La tecnología Maglev o de levitación magnética permite alcanzar las mayores velocidades registradas hasta el momento en trenes de pasajeros. Imagen: wikipedia.org.
El titular del Department of Transportation de los Estados Unidos y los directivos de la firma japonesa Central Japan Railway Company avanzaron recientemente en Japón con las negociaciones tendientes a incorporar la tecnología de levitación magnética y otras redes similares en los Estados Unidos, país que desarrolla actualmente un plan relacionado con la difusión en todo su territorio de líneas ferroviarias de alta velocidad.
El Secretario de Transporte norteamericano, Ray LaHood, realizó un viaje de demostración en su reciente visita al país oriental en el tren de pasajeros más rápido del mundo, una línea Maglev de prueba en la prefectura de Yamanashi. De esta manera, los empresarios japoneses buscan obtener contratos por miles de millones de dólares para el desarrollo de trenes de alta velocidad en los Estados Unidos.
Aunque Washington está tratando de impulsar el desarrollo de redes ferroviarias de última tecnología que se extenderán por todo el país, la administración Obama se encuentra con un gran problema: los especialistas locales no tienen prácticamente experiencia en las nuevas tecnologías aplicadas al transporte ferroviario.
Es así que empresas de España, Francia, Japón y otros países cuentan con una fantástica oportunidad para exportar su conocimiento y sus tecnologías, ya probadas con éxito en sus respectivos territorios, hacia un mercado de la magnitud y la importancia del norteamericano. Japón posee uno de los sistemas de trenes más avanzados del mundo, y por lo tanto es uno de los países con mayores posibilidades para colaborar con Estados Unidos en este tema.
El Secretario de Transporte norteamericano, Ray LaHood, realizó un viaje de demostración en su reciente visita al país oriental en el tren de pasajeros más rápido del mundo, una línea Maglev de prueba en la prefectura de Yamanashi. De esta manera, los empresarios japoneses buscan obtener contratos por miles de millones de dólares para el desarrollo de trenes de alta velocidad en los Estados Unidos.
Aunque Washington está tratando de impulsar el desarrollo de redes ferroviarias de última tecnología que se extenderán por todo el país, la administración Obama se encuentra con un gran problema: los especialistas locales no tienen prácticamente experiencia en las nuevas tecnologías aplicadas al transporte ferroviario.
Es así que empresas de España, Francia, Japón y otros países cuentan con una fantástica oportunidad para exportar su conocimiento y sus tecnologías, ya probadas con éxito en sus respectivos territorios, hacia un mercado de la magnitud y la importancia del norteamericano. Japón posee uno de los sistemas de trenes más avanzados del mundo, y por lo tanto es uno de los países con mayores posibilidades para colaborar con Estados Unidos en este tema.
Trenes de levitación magnética
LaHood, que en los últimos meses también ha visitado los sistemas de trenes de alta velocidad de España y Francia, manifestó estar impresionado con la tecnología japonesa. Sin embargo, resaltó que el propósito del gobierno norteamericano es que los potenciales fabricantes se instalen en Estados Unidos y encuentren facilidades para construir el equipamiento necesario allí, capacitando y contratando a trabajadores estadounidenses.
En el mismo sentido, declaró a los medios de prensa que cubrieron su visita al país asiático que aunque Estados Unidos recién se está iniciando en el negocio ferroviario de alta velocidad, el deseo de los norteamericanos es trabajar en la construcción de la infraestructura de las nuevas redes, descartando la posibilidad de una importación total de las tecnologías desarrolladas en otras partes del mundo.
Según un artículo publicado en el medio especializado Physorg.com, LaHood visitó Tsuru, un pueblo ubicado 80 kilómetros al oeste de Tokio, desde donde experimentó un viaje de prueba en un tren de levitación magnética en la prefectura de Yamanashi. El ferrocarril alcanzó una velocidad de 502 kilómetros por hora durante un lapso de 27 minutos.
Vale recordar que a diferencia de los trenes estándar, que se trasladan a través de rieles de metal, los trenes de levitación magnética flotan suspendidos por la acción de imanes de gran alcance. La tecnología japonesa, desarrollada principalmente por el operador Central Japan Railway Company, utiliza imanes superconductores para hacer flotar a los trenes sobre la pista.
