende que esta medida se incluya en el próximo Plan Nacional de Inclusión Social.
¿Qué riesgos entrañan para los niños españoles los recortes en educación?
Con la privatización de servicios básicos se corre el riesgo de que el Estado se desentienda de la prestación de dichos servicios y que, por tanto, su calidad no quede garantizada. Aunque España siempre ha estado por debajo de la media de inversión en educación de la UE, el presupuesto en educación está descendiendo rápidamente. Uno de los impactos más graves de este hecho es el deterioro del acceso a la educación en igualdad de condiciones, que afecta a los niños más vulnerables. Pero el mayor impacto lo veremos en unos años: a medio y largo plazo, cuando estos niños tengan ya edad de acceder al mercado laboral.
¿En la actualidad, se puede decir que hay niños que pasan hambre en España?
Teniendo en cuenta la información que nos llega de entidades sociales con las que trabaja UNICEF, la mala alimentación de los niños está empezando a ser mucho más común que antes. En este sentido, se está traspasando una línea roja que no debería traspasar ningún Estado. Se debe analizar en profundidad lo que está pasando, y hay que cuidar mucho la reducción de becas de comedor, para que al menos los niños tengan una comida al día; así como reforzar los comedores educativos.
Por otra parte, algunas Administraciones (como las de Canarias y Andalucía) han comenzado a reaccionar ante esta situación. Por ejemplo, Canarias se plantea dar de comer a los niños fuera del periodo escolar, en comedores escolares, durante las vacaciones. Estas reacciones reflejan que el problema es muy potente.
Desde UNICEF creemos que estas iniciativas son muy loables, pero que deben complementarse con ayudas a las familias, para que los niños puedan desayunar y cenar bien en sus propias casas, y también comer en sus hogares durante las vacaciones. No hay que olvidar que el hecho de tener que acudir a comer fuera de casa resulta estigmatizador para los niños y para las familias, que se sienten mal por no poder alimentar a sus propios hijos.
La encuesta sobre bienestar infantil publicada en el informe revela que, a pesar de la crisis, los niños españoles tienen un nivel de bienestar alto. Esto se debe a que los niños valoran más su autosatisfacción (como se ven a sí mismos) y los aspectos relacionales (como se llevan con sus padres o con sus amigos) que los aspectos puramente económicos.
Esto cambia si se separa a los niños por grupos poblacionales. Así, por ejemplo, el bienestar infantil decrece en los niños inmigrantes, que han sufrido la pérdida de ayudas directas o la toma de medidas legales. En cuanto a la crisis, los niños han expresado que esta les afecta por cosas concretas, como el hecho de no tener calefacción en el colegio o de ver sufrir a sus padres.
Según un reciente estudio del Colegio de Registradores de España, en nuestro país hubo 115 desahucios al día en 2012. ¿Cómo viven los niños españoles esta situación? ¿Cuántos la sufren actualmente en nuestro país?
Las estadísticas que tenemos no dan información específica sobre el número de niños implicados en desahucios. Lo que sí sabemos es que los desahucios suponen un cambio radical para ellos: les obliga a cambiar de casa, de colegio; a pasar por situaciones de hacinamiento, en las que no pueden tener un espacio de estudio o de intimidad.
Desde UNICEF estamos haciendo una llamada para que a los niños se les proteja de estas situaciones, aunque sin separarlos jamás de sus padres; para que se tomen medidas como aprovechar el parque de viviendas vacías que hay en este país para que las familias no queden sin hogar.
¿Cómo están afectando los recortes en la Ley de dependencia a la infancia en España?
Tampoco tenemos datos concretos sobre este tema. Aunque esta ley afecta sobre todo a personas mayores, los servicios e ingresos desaparecidos con ella sin duda están complicando el cuidado de hijos dependientes por parte de las familias. En el caso de los recortes en medicamentos, UNICEF ha manifestado que se debe considerar a los niños como mayores, personas sin ingresos ni capacidad de cotizar, por lo que los medicamentos deberían costarles lo mismo que a los jubilados. Nuestra organización pretende que esta medida se incluya en el próximo Plan Nacional de Inclusión Social.
¿Qué riesgos entrañan para los niños españoles los recortes en educación?
