En peligro la segunda barrera de hielo más grande de la Antártida

El calentamiento global provoca menos banquisa y el agua caliente se acerca a su base


La segunda plataforma de hielo más grande de la Antártida (Filchner-Ronne), que tiene 430.000 kilómetros cuadrados de superficie y 650 metros de espesor, se reducirá drásticamente en las próximas décadas debido al calentamiento global, advierte un estudio. Hay menos banquisa y el agua caliente se aproxima cada vez más a su base.


Redacción T21
23/05/2017

Perspectiva de la Barrera de Hielo Filchner-Ronne en el mar de Weddell (Foto: Ralph Timmermann, AWI.)
La segunda plataforma de hielo más grande de la Antártida, conocida como Barrera de hielo Filchner-Ronne, con una superficie de 430 000 km² y 650 metros de espesor, podría contraerse drásticamente en las próximas décadas por efecto del calentamiento global, según un estudio publicado en Journal of Climate.

Los investigadores han  identificado los procesos oceanográficos y físicos que podrían conducir a un flujo irreversible de agua caliente bajo la plataforma de hielo, algo que ya se ha observado en el mar de Amundsen (situado en el océano austral), amenazando a la barrera de hielo Filchner-Ronne.

La barrera de hielo depende de la banquisa que la rodea. Por ejemplo, en el sur del mar de Weddell se forma tanto hielo marino durante los meses de otoño e invierno que la cantidad de sal liberada en el proceso protege a la plataforma de hielo ahora amenazada.

Esta barrera de agua fría y extremadamente salada, que tiene una temperatura media de -2ºC, podría perderse permanentemente en las próximas décadas debido al aumento de las temperaturas del aire sobre el mar de Weddell, impidiendo la formación de hielo marino o banquisa, explican los científicos en un comunicado.

"Ya podemos ver los primeros signos de esta tendencia: en primer lugar, se está formando menos hielo marino en la región y, en segundo lugar, las observaciones oceanográficas de la plataforma continental confirman que las masas de agua caliente se están acercando cada vez más a la plataforma de hielo", señala Hartmut Hellmer, oceanógrafo del AWI y primer autor del estudio.

Estos cambios comparativamente pequeños pueden marcar el comienzo de una transformación fundamental e irrevocable en mar de Weddell, una amplia porción del océano Atlántico Sur en la Antártida, dentro del área también conocida como océano Antártico (o mar Glacial Antártico).

El proceso que tiende a la desaparición de la barrera de hielo. AWI. Click sobre la imagen para ampliar.
Se notará en 2070

Los investigadores esperan que los efectos sean visibles en 2070. "Nuestras simulaciones muestran que no habrá vuelta atrás una vez que las masas de agua caliente se encuentren bajo la plataforma de hielo, ya que su calor acelerará la fusión en su base", indica Hellmer.

Debido a la drástica fusión en su parte inferior, la línea de tierra de la plataforma se desplazará más al sur y el hielo perderá gradualmente el contacto directo con el fondo marino. Hasta la fecha, el contacto friccional con el fondo marino ha contribuido a frenar el flujo de hielo. Cuando se vaya este freno natural se acelerará el drenaje de hielo de la capa de hielo antártico.

Las simulaciones de los investigadores están realizadas estimando que la concentración de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera alcanzará las 700 partes por millón en 2100. "Los resultados muestran claramente que incluso limitar el calentamiento global a dos grados centígrados no será suficiente para salvar la plataforma de hielo de Filchner-Ronne", recalca Frank Kauker, investigador del AWI coautor del estudio.

En la Conferencia de París sobre el Clima (COP21), celebrada en diciembre de 2015, 195 países firmaron el primer acuerdo vinculante mundial sobre el clima. Para evitar un cambio climático peligroso, el Acuerdo establece un plan de acción mundial que pone el límite del calentamiento global por debajo de 2ºC, un límite que se está mostrando insuficiente para tener bajo control el cambio climático.

Los pronósticos de los investigadores se basan en el modelo BRIOS (Bremerhaven Regional Ice-Ocean Simulations) de AWI, un modelo acoplado de hielo y océano que el equipo forzó con datos atmosféricos del escenario climático SRES-A1B, creado en el Hadley Center en Exeter. El conjunto de datos incluye, por ejemplo, información sobre el desarrollo futuro de los vientos y las temperaturas en el Antártico.




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