"Fagocitosis" o nuestro particular ocaso de los dioses

Glenat ha publicado un cómic arriesgado de calidad estética innegable, que critica despiadadamente a la sociedad de consumo


Con motivo de la celebración reciente del Salón del Cómic de Barcelona, y dada la situación de crisis que vivimos actualmente, parece apropiado traer a colación un libro de 2011: "Fagocitocis", de Marcos Prior & Danide, una novela gráfica descarada e irreverente que, bajo el signo de un necesario humor negro, da un buen repaso a algunos de los mitos de oropel que nuestra sociedad de la publicidad y el consumo ha fabricado para nuestra tranquilidad. Pero en ella no sólo se hace crítica, sino que además se reivindica el cómic como disciplina artística. Por Antonio Mochón.




Aprovechando que hace poco Barcelona ha celebrado su trigésima edición del Salón del Comic, uno de los eventos más importantes de Europa dentro del mundo del noveno arte, y dado que el tiempo que nos ha tocado vivir pasará a la historia por una aplastante crisis de valores con una deriva oscura y más que preocupante, creemos que el libro que hoy traemos da en el clavo por celebrar lo primero y denunciar lo segundo.

El año pasado la editorial barcelonesa Glenat publicó Fagocitosis, de Marcos Prior & Danide, una novela gráfica descarada e irreverente que, bajo el signo de un necesario humor negro, da un buen repaso a algunos de los mitos de oropel que nuestra sociedad de la publicidad y el consumo ha fabricado para nuestra tranquilidad.

Fagocitosis la componen 17 historietas cortas concebidas para ciudadanos que busquen entretenimiento y sepan digerir la denuncia política y social. El cómic echa abajo el telón de humo de nuestra sociedad y, con humor ácido y corrosivo, nos enfrenta a nuestra verdadera condición, más cercana a la máquina que a la humanidad, de individuos devorados, fagocitados, por un sistema insaciable.

El primer relato, llamado El discreto encanto, es un divertimento que funciona como entrante perfecto. Aparece una cama vacía y deshecha, con un cenicero, una botella, un libro, y lo que parece un terminal móvil de última generación.

Alguien sale de la ducha, se abotona una camisa de la marca ‘Redbook’, chaqueta y bolso, y sale a la calle. Pasamos la página y conocemos a nuestro personaje: es el mismo Karl Marx por las calles difuminadas en pleno siglo XXI.

Avanza y deja a su derecha un gran establecimiento de comida rápida en cuyo logo destaca la M gigante y blanca sobre fondo rojo: “Marx Donald’s”. Dentro, un niño deja un momento su hamburguesa para jugar con el regalo del menú: dos barbudos muñequitos de Marx y Engels.

A partir de aquí vemos deshumanización en todos sus niveles y con toda su crudeza: maltrato infantil, precariedad laboral, publicidad salvaje o la psicosis de los falsos ídolos de la televisión.

La actualidad de los relatos es tal, que por ellos desfilan personajes públicos, encubiertos pero fácilmente reconocibles, como Zizek, Carl Sagan o el mismísimo Emilio Botín.

Todo esto, no lo olvidemos, con la ironía bien conseguida de unas viñetas que mezclan diversos estilos, soportes y géneros, desde lo naif al realismo, de la ciencia-ficción a la distopía, anuncios en paradas de autobús, presentaciones Power-point, ofertas de trabajo, etc.

Por las 118 páginas de Fagocitosis, entre capturas de GoogleMaps y viñetas tradicionales, se respira un aire incontenido de rabia contra nuestro particular ocaso de los dioses.

El resultado es un arriesgado pero innegable producto estético que, además de crítica despiadada a la sociedad de consumo y a la crisis económica, sirve de reivindicación artística a una disciplina que ya no lo necesita.


Reseña del profesor, poeta y crítico, Antonio Mochón, editor del blog La vida no existe.


Jueves, 10 de Mayo 2012
Antonio Mochón
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