Fumar cigarrillos también deteriora nuestra personalidad

Nos hace más tristes y ansiosos, así como menos sociales


Fumar no sólo perjudica la salud, sino que también cambia nuestra personalidad: nos hace emocionalmente inestables y nos vuelve más tristes, ansiosos y preocupados, y también menos sociales. Estos efectos duran incluso después de haber dejado el hábito.


Redacción T21
03/07/2019

Fumar cigarrillos no sólo afecta a la salud, sino que también provoca cambios negativos en la personalidad, según una investigación que publica el Journal of Research in Personality.

Aunque se sabe que los rasgos de la personalidad son estables a lo largo de la vida, también se reconoce que son maleables en función de las decisiones que tomamos.

Este nuevo estudio demuestra que fumar cigarrillos puede alterar las formas características de pensamiento, sentimiento y comportamiento a lo largo del tiempo, señalan los investigadores en su artículo.

Añaden que si ya existe una predisposición a fumar que se manifiesta especialmente en las personas extravertidas, emocionalmente inestables e inconscientes, la nueva investigación, dirigida por Yannick Stephan, de la Universidad de Montpellier, sugiere que este hábito puede retroalimentar y dar forma a los rasgos psicológicos negativos.

Los investigadores destacan al respecto que los fumadores muestran cambios de personalidad que son diferentes de los observados en los no fumadores, especialmente en términos de disminución de la estabilidad emocional y del comportamiento alegre y extrovertido.

Grandes encuestas

Los datos provienen de cinco grandes encuestas de voluntarios de mediana edad y mayores (de entre 20 años y 92 años), cuatro de Estados Unidos y una de Japón.

Las encuestas, cuyo espectro varía entre los 600 y los 6.000 participantes, según los casos, recaban información sobre los participantes que fuman y refleja los rasgos de su personalidad,  testados a lo largo de entre 4  y 20 años.

La evaluación de los rasgos de la personalidad se realizó según el Modelo de los cinco grandes (Big Five), un cuestionario que analiza la composición de cinco dimensiones de personalidad en su sentido más amplio.

Los cinco rasgos o factores principales que miden estos cuestionarios son: factor O (Openness o apertura a nuevas experiencias), factor C (Conscientiousness o responsabilidad), factor E (Extraversion o extraversión), factor A (Agreeableness o amabilidad) y factor N (Neuroticism o inestabilidad emocional). Los cinco forman el acrónimo mnemotécnico "OCEAN".

En general, los resultados de aplicar este test a las respuestas recogidas en las indicadas encuestas históricas mostraron que en los fumadores disminuyen los cinco factores a lo largo de los años.

Sin embargo, los patrones precisos de cambio variaron entre las diferentes muestras. El patrón más consistente fue que los fumadores muestran declives relativos en la estabilidad emocional y la extraversión.

Efectos duraderos

Stephan y su equipo también observaron que los que dejaron de fumar muestran descensos más pronunciados en la simpatía: se sienten menos optimistas y tienen menos interés en cooperar o considerar las necesidades de los demás.

Los investigadores concluyen que dejar de fumar no ayuda a mejorar los cambios de personalidad perjudiciales adquiridos durante el consumo de tabaco.

Añaden que las consecuencias físicas del tabaco, como el insomnio, la depresión y la reducción de la capacidad cardiovascular, tienen también efectos negativos en la personalidad que hay que tener en cuenta.

"Además", agrega el equipo de Stephan en un comunicado, "fumar puede alterar las capacidades energéticas necesarias para mantener la estabilidad emocional, la tendencia a ser exploradores, cooperativos y altruistas, disciplinados y juguetones, y entusiastas y activos".

En general, esta nueva investigación representa "el examen longitudinal más grande y más largo de la asociación entre fumar y el cambio de personalidad en la edad adulta", dijeron los investigadores. Los resultados sugieren que los "efectos nocivos del fumar pueden extenderse a cambios perjudiciales de la personalidad", agregaron.

Cautela

Sin embargo, y como reconocen los investigadores, esta conclusión, si bien es altamente plausible, viene con una gran advertencia: el diseño del estudio observacional no puede probar que fumar causa cambios en la personalidad.

Es posible que otro factor o factores, como las circunstancias estresantes de la vida, aumenten la probabilidad de que las personas empiecen a fumar y causen cambios no deseados en la personalidad a largo plazo.

También es posible que las disposiciones de personalidad preexistentes impulsen, tanto la adopción del hábito de fumar, como la trayectoria posterior del cambio de personalidad a lo largo del tiempo.

El estudio está limitado asimismo por la confianza en los autoinformes de los participantes de sus propios rasgos; por la falta de información sobre la intensidad del tabaquismo; por el sesgo hacia los participantes mayores; y es incapaz de ofrecer ideas sobre por qué fumar parece conducir a cambios negativos de la personalidad.

Referencia

Cigarette smoking and personality change across adulthood: Findings from five longitudinal samples. Yannick Stephan et al.  Journal of Research in Personality, Volume 81, August 2019, Pages 187-194. DOI:https://doi.org/10.1016/j.jrp.2019.06.006



Redacción T21
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