Los medios especializados en negocios, el mercado accionario y muchos ejecutivos preocupados han llegado al mismo punto de vista sobre el sector global de las telecomunicaciones: ha sido sobrepasado por un exceso de capacidad. Apenas 18 años después de que los organismos regulatorios, buscando terminar con monopolios naturales, empezaran a abrir el acceso a la competencia, el número de nuevos operadores con redes redundantes han excedido el nivel óptimo de demanda, primero en el segmento de transporte de fibra óptica, luego en el mercado local de intercambio y, más recientemente, en el mercado inalámbrico.
Raúl Katz afirma en su artículo, que si bien la consolidación llevará al sector nuevamente a un sistema racional de precios y permitirá una reabsorción gradual, el “retorno a la normalidad” no debería echar sombra sobre dos preguntas que trascienden a las telecomunicaciones y que son vitales para evaluar otros mercados que enfrentan un repentino cambio regulatorio o tecnológico.
Estas son: “¿por qué cientos de ejecutivos en una de las industrias más importantes del mundo - esencial no sólo para el comercio y la vida diaria sino también para la seguridad nacional – se han convertido en inversores irracionales? ¿Y qué enseñanzas deberían extraer los líderes de negocios y los políticos de la experiencia en este sector, para evitar las decisiones de inversión “irracionalmente exhuberantes” que han llevado a las empresas de la industria a la marea más baja de su historia?
Exhurerancia irracional
Utilizada por Alan Greenspan en 1996 para describir las valuaciones de mercado de la “nueva economía” y popularizada cuatro años después por el economista de Yale Robert Shiller, la frase “exhuberancia irracional” describe el comportamiento de los inversores privados durante las burbujas especulativas en los mercados accionarios públicos.
El profesor Shiller definió la frase como “el pensamiento positivo de parte de los inversores que los ciega ante la realidad de la situación”. Según él, el comportamiento de inversión irracional está motivado por un conjunto de variables externas, que denomina “hechos determinantes”, y que desoyen los análisis de retorno sobre la inversión. Además, las verificaciones y balances que se supone salvaguardan las decisiones de inversión de una conducta irracional están superadas por lo que el profesor Shiller llama “mecanismos amplificantes”, que tienden a reforzar decisiones erróneas de inversión.
Irracionalidad compartida
Raúl Katz propone extender este concepto básico para explicar la conducta de los inversores corporativos contemporáneos cuando consideraron ya sea su primer ingreso (start-up) o su diversificación (una nueva geografía, una nueva línea de negocios) en el sector de las telecomunicaciones.
Una revisión de las decisiones empresarias tomadas durante los últimos años mostrará que las decisiones de inversión corporativas pueden ser tan irracionales como las decisiones de inversión individuales. Es más, el consultor cree que es precisamente ese tipo de conducta el que ha alimentado en parte la volatilidad que hoy caracteriza a la industria.
En un intento de describir cómo la irracionalidad puede colmar a la totalidad de una industria, Raúl Katz utilizó una metodología de dos etapas: primero, desarrolló un esquema de causalidad validado a través de la investigación efectuada en campos de finanzas, desarrollo organizacional, economía de la información y ciencias políticas, que ayudan a explicar las decisiones de inversión en telecomunicaciones; segundo, extrajo evidencia sobre la irracionalidad de decisiones recientes a partir de una cantidad de anécdotas que refrendan la opinión del economista Charles Kindleberger de que las anécdotas, cuando son sistemáticas, pueden transformarse en evidencia.
Raúl Katz afirma en su artículo, que si bien la consolidación llevará al sector nuevamente a un sistema racional de precios y permitirá una reabsorción gradual, el “retorno a la normalidad” no debería echar sombra sobre dos preguntas que trascienden a las telecomunicaciones y que son vitales para evaluar otros mercados que enfrentan un repentino cambio regulatorio o tecnológico.
Estas son: “¿por qué cientos de ejecutivos en una de las industrias más importantes del mundo - esencial no sólo para el comercio y la vida diaria sino también para la seguridad nacional – se han convertido en inversores irracionales? ¿Y qué enseñanzas deberían extraer los líderes de negocios y los políticos de la experiencia en este sector, para evitar las decisiones de inversión “irracionalmente exhuberantes” que han llevado a las empresas de la industria a la marea más baja de su historia?
Exhurerancia irracional
Utilizada por Alan Greenspan en 1996 para describir las valuaciones de mercado de la “nueva economía” y popularizada cuatro años después por el economista de Yale Robert Shiller, la frase “exhuberancia irracional” describe el comportamiento de los inversores privados durante las burbujas especulativas en los mercados accionarios públicos.
El profesor Shiller definió la frase como “el pensamiento positivo de parte de los inversores que los ciega ante la realidad de la situación”. Según él, el comportamiento de inversión irracional está motivado por un conjunto de variables externas, que denomina “hechos determinantes”, y que desoyen los análisis de retorno sobre la inversión. Además, las verificaciones y balances que se supone salvaguardan las decisiones de inversión de una conducta irracional están superadas por lo que el profesor Shiller llama “mecanismos amplificantes”, que tienden a reforzar decisiones erróneas de inversión.
Irracionalidad compartida
Raúl Katz propone extender este concepto básico para explicar la conducta de los inversores corporativos contemporáneos cuando consideraron ya sea su primer ingreso (start-up) o su diversificación (una nueva geografía, una nueva línea de negocios) en el sector de las telecomunicaciones.
Una revisión de las decisiones empresarias tomadas durante los últimos años mostrará que las decisiones de inversión corporativas pueden ser tan irracionales como las decisiones de inversión individuales. Es más, el consultor cree que es precisamente ese tipo de conducta el que ha alimentado en parte la volatilidad que hoy caracteriza a la industria.
En un intento de describir cómo la irracionalidad puede colmar a la totalidad de una industria, Raúl Katz utilizó una metodología de dos etapas: primero, desarrolló un esquema de causalidad validado a través de la investigación efectuada en campos de finanzas, desarrollo organizacional, economía de la información y ciencias políticas, que ayudan a explicar las decisiones de inversión en telecomunicaciones; segundo, extrajo evidencia sobre la irracionalidad de decisiones recientes a partir de una cantidad de anécdotas que refrendan la opinión del economista Charles Kindleberger de que las anécdotas, cuando son sistemáticas, pueden transformarse en evidencia.