Europa y EE.UU. definen las competencias en el transporte transatlántico

Un informe conjunto configura un mercado que representa el 60% del mundial


El mayor mercado internacional de transporte aéreo se está consolidando paulatinamente. La Comisión Europea y el Departamento Federal de Transporte de EE.UU. han publicado un informe que sienta las bases para la configuración de un mercado transatlántico que representa el 60% del mundial. En este proceso, factores como la liberalización, el incremento de competencia y el análisis del futuro nuevo mercado, son fundamentales. Por Juan R. Coca


Juan R. Coca
22/11/2010

La Comisión Europea (C.E.), a través de la Dirección General responsable de la competencia, y el Departamento Federal de Transporte de los Estados Unidos de América (DOT), han publicado el 18 de noviembre un informe en el que se exponen las principales conclusiones de un proyecto conjunto de investigación encaminadas a profundizar en la comprensión de los servicios aéreos transatlánticos.

Dicho proyecto sienta las bases, a nivel internacional, para el desarrollo de una cooperación sustantiva entre ambas instituciones. Además, este informe se convierte en el punto de partida de la evaluación de la competencia de alianzas entre las diversas compañías aéreas que operan en los espacios aéreos europeo y estadounidense.

El acuerdo internacional consolida las posibilidades del desarrollo del mercado trasatlántico. Por otro lado, abre un proceso para eliminar obstáculos y barreras a la operación de las compañías aéreas en ambos mercados, que suman más del 60% de todo el tráfico aéreo mundial.

Podemos afirmar, de manera general, que en el informe se aclara el alcance de la convergencia entre los dos organismos en sus exámenes de competencia respectiva de las alianzas transatlánticas. En este sentido, recuérdese que 22 de marzo del 2007 fue aprobado, en Europa, el acuerdo de cielos abiertos entre EE UU y Europa. No obstante, la materialización del proyecto se está concretando en la actualidad.

Liberalización aérea

La liberalización del cielo de los Estados Unidos de América y de Europa trajo consigo, como, se afirmaba entonces, que las compañías de ambas regiones podrían operar con libertad en las ciudades del lado opuesto del Atlántico. Este acuerdo inicial para la liberalización transatlántica dio, recientemente, un segundo paso para la futura consolidación de lo que se ha denominado ‘cielos abiertos’.

De hecho, tal y como se informó en la web del Ministerio de Fomento español, el texto acordado incluye avances en materia medioambiental, armonización normativa, reconocimiento mutuo de autorizaciones y competencia. A su vez, se incrementa la cooperación en materia de seguridad de las operaciones y de aviación civil, y se mejorará el intercambio de información entre autoridades y el reconocimiento mutuo de medidas y de actuaciones en caso de emergencia.

Proyecto ‘Cielos Abiertos’

El proyecto se inició en marzo de 2008 (véase IP/08/459 y en él se buscaba conocer la situación actual del sector en el transporte aéreo de la macrorregión Europa-USA.

Para llevar a cabo la investigación, la Comisión Europea y el DOT han obtenido información de todas las entidades interesadas, tales como líneas aéreas, agencias de viajes, los analistas de la industria y los grupos de consumidores, así como realizar un análisis cuantitativo de los datos de tráfico.

Para la obtención de la información necesaria para desarrollar el informe, la Comisión Europea y el personal de Departamento de Transporte realizó entrevistas conjuntas con las compañías aéreas y alianzas entre compañías aéreas, y encargó un análisis cuantitativo de datos de tráfico.

El proyecto de investigación con el tiempo permitirá a la Comisión y el DOT para cooperar más eficazmente sobre la base de un entendimiento común de la competencia en los mercados de trans-atlántica e informar el debate público sobre el futuro del transporte aéreo.

El informe surgido de esta iniciativa resume los principales resultados del proyecto. En él se describe la evolución de la industria del transporte aéreo en base a la existencia de dos jurisdicciones diferentes. A su vez explica el surgimiento de las alianzas y se analizan las tendencias más recientes. El informe también compara los respectivos ordenamientos jurídicos en la UE y los EE.UU. y los marcos analíticos para el examen de competencia aplicada por la Comisión y el Departamento de Transporte.

Fases del proyecto

Este proyecto está restringido exclusivamente al transporte de pasajeros y se ha desarrollado en dos fases. En la primera, denominada ‘cualitativa’, se realizaron una serie de reuniones individuales entre las compañías aéreas y las instituciones europeas y estadounidenses. Estas reuniones tenían como finalidad establecer los aliados de las compañías.

En la segunda fase, en cambio, es ‘cuantitativa’ y consiste en una evaluación econométrica de los pasajeros origen-destino (“O&D”) en base a los datos de una encuesta financiada por el DOT. En esta segunda parte del proyecto los resultados de la evaluación cuantitativa serán útiles a las autoridades para mejorar la comprensión de los posibles efectos en el precio y la capacidad resultante de las diversas formas de la cooperación en los mercados transatlánticos.

Los resultados de las dos fases del proyecto permitirán confeccionar un convenio entre la UE y los Estados Unidos de América sobre el transporte aéreo. En dicho acuerdo se buscará incrementar la competencia en el mercado. Esta idea parte del convencimiento proveniente de la perspectiva liberar que el incremento de la competencia entre las empresas del sector autocontrolan el mercado y favorecen unas mejores condiciones para el cliente.

La definición del mercado

A la hora de establecer las características que tendrá el macromercado transatlántico, tanto la DOT como la Comisión europea consideran que la oferta y la sustitución de la demanda son fundamentales en la definición del mercado. Aún así, la sustitución de la demanda es, posiblemente, el factor que juega un papel determinante en dicha definición. Digamos esto de un modo más claro.

Supongamos que el precio de viaje en una línea entre dos ciudades A aumenta. En ese caso es posible que los consumidores puedan tener la tentación de realizar su viaje desde otra línea B. Por esta razón, si se logra que no se produzca una ausencia de sustitución el consumidor no contemplará la sustitución de A por B.

Por otra parte, tanto la Comisión y como la DOT consideran (según el documento al que estamos haciendo mención) que, en función de las especificidades de cada caso, puede ser necesario reducir el mercado de una ciudad de una determinada línea en base a tres aspectos: aeropuertos específicos, el segmento de clientes y/o el tipo de clientes.



Juan R. Coca
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