La Iniciativa de Redes Avanzadas está al servicio de la investigación científica. Fuente: www.es.net
El DOE (Departamento de Energía de Estados Unidos) ha informado a través de un comunicado publicado en su web la financiación de una nueva red con una velocidad sin precedentes -diez veces más rápida que la de cualquier proveedor comercial de Internet- gracias a la cual se podrá conectar a miles de investigadores del país, aunque de momento funcione sólo en tres de los centros principales del país (situados en California, Illinois y Tennessee).
"Con la creación de esta red de alta velocidad, los Estados Unidos abren una vez más el camino para el futuro de las redes de Internet", ha señalado el secretario de Energía, Steven Chu. "Al principio, este avance permitirá compartir información entre nuestros laboratorios de manera mucho más eficiente y facilitará el camino para nuevos descubrimientos, pero también tiene el potencial de cambiar y mejorar nuestras vidas al igual que ocurrió cuando Internet comenzó a funcionar a mediados de los 90", añade Chu.
El proyecto, conocido como la Iniciativa de Redes Avanzadas (ANI), ha sido financiado con 62 millones de dólares a partir de la Ley de Estímulo Económico de 2009 y está destinado a la investigación científica, aunque podría conducir a un uso comercial generalizado de una tecnología similar.
Datos a 100 Gigabits por segundo
Actualmente, esta Red envía datos a 100 Gigabits por segundo (Gbps), siendo así uno de los sistemas más rápidos del mundo. Este es el primer paso en la expansión nacional de la Red de Ciencias de la Energía (ESnet) del Departamento de Energía, y se utilizará como proyecto piloto para el futuro despliegue de la conexión a 100 Gbps en redes locales de investigación y comerciales.
La iniciativa planea acelerar varios años la comercialización de tecnologías de redes de 100 Gbps y utiliza una nueva tecnología óptica para reducir el número de routers empleados, así como los equipos asociados y los costes de mantenimiento.
La World Wide Web tiene su origen en el CERN (Organización Europea para la Investigación Nuclear), y se creó a raíz de la necesidad de compartir datos de una manera más rápida y eficaz.
Los físicos de Estados Unidos, incluidos los del Departamento de Energía, el Fermilab y el Stanford Linear Accelerator Center, también estuvieron entre los pioneros. Si esta innovadora red se abre paso para un uso comercial generalizado, será un ejemplo de cómo la historia se vuelve a repetir. La necesidad de compartir datos científicos junto a la vinculación de las redes probablemente impulsará la próxima generación de conexión de alta velocidad a Internet.
"Con la creación de esta red de alta velocidad, los Estados Unidos abren una vez más el camino para el futuro de las redes de Internet", ha señalado el secretario de Energía, Steven Chu. "Al principio, este avance permitirá compartir información entre nuestros laboratorios de manera mucho más eficiente y facilitará el camino para nuevos descubrimientos, pero también tiene el potencial de cambiar y mejorar nuestras vidas al igual que ocurrió cuando Internet comenzó a funcionar a mediados de los 90", añade Chu.
El proyecto, conocido como la Iniciativa de Redes Avanzadas (ANI), ha sido financiado con 62 millones de dólares a partir de la Ley de Estímulo Económico de 2009 y está destinado a la investigación científica, aunque podría conducir a un uso comercial generalizado de una tecnología similar.
Datos a 100 Gigabits por segundo
Actualmente, esta Red envía datos a 100 Gigabits por segundo (Gbps), siendo así uno de los sistemas más rápidos del mundo. Este es el primer paso en la expansión nacional de la Red de Ciencias de la Energía (ESnet) del Departamento de Energía, y se utilizará como proyecto piloto para el futuro despliegue de la conexión a 100 Gbps en redes locales de investigación y comerciales.
La iniciativa planea acelerar varios años la comercialización de tecnologías de redes de 100 Gbps y utiliza una nueva tecnología óptica para reducir el número de routers empleados, así como los equipos asociados y los costes de mantenimiento.
La World Wide Web tiene su origen en el CERN (Organización Europea para la Investigación Nuclear), y se creó a raíz de la necesidad de compartir datos de una manera más rápida y eficaz.
Los físicos de Estados Unidos, incluidos los del Departamento de Energía, el Fermilab y el Stanford Linear Accelerator Center, también estuvieron entre los pioneros. Si esta innovadora red se abre paso para un uso comercial generalizado, será un ejemplo de cómo la historia se vuelve a repetir. La necesidad de compartir datos científicos junto a la vinculación de las redes probablemente impulsará la próxima generación de conexión de alta velocidad a Internet.
