El viento y las desalinizadoras se alían para generar agua limpia más barata

La electricidad de las turbinas eólicas puede emplearse para desalinizar el agua del mar


Un proyecto que se pondrá en marcha en 2007 y que aúna a ingenieros de la Texas Tech University y de General Electric permitirá que, en unos años, la electricidad producida por los aerogeneradores o turbinas eólicas se emplee para procesos de desalinización del agua. La unión de dos sistemas sostenibles para la producción de electricidad y agua permitirá reducir costes tanto económicos como energéticos, así como cubrir la demanda de agua en áreas locales especialmente áridas. La primera planta se instalará en la ciudad tejana de Seminole, en la que suministrará agua a una población de unas 10.000 personas. Por Marta Morales.


Marta Morales
11/12/2006

Hexcel
Utilizar la energía que genera el viento para producir agua limpia y potable es lo que pretende un equipo de ingenieros de la Texas Tech University (Estados Unidos) que trabaja en colaboración con especialistas de la multinacional General Electric (GE.

Según informa GE en un comunicado, GE Global Research, organización central de investigación de General Electric, se ha asociado con dicha universidad para desarrollar sistemas accesibles de desalinización del agua que incrementen la calidad del agua limpia tanto en las áreas más secas de Estados Unidos como en otras zonas del mundo.

Para ello, se pretenden integrar diversos sistemas de energías renovables, como los aerogeneradores (generadores de electricidad activados por la acción del viento), y los sistemas de los procesos de desalinización del agua.

Según se explica en este artículo, la unión de ambas tecnologías permitirá reducir significativamente el coste de fabricación de nuevos sistemas de producción de agua limpia, así como el coste energético derivado de la desalinización.

Aprovechar doblemente el viento

La energía eólica se transforma en energía en los aerogeneradores a través de un sistema mecánico de engranajes. El viento hace girar un alternador en estos sistemas, y éste convierte la energía mecánica rotacional en energía eléctrica.

Aprovechar parte de la energía eléctrica de estas turbinas para suministrar electricidad a las plantas desalinizadoras de agua permitirá que las regiones privadas de agua puedan obtenerla de una forma sostenible.

No es una tarea sencilla por una razón: el proceso de desalinización que pretende alimentarse por este procedimiento, conocido como osmosis inversa, funciona mejor si la energía que le llega lo hace a un ritmo estable y continuo.

El viento ofrece una fuente de electricidad variable, por lo que la tecnología a desarrollar deberá conseguir que la planta de desalinización funcione de la manera más estable posible, almacenar una parte de la energía sobrante de determinados intervalos, y vender una parte del excedente a la red general de suministro eléctrico.

Los aerogeneradores deberán así alimentar los llamados procesos de osmosis inversa, que utilizan una membrana semipermeable para separar y quitar los sólidos disueltos, los compuestos orgánicos, las bacterias, virus y otras impurezas presentes en el agua.

Estos procesos reciben este nombre porque se requiere de una presión para forzar el paso del agua a través de la membrana, dejando así atrás las impurezas. La permeabilidad de dicha membrana es tal que hace que prácticamente todas las impurezas (entre un 95 y 99% de ellas) queden impregnadas en ella, dejando el agua limpia.

La energía necesaria para la osmosis inversa es considerable porque se requiere electricidad para bombear el agua salada al interior del sistema, mantener su presión contra la membrana y, finalmente, bombear el agua limpia resultante hacia los sistemas de distribución.

Suministro de agua a 10.000 personas

La Texas Tech University espera que en unos años se haya fabricado un generador de una potencia de 1,5 megavatios que alimentará a una planta desalinizadora capaz de suministrar agua a la ciudad de Seminole, en Texas, con 10.000 residentes.

El aerogenerador suministrará energía a una unidad de osmosis inversa, que producirá alrededor de 1.500 metros cúbicos de agua limpia cada hora a partir de agua salada. GE espera que la investigación dé lugar a un producto comercial capaz de satisfacer las demandas de agua limpia a nivel local.

El proyecto se pondrá en marcha a pincipios de 2007, con un modelo a escala menor de prueba. Será con un aerogenerador de la Texas Tech con una turbina que produce cinco kilowatios de energía.

El objetivo principal, según los directores del proyecto Andy Swift Minesh Shah, es abaratar los costes para que éstos puedan ser razonables. Por esa razón, se intentan integrar dos sistemas diversos y sostenibles. Los excedentes de energía producida por los aerogeneradores pueden o bien venderse a la red general de suministro eléctrico, o bien derivarse a la unidad de osmosis inversa para la producción de agua limpia.



Marta Morales
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