El viento solar propició la formación de agua en la Luna

Un estudio sugiere que el Sol proporcionó iones de hidrógeno a nuestro satélite, en cuyos polos estos se convirtieron en agua e hidroxilo


La presencia de agua en la Luna ya había sido revelada a partir del estudio de algunas de las muestras recogidas en nuestro satélite hace más de 50 años por los astronautas de las misiones Apolo de la NASA. Ahora, un nuevo estudio sugiere que el viento solar estaría detrás de la formación de esta molécula en la Luna. Además, este proceso estelar podría haber originado la formación de agua en otros cuerpos rocosos, como Mercurio o el asteroide Vesta, señalan los autores de la investigación.


SINC/T21
16/10/2012

Mar de la Tranquilidad fotografiado desde el Apolo 8. Fuente: Wikimedia Commons.
Las rocas que se recogieron en la Luna durante las misiones Apolo de los años 60 y 70 no dejan de deparar sorpresas.

Los científicos ya habían observado la presencia de agua en algunas de las muestras, y ahora, según un estudio que publica Nature Geoscience, también se sugiere que el viento solar podría estar detrás de la formación de esa molécula.

Un equipo de tres universidades estadounidenses, liderados desde la de Tennessee, ha confirmado que en los granos vítreos de las muestras hay “cantidades significativas” de hidroxilo (OH), procedente de micrometeroritos –meteoritos de tamaño inferior a 1mm– que han ido impactando con nuestro satélite.

Pero los investigadores han ido más allá y han comprobado que la composición isotópica del hidrógeno de ese material sugiere que parte del hidroxilo procede de las partículas que trae el viento solar, ya que su composición geoquímica es similar.

También en otros cuerpos rocosos

El estudio apunta, por tanto, que el viento solar proporciona iones de hidrógeno a la superficie de la Luna, y que podrían quedar atrapados en zonas como los polos.

Después se convertirían y almacenarían como hidroxilo y agua en los granos del regolito (capa supeficial) de nuestro satélite, donde las sondas también han detectado la presencia de estas moléculas.

El trabajo propone que un mecanismo similar podría aportar hidroxilo a las superficies de otros cuerpos rocosos donde el viento solar interactúa directamente con su superficie, como Mercurio o el asteroide Vesta.

El experto francés Marc Chaussidon, de la Universidad de Lorraine, apunta también en Nature Geoscience que estos hallazgos "abren la puerta a una nueva fuente de agua para los cuerpos interiores del sistema solar".

Referencia bibliográfica:

Yang Liu, Yunbin Guan, Youxue Zhang, George R. Rossman, John M. Eiler, Lawrence A. Taylor. Direct measurement of hydroxyl in the lunar regolith and the origin of lunar surface water. Nature Geoscience, 14 de octubre de 2012. Doi: 10.1038/NGEO1601.



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