Con la privatización de servicios básicos se corre el riesgo de que el Estado se desentienda de la prestación de dichos servicios y que, por tanto, su calidad no quede garantizada. Aunque España siempre ha estado por debajo de la media de inversión en educación de la UE, el presupuesto en educación está descendiendo rápidamente. Uno de los impactos más graves de este hecho es el deterioro del acceso a la educación en igualdad de condiciones, que afecta a los niños más vulnerables. Pero el mayor impacto lo veremos en unos años: a medio y largo plazo, cuando estos niños tengan ya edad de acceder al mercado laboral.
¿En la actualidad, se puede decir que hay niños que pasan hambre en España?
Teniendo en cuenta la información que nos llega de entidades sociales con las que trabaja UNICEF, la mala alimentación de los niños está empezando a ser mucho más común que antes. En este sentido, se está traspasando una línea roja que no debería traspasar ningún Estado. Se debe analizar en profundidad lo que está pasando, y hay que cuidar mucho la reducción de becas de comedor, para que al menos los niños tengan una comida al día; así como reforzar los comedores educativos.
Por otra parte, algunas Administraciones (como las de Canarias y Andalucía) han comenzado a reaccionar ante esta situación. Por ejemplo, Canarias se plantea dar de comer a los niños fuera del periodo escolar, en comedores escolares, durante las vacaciones. Estas reacciones reflejan que el problema es muy potente.
Desde UNICEF creemos que estas iniciativas son muy loables, pero que deben complementarse con ayudas a las familias, para que los niños puedan desayunar y cenar bien en sus propias casas, y también comer en sus hogares durante las vacaciones. No hay que olvidar que el hecho de tener que acudir a comer fuera de casa resulta estigmatizador para los niños y para las familias, que se sienten mal por no poder alimentar a sus propios hijos.
¿Qué es “la deuda de los niños”?
La “deuda de los niños” es un concepto que pone de manifiesto la situación de la infancia en España. Cogimos la deuda del país y la repartimos a toda la población española. De este modo, calculamos que cada niño que nace afronta una deuda de 15.570 euros. Lo hicimos para hacer ver que a los niños también les afecta la prima de riesgo, las políticas macroeconómicas.
UNICEF España propone en este informe algunas medidas básicas para “garantizar la aplicación de los derechos de los niños en tiempos de crisis”? ¿Cuáles son estas medidas?
Entre ellas, proteger las inversiones en los ámbitos que plantean desafíos fundamentales a la infancia, como la lucha contra la pobreza, la salud, la educación y protección; la elaboración de un Plan contra la Pobreza Infantil o recuperar la iniciativa de un Pacto de Estado por la Educación.
Nos interesa especialmente que estas medidas se mantengan a pesar de los cambios políticos; y también que los legisladores estén obligados a pensar en los niños cuando legislan. En general, no se tiene en cuenta a los niños al hacer las leyes porque estos no votan, no son actores políticos. Creemos que esto no debe ser así.
En este sentido, pretendemos que se ponga a los niños y sus familias en el núcleo de las decisiones políticas que se adopten, tanto específicas para la infancia como de carácter general. Para ello, hemos propuesto incorporar con carácter vinculante un informe de impacto sobre la Infancia en toda la legislación y las disposiciones normativas, a semejanza del Informe de Impacto de Género, que establece la Ley de Igualdad.
¿Cree usted que las administraciones públicas tendrán en consideración estas recomendaciones?
UNICEF, además, de trabajar con otras organizaciones sociales, como Cáritas o Cruz Roja, hace una labor de sensibilización social. Es importante que la sensibilización social aumente e influya en la concreción de las propuestas que se hagan. En este sentido, hemos lanzado una campaña de recogida de firmas: “Firma contra la pobreza infantil en España”, con la que se pretende que la población pida a los responsables políticos y a las administraciones públicas que cumplan diversos compromisos: que garanticen recursos suficientes para los hogares con niños, que proporcionen servicios de calidad para los niños; y que involucren a los niños y a sus familias en el diseño de medidas contra la pobreza.
De esta manera, pretendemos llamar la atención de las administraciones. Ahora mismo, somos algo optimistas porque desde el Ministerio parece que sí hay una sensibilidad hacia el tema de la infancia, así que parece que sí podremos hacer algo.
La “deuda de los niños” es un concepto que pone de manifiesto la situación de la infancia en España. Cogimos la deuda del país y la repartimos a toda la población española. De este modo, calculamos que cada niño que nace afronta una deuda de 15.570 euros. Lo hicimos para hacer ver que a los niños también les afecta la prima de riesgo, las políticas macroeconómicas.
UNICEF España propone en este informe algunas medidas básicas para “garantizar la aplicación de los derechos de los niños en tiempos de crisis”? ¿Cuáles son estas medidas?
