Un nuevo libro de Michael Schwartz pone de manifiesto lo que denomina la peor crisis planetaria de refugiados, desencadenada por la invasión norteamericana de Irak en 2003. Señala que después del inicio de la guerra han huido del país entre 4,5 y 5 millones de personas, de las que sólo 1.608 han sido oficialmente acogidas en Estados Unidos. Las demás han emigrado en su mayoría a los países del entorno en condiciones infrahumanas. Como señala Tom Engelhardt en The Nation, si la situación hubiera sido la inversa (que Irak hubiese invadido Estados Unidos), habría actualmente 50 millones de refugiados norteamericanos repartidos por el mundo. Es una manera de explicar lo que ha supuesto la guerra de Irak a los ojos de los estadounidenses. El éxodo iraquí lo califica Schwartz de auténtico tsunami social, que ha privado a Irak de los recursos humanos necesarios para la reconstrucción. Mientras Estados Unidos sigue intentando pacificar Irak, advierte Schwartz, se crearán sucesivas oleadas de miseria. ¿Hasta cuándo?