LaHood, que en los últimos meses también ha visitado los sistemas de trenes de alta velocidad de España y Francia, manifestó estar impresionado con la tecnología japonesa. Sin embargo, resaltó que el propósito del gobierno norteamericano es que los potenciales fabricantes se instalen en Estados Unidos y encuentren facilidades para construir el equipamiento necesario allí, capacitando y contratando a trabajadores estadounidenses.
En el mismo sentido, declaró a los medios de prensa que cubrieron su visita al país asiático que aunque Estados Unidos recién se está iniciando en el negocio ferroviario de alta velocidad, el deseo de los norteamericanos es trabajar en la construcción de la infraestructura de las nuevas redes, descartando la posibilidad de una importación total de las tecnologías desarrolladas en otras partes del mundo.
Según un artículo publicado en el medio especializado Physorg.com, LaHood visitó Tsuru, un pueblo ubicado 80 kilómetros al oeste de Tokio, desde donde experimentó un viaje de prueba en un tren de levitación magnética en la prefectura de Yamanashi. El ferrocarril alcanzó una velocidad de 502 kilómetros por hora durante un lapso de 27 minutos.
Vale recordar que a diferencia de los trenes estándar, que se trasladan a través de rieles de metal, los trenes de levitación magnética flotan suspendidos por la acción de imanes de gran alcance. La tecnología japonesa, desarrollada principalmente por el operador Central Japan Railway Company, utiliza imanes superconductores para hacer flotar a los trenes sobre la pista.
Un sistema probado
Según las autoridades japonesas, este ferrocarril estableció un récord de velocidad para un tren de pasajeros en 2003 que aún no fue superado, al llegar a los 581 kilómetros por hora. Después de décadas de pruebas, el tren ha sido aprobado por el gobierno japonés y entrará en servicio entre 2025 y 2027 en el recorrido Tokio-Nagoya.
Por otra parte, Estados Unidos está haciendo sus primeras armas en la materia. En enero de este año, la administración Obama destinó 8 mil millones de dólares para el inicio de distintos proyectos regionales, y debe otorgar 2.500 millones de dólares más durante el resto de 2010.
Estados Unidos planea desarrollar, en principio, diez corredores de trenes de alta velocidad en distintas partes de su territorio. Es por eso que el japonés es un mercado atractivo para los especialistas norteamericanos, considerando que sus servicios ferroviarios de alta velocidad se encuentran entre los más avanzados del mundo, con cientos de trenes que circulan diariamente y un retraso medio anual que suele ser menor al minuto.
En Japón, en casi medio siglo de servicio con estas nuevas tecnologías, no ha fallecido ningún pasajero por una colisión o un descarrilamiento. Solamente se produjo un incidente durante el terremoto vivido en el país oriental en 2004, pero las causas fueron completamente ajenas a cuestiones técnicas o de fallas en los servicios.
Según las autoridades japonesas, este ferrocarril estableció un récord de velocidad para un tren de pasajeros en 2003 que aún no fue superado, al llegar a los 581 kilómetros por hora. Después de décadas de pruebas, el tren ha sido aprobado por el gobierno japonés y entrará en servicio entre 2025 y 2027 en el recorrido Tokio-Nagoya.
Por otra parte, Estados Unidos está haciendo sus primeras armas en la materia. En enero de este año, la administración Obama destinó 8 mil millones de dólares para el inicio de distintos proyectos regionales, y debe otorgar 2.500 millones de dólares más durante el resto de 2010.
Estados Unidos planea desarrollar, en principio, diez corredores de trenes de alta velocidad en distintas partes de su territorio. Es por eso que el japonés es un mercado atractivo para los especialistas norteamericanos, considerando que sus servicios ferroviarios de alta velocidad se encuentran entre los más avanzados del mundo, con cientos de trenes que circulan diariamente y un retraso medio anual que suele ser menor al minuto.
En Japón, en casi medio siglo de servicio con estas nuevas tecnologías, no ha fallecido ningún pasajero por una colisión o un descarrilamiento. Solamente se produjo un incidente durante el terremoto vivido en el país oriental en 2004, pero las causas fueron completamente ajenas a cuestiones técnicas o de fallas en los servicios.