Entre ellas, proteger las inversiones en los ámbitos que plantean desafíos fundamentales a la infancia, como la lucha contra la pobreza, la salud, la educación y protección; la elaboración de un Plan contra la Pobreza Infantil o recuperar la iniciativa de un Pacto de Estado por la Educación.
Nos interesa especialmente que estas medidas se mantengan a pesar de los cambios políticos; y también que los legisladores estén obligados a pensar en los niños cuando legislan. En general, no se tiene en cuenta a los niños al hacer las leyes porque estos no votan, no son actores políticos. Creemos que esto no debe ser así.
En este sentido, pretendemos que se ponga a los niños y sus familias en el núcleo de las decisiones políticas que se adopten, tanto específicas para la infancia como de carácter general. Para ello, hemos propuesto incorporar con carácter vinculante un informe de impacto sobre la Infancia en toda la legislación y las disposiciones normativas, a semejanza del Informe de Impacto de Género, que establece la Ley de Igualdad.
¿Cree usted que las administraciones públicas tendrán en consideración estas recomendaciones?
UNICEF, además, de trabajar con otras organizaciones sociales, como Cáritas o Cruz Roja, hace una labor de sensibilización social. Es importante que la sensibilización social aumente e influya en la concreción de las propuestas que se hagan. En este sentido, hemos lanzado una campaña de recogida de firmas: “Firma contra la pobreza infantil en España”, con la que se pretende que la población pida a los responsables políticos y a las administraciones públicas que cumplan diversos compromisos: que garanticen recursos suficientes para los hogares con niños, que proporcionen servicios de calidad para los niños; y que involucren a los niños y a sus familias en el diseño de medidas contra la pobreza.
De esta manera, pretendemos llamar la atención de las administraciones. Ahora mismo, somos algo optimistas porque desde el Ministerio parece que sí hay una sensibilidad hacia el tema de la infancia, así que parece que sí podremos hacer algo.
¿Por qué es necesario proteger a los niños y niñas de los efectos de la crisis?
>> Es justo y ético, los niños no son responsables de la crisis y tienen menos capacidad de
hacer oír su voz y defender sus derechos.
>> Los impactos de la crisis en los niños permanecen muchas veces ocultos, pero las consecuencias en ellos son y serán patentes tanto en lo individual como en lo colectivo.
>> Es urgente e importante a la vez: el impacto en los niños y cómo lo sufren no es igual que
en los adultos; impactos de corto plazo pueden tener consecuencias a largo plazo e incluso consecuencias intergeneracionales.
>> La apuesta por la infancia es estratégica y transformadora como muy pocas otras intervenciones públicas.
>> El coste de oportunidad social y econó-mico a medio y largo plazo de no intervenir es
muy alto.
>> Los beneficios de proteger a la infancia no son sólo para los niños, lo son para todos, porque son ellos los que hacen y harán sostenible el desarrollo cultural, económico y social.
>> En las últimas décadas las políticas de infancia han permanecido en demasiadas ocasiones al margen de la agenda política o han sido víctimas de la falta de consenso.
>> La apuesta decidida por la infancia es una oportunidad nueva para nuevos tiempos, un
desafío nunca acabado de abordar en la sociedad española.
Fuente: UNICEF.
>> Es justo y ético, los niños no son responsables de la crisis y tienen menos capacidad de
hacer oír su voz y defender sus derechos.
>> Los impactos de la crisis en los niños permanecen muchas veces ocultos, pero las consecuencias en ellos son y serán patentes tanto en lo individual como en lo colectivo.
>> Es urgente e importante a la vez: el impacto en los niños y cómo lo sufren no es igual que
en los adultos; impactos de corto plazo pueden tener consecuencias a largo plazo e incluso consecuencias intergeneracionales.
>> La apuesta por la infancia es estratégica y transformadora como muy pocas otras intervenciones públicas.
>> El coste de oportunidad social y econó-mico a medio y largo plazo de no intervenir es
muy alto.
>> Los beneficios de proteger a la infancia no son sólo para los niños, lo son para todos, porque son ellos los que hacen y harán sostenible el desarrollo cultural, económico y social.
>> En las últimas décadas las políticas de infancia han permanecido en demasiadas ocasiones al margen de la agenda política o han sido víctimas de la falta de consenso.
>> La apuesta decidida por la infancia es una oportunidad nueva para nuevos tiempos, un
desafío nunca acabado de abordar en la sociedad española.
Fuente: UNICEF.