El avance de la tecnología
A medida que la tecnología avanza cada vez más rápidamente, los proveedores comerciales de Internet utilizan cables de fibra óptica que permiten una conexión de 10 gigabits por segundo. Pero esa capacidad hay que dividirla entre los muchos consumidores de una misma zona, así que para una conexión de este tipo, un consumidor tiene un servicio de 10 megabits por segundo y no 10 gigabits. Un megabit es la milésima parte de un gigabit, por lo que es 0,01 Gbps.
En algunas zonas, los consumidores con un servicio más caro podrían obtener alrededor de 0.05 Gbps mientras que un móvil 3G ofrece más o menos 2 Mbps para la descarga de datos. Una conexión de red de 100 Gbps por lo tanto, es capaz de recibir datos casi 50.000 veces más rápido que, por ejemplo, el famoso iPhone.
Cabe destacar que la oficina del DOE (Departamento de Energía de Estados Unidos) lleva más de 25 años con una conexión a Internet líder para la investigación a través de ESnet, una red nacional encargada de conectar a miles de investigadores del DOE de más de 40 laboratorios nacionales y centros de supercomputación, vinculados a socios de investigación en todo el mundo.
Esta primera etapa de la actualización de la red, completada hace escasos días, enlaza como hemos dicho a tres centros del DOE, concretamente: Argonne, Oak Ridge y los laboratorios Lawrence Berkeley National.
Durante los próximos meses, ESnet actualizará su red central para aplicar la nueva tecnología de 100 Gbps y y ofrecerá un servicio de 100 Gbps adicional para laboratorios con un intercambio de datos intensivo, lo que permitirá mayor velocidad, capacidad y servicios para los investigadores. A finales de 2012, ESnet ampliará aún más la red para conectar los laboratorios, integrándolos en la nueva infraestructura de 100 Gbps. Hay que destacar que ESnet es administrada por el laboratorio Lawrence Berkeley National.
El objetivo de la investigación que ha dado lugar a esta nueva tecnología no es otro que permitir resolver algunos de los desafíos más importantes a los que se enfrenta la sociedad moderna, permitiendo que los científicos lleven a cabo proyectos anteriormente impensables a escala nacional y, de paso, reinventar la estructura de Internet, proporcionando una plataforma para nuevas oportunidades económicas.
A medida que la tecnología avanza cada vez más rápidamente, los proveedores comerciales de Internet utilizan cables de fibra óptica que permiten una conexión de 10 gigabits por segundo. Pero esa capacidad hay que dividirla entre los muchos consumidores de una misma zona, así que para una conexión de este tipo, un consumidor tiene un servicio de 10 megabits por segundo y no 10 gigabits. Un megabit es la milésima parte de un gigabit, por lo que es 0,01 Gbps.
En algunas zonas, los consumidores con un servicio más caro podrían obtener alrededor de 0.05 Gbps mientras que un móvil 3G ofrece más o menos 2 Mbps para la descarga de datos. Una conexión de red de 100 Gbps por lo tanto, es capaz de recibir datos casi 50.000 veces más rápido que, por ejemplo, el famoso iPhone.
Cabe destacar que la oficina del DOE (Departamento de Energía de Estados Unidos) lleva más de 25 años con una conexión a Internet líder para la investigación a través de ESnet, una red nacional encargada de conectar a miles de investigadores del DOE de más de 40 laboratorios nacionales y centros de supercomputación, vinculados a socios de investigación en todo el mundo.
Esta primera etapa de la actualización de la red, completada hace escasos días, enlaza como hemos dicho a tres centros del DOE, concretamente: Argonne, Oak Ridge y los laboratorios Lawrence Berkeley National.
Durante los próximos meses, ESnet actualizará su red central para aplicar la nueva tecnología de 100 Gbps y y ofrecerá un servicio de 100 Gbps adicional para laboratorios con un intercambio de datos intensivo, lo que permitirá mayor velocidad, capacidad y servicios para los investigadores. A finales de 2012, ESnet ampliará aún más la red para conectar los laboratorios, integrándolos en la nueva infraestructura de 100 Gbps. Hay que destacar que ESnet es administrada por el laboratorio Lawrence Berkeley National.
El objetivo de la investigación que ha dado lugar a esta nueva tecnología no es otro que permitir resolver algunos de los desafíos más importantes a los que se enfrenta la sociedad moderna, permitiendo que los científicos lleven a cabo proyectos anteriormente impensables a escala nacional y, de paso, reinventar la estructura de Internet, proporcionando una plataforma para nuevas oportunidades económicas.