Fuente: PhotoXpress.
El consumo de tabaco durante el embarazo tiene repercusiones ampliamente descritas para el feto en forma de defectos cardíacos y encefálicos.
Ahora, un nuevo estudio de la Universidad de Zaragoza (España) confirma que los hijos de fumadoras pesan y miden menos.
El estudio, publicado en la revista Early Human Development, revela que todos los perímetros corporales son significativamente menores en comparación con los de los hijos nacidos de madres no fumadoras.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Zaragoza evaluó a 1.216 recién nacidos para determinar posibles diferencias en la composición corporal entre los recién nacidos de madres fumadoras y los de madres no fumadoras durante el embarazo, así como la distribución proporcional de la masa corporal.
La edad gestacional de los niños fue de al menos 37 semanas. El estudio confirma que las madres fumadoras dan a luz a bebés que pesan y miden menos.
De hecho, los resultados subrayan que las madres que fuman durante el embarazo tienen bebés de 180 a 230 gramos más delgados que las madres que no fuman, lo que supone una media de 216 gramos.
Ahora, un nuevo estudio de la Universidad de Zaragoza (España) confirma que los hijos de fumadoras pesan y miden menos.
El estudio, publicado en la revista Early Human Development, revela que todos los perímetros corporales son significativamente menores en comparación con los de los hijos nacidos de madres no fumadoras.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Zaragoza evaluó a 1.216 recién nacidos para determinar posibles diferencias en la composición corporal entre los recién nacidos de madres fumadoras y los de madres no fumadoras durante el embarazo, así como la distribución proporcional de la masa corporal.
La edad gestacional de los niños fue de al menos 37 semanas. El estudio confirma que las madres fumadoras dan a luz a bebés que pesan y miden menos.
De hecho, los resultados subrayan que las madres que fuman durante el embarazo tienen bebés de 180 a 230 gramos más delgados que las madres que no fuman, lo que supone una media de 216 gramos.
Otros hallazgos
Además, los pliegues subcutáneos -que muestran la cantidad de grasa- son inferiores en hijos de madres fumadoras, aunque en menor proporción que en el tamaño corporal.
Por el contrario, los autores no encontraron ninguna correlación entre las medidas antropométricas y el número de cigarrillos fumados al día por la madre durante la gestación.
Con respecto a los perímetros corporales, los investigadores advirtieron que no se corresponden con el índice de masa corporal definido por la asociación entre la altura y el peso al cubo. El 22,1 % de las madres evaluadas fumaba una media de casi ocho cigarrillos por día.
"Dada la escasa bibliografía encontrada al respecto, era necesario evaluar la repercusión del tabaco en la composición corporal de los recién nacidos de mujeres que habían fumado durante la gestación", ha explicado a SINC Gerardo Rodríguez, de la Universidad de Zaragoza y autor principal del artículo.
"El consumo de tabaco durante el embarazo implica una reducción generalizada de la mayoría de los parámetros como resultado de un deterioro del crecimiento fetal. Los recién nacidos de las mujeres que fumaron durante la gestación son más pequeños y tienen menos compartimento graso subcutáneo", añade Rodríguez.
De la muestra se excluyeron los hijos de madres que declararon haber consumido alcohol o drogas ilegales durante la gestación.
Cuarenta años estudiando los efectos del tabaco
La ciencia ha estudiado el efecto del tabaco en bebés desde hace cuarenta años. Aquellos trabajos se ocuparon del riesgo de inhalar "humo ambiental de tabaco" en no fumadores con enfermedad respiratoria o cardiaca y también en niños cuyos padres eran fumadores.
El humo ambiental de tabaco es una mezcla de la corriente exhalada por el fumador (corriente principal) y el humo del cigarrillo en su combustión espontánea (corriente secundaria).
Hace más de treinta años, la revista British Medical Journal publicó un trabajo que establecía por primera vez el incremento del riesgo de padecer un cáncer de pulmón para el fumador pasivo.
En la actualidad, no cabe duda de que en adultos produce un incremento del riesgo de presentar cáncer de pulmón, enfermedad cardiovascular y enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
Además, los pliegues subcutáneos -que muestran la cantidad de grasa- son inferiores en hijos de madres fumadoras, aunque en menor proporción que en el tamaño corporal.
Por el contrario, los autores no encontraron ninguna correlación entre las medidas antropométricas y el número de cigarrillos fumados al día por la madre durante la gestación.
Con respecto a los perímetros corporales, los investigadores advirtieron que no se corresponden con el índice de masa corporal definido por la asociación entre la altura y el peso al cubo. El 22,1 % de las madres evaluadas fumaba una media de casi ocho cigarrillos por día.
"Dada la escasa bibliografía encontrada al respecto, era necesario evaluar la repercusión del tabaco en la composición corporal de los recién nacidos de mujeres que habían fumado durante la gestación", ha explicado a SINC Gerardo Rodríguez, de la Universidad de Zaragoza y autor principal del artículo.
"El consumo de tabaco durante el embarazo implica una reducción generalizada de la mayoría de los parámetros como resultado de un deterioro del crecimiento fetal. Los recién nacidos de las mujeres que fumaron durante la gestación son más pequeños y tienen menos compartimento graso subcutáneo", añade Rodríguez.
De la muestra se excluyeron los hijos de madres que declararon haber consumido alcohol o drogas ilegales durante la gestación.
Cuarenta años estudiando los efectos del tabaco
La ciencia ha estudiado el efecto del tabaco en bebés desde hace cuarenta años. Aquellos trabajos se ocuparon del riesgo de inhalar "humo ambiental de tabaco" en no fumadores con enfermedad respiratoria o cardiaca y también en niños cuyos padres eran fumadores.
El humo ambiental de tabaco es una mezcla de la corriente exhalada por el fumador (corriente principal) y el humo del cigarrillo en su combustión espontánea (corriente secundaria).
Hace más de treinta años, la revista British Medical Journal publicó un trabajo que establecía por primera vez el incremento del riesgo de padecer un cáncer de pulmón para el fumador pasivo.
En la actualidad, no cabe duda de que en adultos produce un incremento del riesgo de presentar cáncer de pulmón, enfermedad cardiovascular y enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
Referencia bibliográfica:
Samper MP, Jiménez-Muro A, Nerín I, Marqueta A, Ventura P, Rodríguez G. Maternal active smoking and newborn body composition. Early Human Development 88 (2012) 141–145.
Samper MP, Jiménez-Muro A, Nerín I, Marqueta A, Ventura P, Rodríguez G. Maternal active smoking and newborn body composition. Early Human Development 88 (2012) 141–145.