El pasado día 9 de noviembre de 2016 se estrenó en el Teatro La puerta estrecha de Madrid una nueva versión del inmortal Otelo shakespiriano.
En un espacio vacío, que se adecua a cada localización (playa desierta, mar bravía, sala de palacio, etc.) con una muy sugerente y original iluminación, se despliega la trama de venganza, amor y celos con que Yago (estupendo Antonio Alcalde, lleno de odio, hipocresía y capacidad de persuasión) teje el infierno de su general, al que odia por no ascenderlo, y , de rebote, de su joven y enamorada esposa, quien se echó en los brazos de Otelo despreciando los convencionalismos sociales de la alta alcurnia veneciana y, prácticamente, huye con él a Chipre, en sempiterna guerra contra al turco…
La originalidad de este Otelo deshuesado (dura 90 minutos) es que mantiene la fidelidad al texto en sus líneas generales, lo sitúa con verosimilitud en una guerra contemporánea y atiende a la complejidad emocional de cada uno de sus principales protagonistas.
Otelo, desconfiado, soberbio, desclasado; Casio, crédulo, inocente y víctima; Rodrigo, el sargento chusquero que se deja manipular por su maquiavélico amigo.
Y Desdémona, una bella Yalda Peñas que en todo momento alienta sensualidad, decoro e inocencia a partes iguales. La famosa escena del acto tercero, en que su colérico marido le exige el pañuelo, pone al respetable la carne de gallina.
Déjenme decir una palabra al respecto de ciertos momentos de grito y turbamulta: dado que el público está en escena rodeando a los actores, quizá una mayor contención de estos en los movimientos y gritos (por pura cercanía) contribuirían a tensar más el drama sin sucumbir al chafarrinón del estruendo. Es una sugerencia.
La resolución final en la que el autor de esta versión da el protagonismo a Emilia, la mujer de Yago, y la convierte en vengadora de Desdémona, no aporta nada, a mi juicio, y despista al conocedor de la obra original.
La apelación a la horrible tragedia de los refugiados se ha convertido en un recurso fácil, también lo usó Mario Gas para su versión de Incendios. No molesta, pero considero que no mejora la ya intensa urdimbre de la obra. En todo caso, excelentes y entusiastas actores para esta peculiar revisión, más que digna, de la tragedia. Una ocasión inmejorable para volver a ella.
Obra: Otelo.
Autor: William Shakespeare.
Dirección: Paco Montes y Lucas Smint.
Reparto: Iván Calderón, Tony Alcalde, Iñigo Elorriaga, María Herrero, Iñaki Díez, Yaldá Peñas y Óscar Varela.
Próximas representaciones: Hasta el 14 de diciembre (miércoles 20:30) en el Teatro La puerta estrecha de Madrid.